lunes, 31 de diciembre de 2012

GOLPE A LA IMPUNIDAD, JUICIO CONTRA LOS ASESINOS DE VÍCTOR JARA




Un día antes, Augusto Pinochet había abierto la herida más grande en la historia reciente de Chile al propinar un violento golpe de Estado contra el gobierno socialista de Salvador Allende.

Jara, mas no su arte revolucionario, estuvo entre las primeras víctimas de la dictadura. A 39 años de aquellos acontecimientos, la justicia parece finalmente destinada a derrocar la impunidad.

Un magistrado de la Corte de Apelaciones de Santiago, Miguel Vázquez, encausó este viernes a siete exoficiales chilenos por ser autores y cómplices en el asesinato del cantautor, muerto cinco días después del golpe de Estado.

En declaraciones a PL, el abogado querellante en el caso, Nelson Caucoto, quien representa a la familia de la víctima, afirmó que el gran desafío es llegar a la condena y dijo estar consciente de los obstáculos que se avecinan.

"Hay evidencias suficientes para que sean condenados", expresó el letrado, quien a nombre de la familia de Jara manifestó satisfacción porque luego de casi 40 años se pueda llegar a desenmascarar toda la verdad de los hechos y los responsables sean enjuiciados.

Caucoto calificó de paso trascendental las órdenes de arresto emitidas, luego de una pesquisa que definió como muy compleja, ya que se investigaron sucesos de hace más de tres décadas.

Los acusados como autores del crimen son: Hugo Sánchez y Pedro Barrientos, en tanto Roberto Souper, Raúl Jofré, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Hasse Mazzei y Luis Bethke Wulf son los cómplices. El juez dictaminó el arresto internacional de Barrientos, por encontrarse fuera de Chile, y la conducción del resto del grupo al Primer Batallón de Policía Militar.

El proceso judicial que se avecina abordará uno de los capítulos más oscuros del pasado chileno, sobre el cual todavía existen muchas interrogantes.

Tras la asonada golpista del 11 de septiembre, la entonces Universidad Técnica del Estado fue cercada por tropas del Ejército, que ocuparon el recinto y apresaron a estudiantes y profesores —entre ellos Jara—, quienes fueron conducidos al Estadio Chile, que fue convertido en un centro de la muerte.

Antes de morir, el cantante y militante comunista fue sometido a torturas por varios días. Testigos contaron cómo un subteniente comenzó a jugar a la ruleta rusa con su revólver apoyado en la sien de Jara. De esa manera salió el primer tiro mortal que impactó en su cráneo. Luego, oficiales del Ejército le dispararon 34 balazos y botaron su cuerpo a la calle.

Su cadáver fue hallado junto a otros tres cuerpos en las cercanías del Cementerio Metropolitano días después, víctima de diversos impactos de bala, según los exámenes médicos realizados.

En mayo del 2009, la Corte de Apelaciones de Santiago ratificó el encarcelamiento de José Adolfo Paredes, un soldado que participó en la tortura y asesinato del artista.

Paredes, quien tenía 18 años de edad cuando ocurrió el crimen, confesó su participación en los hechos y confirmó que al cantautor le cortaron las manos antes de asesinarlo, hecho con el cual intentaron hacer ver que silenciaban su música.

La figura de Víctor Jara es un referente latinoamericano de la canción protesta, de fuerte compromiso político y social.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

EL REY PIERDE FUELLE: SU DISCURSO, EL MENOS VISTO DE LA HISTORIA

El Plural, 26/12/2012

[Lo siento por algún comentarista "anónimo" que vino por este blog a exculpar a este monarca corrupto que mantenemos con nuestro dinero pero resulta que el rechazo a la monarquía ya no es tan minoritario como las mentalidades conservadoras creen. ]






La mayoría de los espectadores eligieron la 1 para seguir el tradicional mensaje navideño del monarca

6.921.000 espectadores siguieron el tradicional mensaje navideño del Rey. A pesar de la elevada cifra, es el discurso menos seguido desde 1993, año en el que empezaron a medirse las audiencias de televisión. Son datos procedentes de un informe elaborado por Barlovento Televisión, expertos en medición de audiencia, al que ha tenido acceso el portal Vertele.




A la vista de los resultados, el Rey no sólo pierde fuelle en las encuestas sino también entre los espectadores. De ese 64.4% de espectadores que sí optaron por ver al monarca en directo, la gran mayoría eligió la 1 (18%-1.9 millones) pero bajó más de 7 puntos respecto a 2011. Las privadas suben notablemente: Antena 3 fue segunda con el 13.9%; Telecinco, por detrás con un 12.8%; laSexta, 5.5%.

El discurso, que llamó la atención por su corta duración, se emitió en todas las cadenas nacionales salvo Cuatro (La 1, La 2, Antena 3, Telecinco y laSexta), que se sumaron al total de 25 cadenas entre nacionales, autonómicas y canales de TDT.

DE PANAMÁ A YUGOSLAVIA, IRAK, LIBIA Y SIRIA

Felicity Arbuthnot
Global Research, 21/12/2012

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens el 26/12/2012






El sensacionalismo de EE.UU. sobre armas de destrucción masiva: Cinco invasiones, tres continentes, mentiras idénticas

“No comprendo esta gazmoñería sobre el uso de gas. Hemos adoptado definitivamente la posición en la Conferencia de Paz de argumentar a favor de la retención del gas como un método permanente de guerra… Estoy fuertemente a favor de utilizar gas tóxico contra tribus incivilizadas”. (Winston S. Churchill, 1874-1965, del acta del War Office, 12 de mayo de 1919.)

Mientras la agresividad contra Siria aumenta, así como las afirmaciones cada vez más aventuradas y los dobles raseros, y agitan, complotan y financian terroristas (perdón: “ayudan a la oposición legítima”), es instructivo considerar las justificaciones presentadas por los gobiernos de EE.UU. en otras incursiones asesinas de la historia reciente.

