domingo, 7 de agosto de 2016

MARACANÁ DEDICA UN SONORO ABUCHEO AL PRESIDENTE INTERINO DE BRASIL

La Vanguardia, 06/08/2016

[No me extraña que le abucheen: en su golpista a sueldo de las multinacionales.]

Los silbidos a Michel Temer resultaron inevitables en la ceremonia de apertura de los Juegos

Los organizadores lo retrasaron todo lo que pudieron y él mismo se hizo casi “invisible” en el Maracaná, pero los abucheos al presidente interino de Brasil, Michel Temer, resultaron inevitables en la apertura de los Juegos de Río 2016.

La megafonía ni siquiera mencionó su nombre. Temer, además, apenas si pronunció palabra en el mítico estadio carioca. Pero no sirvió. La ira de muchos de sus compatriotas contra el sustituto de la suspendida presidenta Dilma Rousseff parecía estar hoy casi programada de antemano como colofón a la fiesta de inauguración de los Juegos en Río.

Los gritos de “Fuera Temer” y los silbidos despiadados del público retumbaron apenas el mandatario dijo la frase que debía, en realidad, dejar paso a la fiesta tras el desfile de la delegaciones en el Maracaná y tras las intervenciones de los presidentes del Comité Olímpico Brasileño, Carlos Arthur Nuzman, y del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach.


“Después de este maravilloso espectáculo, declaro abierta la XXXI edición de los Juegos Olímpicos”, dijo Temer en el que debió ser uno de los discursos más breves dados en una inauguración olímpica. Pero ni siquiera el volumen repentinamente alto de la música ni los fuegos artificiales en el Maracaná consiguieron disimular el desafecto de los asistentes por el abogado de 75 años.

En Brasil se creía ya desde hace días que los organizadores tomarían hoy “medidas especiales” para evitar que la rechiflada a Temer opacase el espectáculo. El que en el estadio Maracaná no se pronunciase el nombre del mandatario no estaba en las especulaciones. La medida, en todo caso, fue inútil.

Y los abucheos contrastaron en todo caso con las ovaciones que se llevó la delegación brasileña o los aplausos incluso para Alemania, el país que propinó hace dos años a la “canarinha” la peor derrota futbolística de su historia con el 7-1 del Mundial. Dilma Rousseff se había negado de antemano a asistir a la ceremonia de hoy, diciendo que no aceptaba un papel “secundario” en la gala. Y el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, visto como el “padre” de estos Juegos, también se ausentó.

Temer asumió el poder de forma interina el 12 de mayo, después de que Rousseff fuera suspendida del cargo por acusaciones de haber maquillado los presupuestos públicos. Y el ascenso de Temer al poder es visto como parte de las intrigas políticas que han sumido a Brasil en una grave crisis institucional en los últimos meses y que han dañado la imagen del país en el mundo, justo cuando estaba en el centro de atención por la celebración de Río 2016.

Temer, electo como vicepresidente de Rousseff en 2014, podría seguir siendo presidente hasta las próximas elecciones si la mandataria es destituida definitivamente en las próximas semanas. Pero el político del centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) no es querido por la ciudadanía. Una encuesta reciente le daba apenas un 14 por ciento de popularidad a su Gobierno.

Las protestas contra Temer, en todo caso, ya se habían anticipado durante toda la jornada. Cientos de personas salieron a las calles de Río desde temprano para prepararle una jornada “caliente” al mandatario. Muchos simpatizantes de Rousseff se agolparon en las playas de Copacabana, colmadas de turistas y visitantes olímpicos, portando pancartas contra Temer.

También en las inmediaciones del Maracaná se congregaron manifestantes. Según el portal “O Globo”, al menos una persona resultó herida en enfrentamientos con la policía. Y ya desde la mañana los manifestantes en Copacabana vaticinaban de los silbidos que castigaron a Temer en el Maracaná. “Que va a haber abucheos es obvio”, decía Nivaldo Orlandi, un jubilado de 61 años. “Lo que no sé es si va a recibir algún aplauso”, consideró. Y es bastante posible que al final no lo hubiera.