Este mes se cumple el vigésimo tercer aniversario de la invasión de Panamá por EE.UU. el 20 de diciembre de 1989, mientras los panameños preparaban sus celebraciones de Navidad. Una rápida búsqueda nos recuerda que el difunto Philip Agee recordó que el presidente George H.W. Bush dijo al pueblo estadounidense que la amenaza de Panamá (población: 3.571.185 – 2011) era tan grande que “nuestro modo de vida está en juego”. Agee se refirió a esto en su conferencia acertadamente llamada “Produciendo la crisis adecuada” [1]. Acertada entonces como ahora. Nada cambia.

El objetivo de la invasión era capturar al dirigente del país, general Manuel Noriega y, por supuesto, “establecer un gobierno democrático”. Cambio de régimen.

Con la próxima transferencia del control del Canal de Panamá a Panamá (programada originalmente para el 1 de enero de 1990) después de un siglo de administración colonial estadounidense, EE.UU. quería asegurarse de que estuviera en manos de aliados dóciles.

Noriega, un activo de la CIA desde 1967 [2] quien también había asistido a la tristemente célebre Escuela de las Américas en Fort Benning, Georgia, llegó al poder con el respaldo de EE.UU., pero aparentemente su apoyo a EE.UU. se debilitaba. Para resumir una larga historia, EE.UU. lo secuestró y lo condenó a cuarenta años de cárcel.

Noriega y Bush padre.


Los planes de invasión se llamaron: “Operación Devocionario”. Después fue rebautizada “Operación Causa Justa”, y el general Colin Powell comentó que era un sobrenombre de lo que él aprobó ya que “Incluso nuestros críticos más duros tendrían que decir “Causa Justa” al atacarnos”. (Colin Powell, con Joseph E. Persico: My American Journey, 1995.)

Todo el pillaje militar debería llamarse simplemente: “Operación Nombre Estúpido 1, luego 2, 3, 4, etc., hasta que se acabaran los números.

27.000 soldados estadounidenses apoyados por helicópteros Apache diezmaron gran parte del pequeño país, con una fuerza de defensa de solo 3.000. George Bush padre, dijo que se trataba de derrocar a un maligno dictador que estaba abusando de su propio pueblo (¿suena conocido?) y que la acción era necesaria para “proteger vidas estadounidenses”. También se trataba de “defender la democracia y los derechos humanos en Panamá” y de “proteger el Canal”. ¡Qué sorpresa! ¿Verdad?

Manuel Noriega fue liberado de la cárcel estadounidense en 2007, extraditado a Francia que le había otorgado el máximo honor del país, la Legion d’honneur en 1987. Permaneció en la cárcel en Francia hasta diciembre de 2011, y fue devuelto a Panamá, donde todavía está en la cárcel.

En la casi olvidada diezma de Panamá (a menos que se sea panameño) el densamente poblado, empobrecido corregimiento de El Chorrillo fue incinerado por las acciones de EE.UU. en tal medida que se denominó “Pequeña Hiroshima”.

Una mujer acusó de que “Los norteamericanos comenzaron a quemar El Chorrillo cerca de las 6.30 de la mañana. Lanzaban un pequeño artefacto a una casa y se incendiaba, luego iban a otra, quemaban de una calle a la siguiente, coordinando los incendios con radio-teléfonos portátiles”.

Según las informaciones un soldado estadounidense declaró: “Pedimos que os rindáis… si no lo hacéis, estamos dispuestos a arrasar todos y cada uno de los edificios”.

“Disparaban a todo lo que se movía”, dijo un residente de la ciudad.

Los muertos fueron enviados a fosas comunes y los testigos declararon que los soldados estadounidenses usaron lanzallamas contra los muertos, y señalaron que los cuerpos se retorcían al arder. Otros fueron nivelados con excavadoras [3].

Hubo cosas peores. Mientras actuales declaraciones farisaicas, aunque contradictorias, fluyen de Washington y Whitehall sobre las armas químicas no corroboradas de Siria, los hechos probados se relacionan con las de EE.UU.

“De los años cuarenta a los noventa, EE.UU. utilizó varias partes de Panamá como terreno de pruebas de armas químicas, incluyendo gas mostaza, VX, sarín, cianuro de hidrógeno y otros gases neurotóxicos… en minas, cohetes y obuses; tal vez decenas de miles de municiones químicas”. (William Blum: Rogue State, 2002).

Además, al partir de Panamá a finales de 1999 dejaron “muchos sitios que contenían armas químicas. También habían: “realizado pruebas secretas de Agente Naranja en Panamá…” En la invasión de 1989, la aldea de Pacora, cerca de Ciudad de Panamá: “fue bombardeada con (productos químicos) por helicópteros y aviones del Comando Sur de EE.UU., con sustancias que quemaban la piel, causaban intenso dolor y diarrea”.

Muchos analistas pensaron que Panamá fue el terreno de prueba para Irak.

Nueve meses después del envenenamiento de Panamá, en el Día de Hiroshima de 1990, las Naciones Unidas impusieron el estrangulador embargo contra Irak impulsado por EE.UU., una vez que la embajadora de EE.UU. en Irak, April Glaspie, dio luz verde para que Sadam Hussein invadiera Kuwait, después de la considerable provocación y desestabilización financiera y geográfica de Kuwait [4].





El sensacionalismo sobre armas químicas y otras se disparó, llevando a Sadam Hussein a comentar: “Me temo que un día diréis que producimos pólvora usando trigo”.

Trece meses después de Panamá, EE.UU. dirigió una coalición de 31 países para “reducir Irak a una era pre-industrial”. Los únicos productos químicos liberados en Irak fueron la tóxica mezcla de las fábricas bombardeadas de farmacéuticos y fertilizantes, las plantas productoras de coches y las fábricas de toda la base industrial de Irak, incluyendo los complejos con sustancias químicas y biológicas, y medicamentos, vendidos a Irak por EE.UU., Reino Unido, Alemania y otros durante las décadas anteriores, ventas que irónicamente, continuaban mientras tenía lugar el ataque [5].

Sin embargo, se introdujeron sustancias altamente tóxicas y radiactivas en Irak, en la forma de hasta setecientas cincuenta toneladas de municiones de uranio empobrecido químicamente tóxico y radiactivo con una “vida media” tóxica de 4.500 millones de años. La lista interminable de bebés deformes, nacidos muertos, abortados, infantes nacidos con cánceres, las pequeñas tumbas, es un testimonio silencioso de las armas de destrucción masiva de singular perversidad. Irak fue bombardeado durante 42 días y sus noches.

Las exageradamente publicitadas armas químicas presuntamente fabricadas por Irak, por supuesto nunca se encontraron.

El 24 de marzo de 1999, la OTAN comenzó a liberar Kosovo de Serbia. (El estúpido nombre dado por EE.UU: Operación Yunque Noble) Se calcula que Kosovo tenía “inagotables” minerales por un valor estimado en diez billones (millones de millones) de dólares en las minas Trebca.

La “liberación” consistió en 78 días de continuo bombardeo, incluyendo el uso de armamento con uranio empobrecido. Se lanzaron 20.000 toneladas de bombas. Destruyeron sistemáticamente centros de comunicación, depósitos de combustible, aeropuertos, comunicaciones de tráfico, trenes, mercados, la embajada china, que se opuso al ataque. La OTAN, poco convincentemente, dijo que tenía el mapa equivocado. Y, por cierto, el centro de los medios de comunicación. El asesinato de periodistas es ahora otra rutina, un crimen de guerra por el que no hay que rendir cuentas.

Antes del ataque, el Pentágono declaró que el ejército de Yugoslavia poseía por lo menos dos tipos de gases tóxicos, con instalaciones para producirlos. El Departamento de Defensa de EE.UU. advirtió a Slobodan Milosevic y al Estado Mayor del ejército yugoslavo: “Si Belgrado utiliza gases tóxicos sarín y de mostaza contra la OTAN, la respuesta de la Organización del Tratado del Atlántico Norte será devastadora”.

Curiosamente, después del inicio de los ataques aéreos, la OTAN no mencionó una sola vez que estaba atacando la capacidad de producción de armas químicas de Serbia declarada por EE.UU. (Zagreb Globus, 16 de abril de 1999, páginas 18-19.)

La destrucción en escala masiva, sin embargo, no afectó las minas de Trebca.

El 14 de agosto de 2000, novecientos soldados fuertemente armados británicos, franceses, italianos, paquistaníes y de KFOR aterrizaron en helicópteros en las minas. Los administradores y los trabajadores trataron de resistir y fueron golpeados, atacados con gases lacrimógenos y con balas de plástico. El personal resistente fue arrestado.

Los documentos de la ONU describieron la acción como “…inducción de la democratización en Kosovo”. El ataque, de hecho, allanó el camino para la venta de las minas con su contenido “inextinguible” de unas 77.302.000 toneladas de carbón, cobre, zinc, plomo, níquel, oro, plata, mármol, manganeso, mineral de hierro, asbesto y piedra caliza “para solo mencionar algunos” a grupos privados extranjeros (Informes noticiosos, sitios en la web.)

El “Ejército de Liberación de Kosovo” había sido: “…entrenado y apoyado durante años con millones de dólares estadounidenses y marcos alemanes… a través de la CIA y del BND (servicio de inteligencia alemán) para esta guerra, engañosamente llamada guerra civil” [6] por gobiernos y portavoces de los gobiernos de la OTAN.

Las propiedades químicas y radiológicas del uranio empobrecido también llovieron sobre la antigua Yugoslavia. En 2001, doctores del hospital de Kosovo Mitrovica dirigido por serbios declararon que la cantidad de pacientes que sufrían enfermedades malignas había aumentado un 200% desde un estudio de 1998.

Un estudio de 2003 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) encontró muestras contaminadas de agua potable y de aire en Bosnia Herzegovina. No hubo, por supuesto: “causa de alarma”. Pekka Haavisto, exministro del Medio Ambiente de Finlandia, jefe de UNEP, pidió una amplia y exhaustiva investigación científica para establecer la verdadera medida y los peligros de la contaminación. EE.UU. –citado como el único país que utilizó armas de uranio empobrecido en ese conflicto– bloqueó la solicitud [7].

Sin embargo, hubo alarma en Europa cuando mantenedores de la paz italianos, portugueses, belgas y franceses en la región desarrollaron cánceres, en cosa de meses; una elevada proporción de los diagnosticados murieron. Mantenedores de la paz noruegos se negaron a ser involucrados [8].

“Menos de un mes después del fin de la guerra en Yugoslavia en 1999, el Consejo Nacional Británico de Protección Radiológica advirtió a los ciudadanos británicos de los peligros de permanecer en Kosovo debido a la contaminación de su territorio por armas de uranio empobrecido”.

Los mantenedores de la paz, por cierto, estuvieron en Kosovo solo durante semanas o meses, la gente de la región vive allí, y la condición difícil de su salud y la de futuras generaciones fue ignorada y olvidada por sus “liberadores”. Tenían otros “tiranos” que derrocar, otras poblaciones que librar de sus vidas, sus extremidades y sus medios de vida.

Irak, había vuelto a ser bombardeado por EE.UU. y Reino Unido durante la temporada de Navidad de 1998, cuatro meses antes del ataque a Yugoslavia y había vuelto a los radares de la invasión desde entonces. Las mentiras eran familiares, e incesantes, un ejemplo actualmente tópico, uno de tantos:

“2 de septiembre de 2002: Expertos: Iraq tiene toneladas de armas químicas.

“Mientras algunos en el gobierno de Bush presionan a favor de un ataque preventivo contra Irak, expertos en armas dicen que hay creciente evidencia de que el presidente iraquí Sadam Hussein ha acumulado grandes existencias de armas químicas y biológicas que oculta ante un posible ataque militar de EE.UU.

“La preocupación de Washington es que Irak podría suministrar esas armas a grupos terroristas… ‘Si esperamos hasta que el peligro sea evidente, podría ser demasiado tarde’ dijo el senador Joseph Biden, demócrata de Delaware, presidente del Comité de Relaciones Exteriores”.

Ahora que Biden es vicepresidente, no podemos dejar de preguntar si tiene alguna participación en el sesgo sobre Siria, con sus palabras extrañamente similares.

“John Wolfsthal, analista de la Fundación Carnegie por la Paz Internacional, dijo que el inventario de Irak es significativo: ‘Irak sigue poseyendo varias toneladas de agentes de armas químicas, lo suficiente para matar a miles y miles de civiles o soldados’, dijo Wolfsthal” [9].

Además: “Expertos en armas de las Naciones Unidas han dicho que Irak puede haber almacenado más de 600 toneladas métricas de agentes químicos, incluyendo gas mostaza, VX y sarín. Tampoco se conoce el paradero de unos 25.000 cohetes y 15.000 obuses de artillería con agentes químicos, dijeron los expertos.

“Lo que preocupa es que tienen a mano, o podrían crear rápidamente, la capacidad de producir vastas cantidades de ántrax, toneladas de material”, fue la declaración adicional de Wolfsthal.

“El secretario de Defensa Donald Rumsfeld” afirmó: “…Irak tiene laboratorios móviles de armas biológicas, que sería casi imposible de identificar y atacar para las fuerzas de EE.UU.” Las vidas de miles de personas están en juego, dijo. Por cierto, desde la invasión las muertes de iraquíes a manos de estadounidenses y británicos o de sus milicias, y el gobierno títere impuesto, representan un verdadero holocausto.

Según Jonathan Schwartz, quien volvió a enfocar el montón de mentiras sobre Irak del general Colin Powell el 5 de febrero de 2003: “Mis colegas, cada declaración que hago hoy está respaldada por fuentes, fuentes sólidas. No son afirmaciones. Lo que os presento son hechos y conclusiones basados en inteligencia sólida…” Powell está ahora arrepentido.

Schwartz muestra poca comprensión. En el quinto aniversario de las estupideces engañosas de Powell, el 5 de febrero de 2008, comentó: “A pesar de todas las críticas que Powell ha recibido por esto –lo llama ‘doloroso’ y algo que ‘siempre formará parte de mi historial’– no se aproxima a lo que está justificado. Powell estuvo mucho más que horriblemente equivocado, la evidencia es concluyente de que amañó pruebas e ignoró repetidas advertencias de que lo que estaba diciendo era falso”.

La invasión totalmente ilegal de Irak, basada en un montón transatlántico de mentiras había comenzado solo 45 días después. ¿Su Nombre muy Estúpido? “Operation Iraqi Liberation”: OIL [Petróleo].

Las mentiras sobre Libia –que bajo el coronel Gadafi llegó a la punta del Índex de Desarrollo Humano en África– son de memoria reciente. A pesar de ello, unos pocos recuerdos:

Los traidores pagados por la CIA abundan en estas invasiones y otras durante muchas décadas. Por ejemplo el general Abdul Fatah Younis, ministro del Interior del coronel Gadafi, quien “desertó hacia la oposición” –¿cuál habrá sido su precio?– y llegó a ser jefe de Estado Mayor de los insurgentes: “…abogó a favor de que los aliados de la OTAN armaran a los rebeldes con armas pesadas, incluidos helicópteros y misiles antitanques, para defender la ciudad sitiada de Misrata. Predijo que el dictador… estaría dispuesto a utilizar armas químicas como último recurso contra los rebeldes o la población civil”. (Sorprendente, palabras idénticas a las de la lista de argumentos de la actual “oposición” siria.)

“Ahora Gadafi está desesperado. Por desgracia todavía tiene cerca de un 25% de sus armas químicas, que podría utilizar ya que está en una situación desesperada…”

“Se sabe que el coronel Gadafi tiene cerca de 10 toneladas de gas mostaza restantes de las existencias que había estado destruyendo bajo la supervisión de un organismo de las Naciones Unidas, la Organización para la Prohibición de Armas Químicas” [10].

En contexto, en 2002, Neil Mackay, galardonado editor de investigaciones del Sunday Herald, explicó que: “Impulsado por la codicia y una profunda falta de moralidad, el gobierno británico violó la Convención de Armas Químicas vendiendo productos químicos “que podían convertirse en armas de guerra”.

Los países que se beneficiaron de las ventas británicas, declaró Mackay, incluían a Libia, Yemen, Israel, Arabia Saudí, Chipre, India, Kenia, Kuwait, Malasia, Nigeria, Omán, Pakistán, Singapur, Eslovenia, Sudáfrica, Corea del Sur, Sri Lanka, Tanzania, Turquía y Uganda, “admitió claramente” un encargado del Departamento de Comercio e Industria.

Después del apretón de manos de Tony Blair con el coronel Gadafi en marzo de 2004, el gobierno británico anunció planes para enviar sus expertos a Libia a fin de destruir las armas químicas que había vendido, señalando que el coronel Gadafi había engañado a Blair sobre su existencia. Parecen haber olvidado que él tenía los documentos de envío. Igual a las ambigüedades del Reino Unido sobre Irak.

Entre el comienzo de la destrucción de Libia el 19 de marzo de 2011 y la toma de posesión de la OTAN el 31 de marzo de 2011, EE.UU. y el Reino Unido lanzaron 110 misiles Crucero contra un país con una población de menos de 6,5  millones de habitantes. Cuando la OTAN asumió el mando de la “intervención humanitaria”, atacó a esa mínima población con 26.500 incursiones de bombardeo.

Por supuesto no hubo lágrimas presidenciales por los niños muertos en Libia, cuya defunción debió de estar precedida de un terror inimaginable, en un ataque que tuvo dos Nombres Estúpidos, uno para EE.UU.: “Operación Odisea del Amanecer” y otro para la de OTAN: “Operación Protector Unificado”, esta última, desafía todo comentario.

El propio Gadafi perdió tres nietos pequeños y tres hijos. En 1986, en otro bombardeo de EE.UU. perdió una pequeña hija adoptada.

Momentos después de ser informada sobre su terrible muerte a manos de una turba rabiosa “protegida” por la OTAN, la secretaria de Estado Hillary Clinton apareció riendo en la televisión mientras decía: “Fuimos, vimos, murió”.

Hace tiempo que dijo: “Realmente pienso que se necesita una aldea para criar a un niño”. Ahora parece que piensa que hay que borrar del mapa la aldea, sus niños, sus padres y linchar al anciano de la aldea para tener una oportunidad de estridente regocijo en la televisión.

El 4 de diciembre de 2012, Clinton advirtió de que el presidente Bashar al-Asad de Siria podría estar moviendo, adivinad qué: “un arsenal de armas químicas”.

“Hemos dejado muy claros nuestros puntos de vista. Esta es una línea roja para EE.UU. No voy a detallar específicamente lo que haríamos en caso de tener pruebas de que el régimen de Asad ha recurrido al uso de armas químicas contra su propio pueblo, pero baste con decir que ciertamente planificamos entrar en acción en caso de que ocurriera”, dijo en una conferencia de prensa en Praga.

Por supuesto se “podrían utilizar” armas “para contener gas sarín”, según otro funcionario estadounidense. Otro agregó: “…estamos preocupados por cualquier acción que pueda significar que están dispuestos de alguna manera a utilizar esas armas químicas contra su propio pueblo [11].

“Déjà vu una vez más”, como dicen.

Siria respondió el 6 de diciembre: “Siria vuelve a subrayar, por décima, centésima vez, que si tuviéramos armas semejantes, no se utilizarían contra el pueblo. No cometeríamos suicidio,” dijo el ministro adjunto de Exteriores Faisal Al Maqdad en la televisión libanesa Al Manar …”

“Tememos que exista una conspiración para suministrar un pretexto para cualesquiera intervenciones subsiguientes en Siria por parte de los países que aumentan la presión sobre Siria”. Por cierto. No se puede decir que sea la primera vez.

A finales de octubre, tropas estadounidenses llegaron a Jordania para un gran ejercicio conjunto cerca de la frontera siria. Operación Nombre Estúpido e Infantil: “Operación León Ambicioso”. Al Asad se traduce en árabe como: el león.

Irónicamente, la primera afirmación de que Siria tiene armas químicas parece haber provenido de John R. Bolton, quien según el congresista Henry Waxman persuadió a George W. Bush para que incluyera el cuento de hadas de la compra de óxido de uranio de Níger en su discurso sobre el Estado de la Unión de 2003. La afirmación no se ha demostrado, sin embargo, ya que los documentos todavía están clasificados.

Bolton está involucrado con una plétora de organizaciones menos que liberales, incluyendo el Proyecto para el Nuevo Siglo Estadounidense, el Instituto Judío para Asuntos de Seguridad Nacional (JINSA) y la Asociación Nacional del Rifle.

En relación con Siria, también hay que recordar que el país sufre sanciones cada vez más duras desde 2004.

El exinspector jefe de Armas de Irak Scott Ritter ha escrito que: “las armas químicas tienen una vida útil de cinco años. Las armas biológicas tienen una vida útil de tres”. También emiten un “éter”, dicen los expertos, que puede ser identificado por la vigilancia satelital, a la que es seguro que Siria, como antes Irak, ha sido sometida exhaustivamente.

Dios no lo quiera, Washington, Whitehall, Tel Aviv y la coalición de los coactivos de nuevo hacen aspavientos por nada. Dios ayude al que les crea.

Notas













Felicity Arbuthnot es una periodista con profundos conocimientos de Irak. Es autora, con Nikki van der Gaag, de la serie “Baghdad in the Great City” para World Almanac Books. Ha sido también investigadora en dos documentales premiados sobre Irak: “John Pilger’s Paying the Price: Killing the Children of Iraq” y “Denis Halliday Ret

EL DALAI LAMA, EL NAZISMO Y LA CIA

arainfo, 25/12/2012


En 1939, una expedición de la SS comandada por Ernst Schäfer (zoólogo alemán) y patrocinada por Himmler (quien sentía gran admiración por el misticismo tibetano) llegó a Lasha. Dentro de los objetivos de la misión estaba la comprobación científica de si los tibetanos eran los arios del norte, pensando sumar aliados en la expansión por oriente y la confrontación con los ingleses en la India.

Un poco de Historia

El Emperador Mongol Kublai Khan fue quién creó e instaló por medio de su ejército al primer "Gran Lama". Este se auto otorgó el título de "Dalai Lama", "Gobernante del Tibet", se apoderó de monasterios que no pertenecían a su secta y destruyó y falsificó escrituras budistas originales que no apoyaban su carácter divino.

El Dalai Lama siguiente "desapareció" y lo mismo sucedió con otros 5 Dalai Lamas cuya condición de Reyes-Dioses no les libró de perecer a manos de sus sacerdotes.

Al morir cada Dalai Lama, los monjes (lamas) del "Monasterio Amarillo" designan a su siguiente reencarnación en un niño de corta edad, interpretando una serie de signos con arreglo a su religión.

No se trata por tanto de una dinastía de monarcas hereditarios, sino de la máxima magistratura personal de un régimen teocrático.

En el interregno entre la muerte de un Lama y la mayoría de edad del siguiente, el Monasterio ejerce directamente el poder designando a un regente, al tiempo que se ocupa de la educación del futuro jefe.

Ge-dun-grup-pa (?-1474) fue el fundador de la secta budista de los monjes amarillos y del sistema sucesorio de la reencarnación de los lamas.

Sonam Gyatso (III Dalai Lama - 1543-88) fue en realidad el primero que asumió el título de "Dalai" (palabra mongola que significa "Gran Océano"). Al convertir al Jefe Mongol Altan Khan y a toda su tribu, asentó definitivamente la hegemonía de la secta en el Tíbet, extendiendo su influencia sobre Mongolia, China Occidental, Bután y Sikkim.

Ngawang Gyatso (V Dalai Lama - 1617-82) fue el primero en asumir el gobierno temporal del Tíbet además del liderazgo espiritual. Dicho cambio tuvo lugar en 1642, al destronar el Príncipe Mongol Gusri Khan al Rey del Tíbet y titularse él mismo rey.

En realidad, Gusri Khan se limitó a ejercer un protectorado militar sobre el Dalai Lama, que era quien gobernaba efectivamente.

Al morir Gusri Khan (1655) el Dalai Lama pasó a controlar el poder en solitario. Fue este V Dalai Lama quien construyó el Palacio de Potala (en Lhasa) desde donde han ejercido el poder sus sucesores hasta el s. XX.

Su sucesor Tshangyang Gyatso (VI Dalai Lama - 1683-1707), desbarató el prestigio adquirido por los monjes amarillos con su comportamiento disoluto y mujeriego.

Thupten Gyatso (XIII Dalai Lama - 1876-1933) fue un gobernante despótico cuya torpeza diplomática le enfrentó con las grandes potencias de la zona.

Jugó al acercamiento a Rusia, viéndose atacado por una expedición británica que le obligó a refugiarse en China en 1904. Más tarde, reconciliado con los británicos sufrió el ataque de China y hubo de refugiarse en India en 1910.

Regresó al Tíbet en 1913 aliado ahora con los británicos e intentó emprender una política modernizadora en terrenos como educación o defensa, pero el conservadurismo de los lamas frustró sus intentos de reforma.

Thupten Gyatso al morir identificó a su sucesor en el niño Tendzin Gyatso, XIV y actual Dalai Lama (1939 - …) nacido en una familia pobre de origen tibetano en la Provincia China de Quinghai en 1935.

Tendzin Gyatso fue nombrado Dalai Lama a los 11 años y entabló amistad con Heinrich Harrer (1912 - 2006, Sargento de las SS austríaco) y Heinrich Himler (1900-1945, Jefe de la GESTAPO,  Geheime Staatspolizei, Policia Secreta del Estado).

Lejos de la imagen de la famosa película con Brad Pitt, Heinrich Harrer era un Sargento de las SS cuando conoció al Dalai Lama y se convirtió en su “tutor en el  mundo exterior".

En 1950 china recobró el Tíbet y Tendzin Gyatso se refugió cerca de la frontera con India; pero al no recibir ayuda exterior pese a su llamamiento a la India de Śrī Pandit Jawāharlāl Nehru y a las Naciones Unidas, hubo de aceptar la tutela comunista, firmando en 1951 un tratado que convertía al Tíbet en Provincia Autónoma de China.


Heinrich Harrer

Heinrich Harrer tenía 21 años cuando entró a formar parte de las SA (Sturmabteilung, Sección de Asalto), una organización Ilegal implicada en atentados y asesinatos, encargada de asegurar el orden en las manifestaciones nazis y destruir las de los partidos adversarios.

En 1936 Heinrich Harrer participó en los Juegos Olímpicos de Berlín en el equipo de esquí austríaco. Dos años después fue pionero en escalar la cara norte del Eiger (cima suiza de los Alpes berneses), hazaña por la que fue llamado por Adolf Hitler.

Tras la anexión de Austria, Heinrich Harrer se convirtió en entrenador del equipo alemán de esquí femenino de descenso y eslalon.

Durante la Segunda Guerra Mundial el Tíbet apoyó al Eje Roma-Berlin-Tokio y tuvo relaciones con los dirigentes nazis.

En su obsesiva búsqueda del origen de la "Raza Superior Aria", la Elite Nazi de las SS, la "Orden Negra", Heinrich Himmler, Reinhard Tristan, Eugen Heydrich, Karl Hauschoffer, Rudolf Hess y Adolf Hitler mostraron un profundo interés por el "Esoterismo y Ocultismo  Tibetano" y el "Poder Ilimitado de la Jerarquía Tibetana", ya que consideraban al Tíbet como el lugar sagrado de los sobrevivientes de la Atlántida, y el origen de la "Raza Pura Nórdica".

En 1939, el Sargento Heinrich Harrer penetró en el Tíbet y se encontró con el Dalai Lama. Escribió en su diario: "Su carne era mucho mas clara que las de los tibetanos e incluso más que la de los aristócratas tibetanos. Por primera vez me encontré solo con un hombre blanco".

En 1938-1939 la "Ahnenerbe" (o "SS- Ahnenerbe", "Herencia de los Ancestros") organizó una expedición a la región del entonces independiente Tíbet, bajo la dirección del biólogo Ernst Schäfer, por órdenes expresas de Heinrich Himmler. La misión consistía en entablar lazos con los misteriosos “habitantes de las cavernas”, pertenecientes al Pueblo de Agartha.

Partieron en abril de 1938, llegando al Tíbet en enero siguiente.

El equipo incluía a Bruno Beger, quien estudió los cráneos de unas 400 personas para intentar probar que el Tíbet era el lugar de nacimiento de una raza nórdica. Sus primeras conclusiones fueron que los tibetanos estaban en algún punto entre los mongoles y las razas europeas. Beger era un nazi que –luego- siendo oficial de las SS destacó como sayón en Auschwitz.

Otros miembros del equipo eran Edmont Geer y Karl Vinert.



La expedición terminó formalmente en mayo de 1939, en vísperas del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, siendo homenajeados por las autoridades y reconocidos por la propaganda y la prensa.

Ernst Schäfer recibió el "Totenkopfring", una distinción personal de Heinrich Himmler, siendo promovido a la "Dirección del Instituto de Investigaciones para Asia Interior de la SS- Ahnenerbe" ("Forschungsstätte für Innerasien und Expeditionen im Ahnenerbe der SS"), mientras que Bruno Beger, incorporado a la estructura militar de la SS (Schutzstaffel, Escuadrón de Protección), desempeñó funciones como experto de razas asiáticas durante la Segunda Guerra Mundial.

Un pensamiento que también alentó este viaje fue el recuperar la vieja tradición espiritual emparentada con la práctica del Ocultismo Templario, que se decía aún pervivía en aquellas regiones del Asia Septentrional.

Quizás esta afirmación explicaría por qué los nazis recibieron un documento del "Consejo de Regencia Tibetano", aceptando a Adolf Hitler como "Jefe de todos los Arios", y por qué en algunas "Castas Altas de India" el Tercer Reich fue saludado, e inclinadas algunas cabezas ante la presencia de la "svástica".

Coincidiendo con la salida de los alemanes, en mayo de 1939 alcanzó el Tíbet otra expedición secreta enviada por el Gobierno Imperial Japonés. El amplio material fotográfico sirvió para la realización del film "Geheimnis Tibet" de 1943.

Budista pero no demasiado

Aunque el Budismo prohíbe matar y toda forma de violencia, el Dalai Lama ha apoyado con entusiasmo la Guerra de la OTAN contra Yugoslavia (1999).

En abril de 1999 el Dalai Lama junto con Margaret Thatcher, el antiguo Embajador de Beijing, y el Presidente y Director de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) George H. W. Bush, demandaron al Gobierno Británico la liberación de Augusto Pinochet, ex dictador fascista de Chile.

El Dalai Lama también mantenía relaciones cercanas con Miguel Serrano, Jefe del Partido Socialista Nacional de Chile, un defensor de algo llamado "Hitlerismo Esotérico".


Como el autor Michael Parenti observa en su trabajo, "Friendly Feudalism: The Tíbet Myth" ("Feudalismo Amistoso: El Mito Tibetano"): "durante los años ‘50 y ‘60, la CIA activamente respaldó la causa tibetana con armas, entrenamiento militar, dinero, apoyo aéreo y toda clase de ayuda".

La "Sociedad Americana para una Asia Libre" (con base en EUA, una pantalla de la CIA) publicitó la causa de la resistencia tibetana, con el hermano mayor del Dalai Lama, Thubtan Norbu, desempeñando un papel activo en el grupo.

El segundo hermano mayor del Dalai Lama, Gyalo Thondup, estableció una operación de inteligencia con la CIA en 1951, la cual fue actualizada luego como una unidad guerrillera entrenada por la CIA cuyos reclutas se lanzaron en paracaídas de regreso al Tíbet.


Según los documentos desclasificados de la inteligencia de los EUA publicados a fines de la década de 1990: "durante la mayor parte de los ‘60, la CIA proveyó al movimiento tibetano exiliado con u$s 1.7 millones al año para operaciones contra China, incluyendo un subsidio anual de U.S. $ 180.000 para el Dalai Lama".

Con la ayuda de la CIA el Dalai Lama huyó hasta Dharamsala, India, lugar donde ha vivido hasta la actualidad.

Hoy en día sigue recibiendo millones de dólares en apoyo, no directamente de la CIA sino de la NED, una organización pantalla de la CIA fundada por el Congreso de EEUU.

La NED ha sido decisiva en cada desestabilización de las "Revoluciones de Colores" apoyada por EEUU desde Serbia a Georgia a Ucrania a Myanmar. Sus fondos se usan para apoyar a los medios de oposición y campañas de relaciones públicas globales para popularizar los candidatos favoritos de la oposición.

Allen Weinstein -primer presidente de la NED- comentó al Washington Post: "mucho de lo que nosotros (la NED) hacemos hoy fue hecho encubiertamente por la CIA hace 25 años". 

La "Organización de Independencia Pro-Dalai Lama" más destacada de hoy en día es la "Campaña Internacional para el Tíbet" ("ICT", siglas en inglés), fundada en Washington en 1988.

Desde 1994 el "ICT" ha estado recibiendo fondos de la "NED". En el 2005 el "ICT" otorgó su Premio Anual "Light of Truth” a Carl Gershman, fundador de la "NED". Otros ganadores del premio de la "ICT" han incluido a la "Fundación Alemana Friedrich Naumann" y al líder Checo Vaclav Havel. La junta directiva de la "ICT" está compuesta por antiguos oficiales del Departamento de Estado de EUA, incluyendo a Gare Smith y Julia Taft.


Entre los proyectos relacionados, la "NED" apoya al periódico “Tibet Times" (el cual sale de la base de exilio del Dalai Lama en Dharamsala, India) y financia el "Centro de Multimedia Tíbet" (que aborda la lucha de “la democracia” en el Tíbet), y el "Centro Tibetano para los Derechos Humanos y Democracia".

Tibet antes de China

Antes de la llegada de los chinos, la población tibetana se dividía en 9 clases.

Los siervos y las mujeres pertenecían a las clases más bajas y eran considerados animales parlantes.

Existía mayor desigualdad que en la sociedad europea en la Edad Media y se conocía la rueda, pero estaba prohibida por la religión lamaísta a pesar de que los chinos inventaron la carretilla en el s I a C. (que sólo se utilizó en Europa a partir del s. XIII).

La Teocracia Tibetana prohibió el uso de la rueda porque es uno de los símbolos budistas, la Rueda del Dharma.

Había 6.000 monasterios, que eran los centros de poder y de la cultura.

Las órdenes monacales constituían latifundios feudales y contaban con enormes palacios, algunos de más de 1000 salas y 14 pisos.

El 70 % de las tierras pertenecía a los monasterios y el resto a la nobleza (lamas de rango superior).

Sólo 626 personas poseían el 93 % de la tierra, la riqueza nacional, y el 70 % de los yaks.

En contraste la gran mayoría de los monjes venían de los siervos campesinos pobres.

Estos muchas veces eran robados a sus familias y los monasterios se convertían para ellos en cárceles que no podían abandonar, y donde además de trabajar para los lamas ricos tenían que soportar toda clase de maltratos y torturas, incluyendo los calabozos monacales y violaciones pederastas.

El monje Tashì-Tsering narró que era práctica común en los monasterios que los niños campesinos sufrieran abusos sexuales, y que él mismo fue víctima de repetidas violaciones cuando niño al poco tiempo de ser llevado al monasterio a los 9 años.

La clase alta la formaban cerca del 2% de la población y el 3 % eran sus agentes: capataces, administradores de sus fincas y comandantes de sus ejércitos privados.

El 80 % eran siervos, el 5 % esclavos y el 10 % eran monjes pobres que trabajaban como peones.

Los siervos trabajaban durante 16 o 18 horas al día y estaban obligados a entregar a los dueños el 70 % de la cosecha.

Pagaban impuestos por casarse, por el nacimiento de cada hijo, por cada muerte en la familia, por plantar un nuevo árbol, por mantener animales domésticos o de corral, por poseer una maceta con flores, por colocar un cencerro sobre un animal, por cantar, bailar, tocar el tambor y la campana, por ir a prisión y por su liberación.

Incluso los mendigos pagaban impuestos. Los que no podían encontrar trabajo pagaban impuestos por no tenerlo, y si viajaban a otra aldea en busca de trabajo, pagaban un impuesto por derecho de tránsito.

Cuando la gente no podía pagar, los monasterios le prestaban el dinero con un interés de entre un 20 y un 50%.

Las deudas eran hereditarias.

Los deudores que no podían pagar sus compromisos podían ser esclavizados durante todo el tiempo exigido por el monasterio, algunas veces por el resto de sus vidas.

Ni los siervos ni los esclavos recibían educación ni atención sanitaria.

La mortalidad infantil era en 1950 del 43 % y la esperanza de vida era de 35 años.

La viruela afectaba a una tercera parte de la población y en 1925 exterminó a 7000 habitantes de Lhasa.

La lepra, la tuberculosis, el bocio, el tétanos, la ceguera, las enfermedades venéreas y las úlceras causaban gran mortalidad.

Las postura oficial de los monjes se oponía al uso de antibióticos. Les decían a los siervos que las enfermedades y la muerte se debían a los pecados y que la única manera de prevenir las enfermedades era rezar y pagar dinero a los monjes.

Habían muy pocas escuelas y no existían ni la electricidad, ni las carreteras. El analfabetismo era del 95%.

Desde su nacimiento, los siervos pertenecían a un propietario. Su existencia, su muerte y su matrimonio dependían de la voluntad de su propietario. Podían ser vendidos, comprados, transferidos, propuestos como dote, ofrecidos a título de gracia por otros propietarios de siervos, utilizados para apurar deudas o intercambiados por otros siervos.

Frecuentemente, eran insultados y abatidos o debían afrontar incluso castigos de una destacada violencia: por ejemplo, se les arrancaban los ojos, se les cortaba la lengua o las orejas, las manos o los pies, se les arrancaban los tendones, eran ahogados o echados al vacío desde la cima de un acantilado.

Los siervos no podían usar los mismos asientos, palabras ni utensilios que los dueños. Eran castigados con latigazos si tocaban alguna cosa del propietario.

No podían casarse ni salir de una finca sin permiso del amo. Siervos y mujeres eran considerados animales parlantes que no tenían derecho a mirar a la cara a los amos.

En la Capital del Tibet (Lhasa) era legal comprar y vender niños.

Como las enseñanzas budistas prohíben quitar la vida humana, los monjes solucionaron este pequeño inconveniente torturando a los que infringían su ley, y luego "dejándolos a la merced de Dios" en la noche helada para que murieran.

Heinrich Harrer cuenta lo siguiente: "Se me refirió el ejemplo de un hombre que había robado una lámpara dorada en un templo de Kyirong... Se le cortaron las manos en público y su cuerpo mutilado, pero aún vivo fue envuelto en una piel de de yak mojada. Cuando dejo de sangrar se le tiró por un precipicio".

La situación de la mujer era peor.

La palabra "mujer" ("kimen" en tibetano) significa "nacido inferior". Los lamas les impedían levantar los ojos más allá de la rodilla de un hombre, y le imponían el voto de silencio y lealtad por vida. A las adúlteras se les cortaba la nariz.

Era común quemar a las mujeres por ser "brujas", a menudo porque practicaban los rituales de la religión bon (antigua religión que las tribus tibetanas practicaban antes de que llegara el Lamaísmo).

Peor aún si cabe era el caso de los esclavos domésticos. Sus descendientes nacían como esclavos y seguían siéndolo toda la vida.


Heinrich Harrer describe una escena dantesca tras una procesión religiosa: "Los monjes desconfían de cualquier cosa que pueda poner en peligro su dominación... cualquiera que ponga en cuestión su poder es castigado". "Los monjes descargaron a ciegas sus bastones sobre la muchedumbre... vertieron recipientes de pez hirviente sobre la gente que aullaba de dolor; aquí uno con la cara quemada, allí otro gimiendo molido a golpes". "Los castigos pueden caer sobre la familia del responsable de un delito incluso bastante leve, véase imaginario".

También en delitos menores como el juego "los monjes son inexorables... más de una vez ha sucedido que alguien muriese tras la flagelación de rigor, la pena habitual". "Había esposas de todos los tamaños, incluyendo pequeñas para niños, e instrumentos para cortar narices y orejas, y quebrar manos. Para arrancar los ojos, había un gorro especial con dos agujeros que era presionado sobre la cabeza de manera que los ojos aparecían a través de los agujeros y podían ser arrancados con más facilidad. Había instrumentos para cortar las rótulas de las rodillas y los talones, o para cortar los tendones de las piernas. Había hierros de marcar, látigos, e implementos especiales para destripar".

Para delitos mayores, como a los responsables de las frecuentes revoluciones militares y guerras civiles que caracterizaban la historia del Tíbet antes de la reanexión en 1947 "se les reventaban los ojos con una espada". Algunos monasterios tenían sus propias prisiones privadas.

Fuentes: La ruta de las ratas - http://video.google.es/videoplay?docid=4866111877746501525# Artículo: La ruta de las ratas - Capitan Miller