@nsanzo
Slavyangrad, 02/08/2016
Artículo Original: Vzglyad
Imagen de propaganda publicada utilizada por Euromaidan Press en un artículo criticando la guerra informativa rusa en los inicios de la crisis ucraniana.
La agencia Aveiro LP, propiedad de un ciudadano de Ucrania, ha introducido en el Congreso de Estados Unidos una iniciativa para establecer un centro de análisis de información y respuesta diseñado para combatir la “desinformación rusa”, iniciativa que los expertos entienden como un paso más en la guerra informativa de Estados Unidos y Ucrania contra Rusia.
Según el texto de la “Propuesta para contrarrestar la guerra informativa de 2016”, el centro basaría su actividad en la identificación de cobertura mediática “engañosa”, fundamentalmente de Rusia y China, concretamente, “la campaña de desinformación compleja y a gran escala que busca tener un efecto desestabilizador”. Así lo refleja el documento según cita Life.
“En la última década la desinformación se ha convertido en un elemento clave del Gobierno ruso para perseguir objetivos políticos, económicos y militares en Ucrania, Moldavia, Georgia, los Balcanes y otros países de Europa central y oriental”, afirma el texto de la propuesta. Según los autores del documento, el Gobierno de Estados Unidos debería luchar de forma exhaustiva contra la desinformación extranjera. Para ello, se debe crear, en un tiempo inferior a 180 días tras la aprobación de la ley, el mencionado Centro de Análisis de la Información y Respuesta.
A la cabeza del Centro estaría el Secretario de Estado de Estados Unidos junto a un comité que debe incluir al departamento de Defensa, el director de USAID, el director de BBG [Broadcasting Board of Governors, agencia del Gobierno de Estados Unidos que supervisa las transmisiones de radio y televisión no militares], el director de inteligencia y un número de altos cargos. El comité debe reunirse al menos una vez cada tres meses.
Para sus actividades durante el periodo 2017-2018, el Centro solicita alrededor de veinte millones de dólares. El presupuesto se utilizaría para la propia organización y para becas a prensa independiente, periodistas y activistas. Parte del presupuesto también se destinaría a apoyar a la prensa independiente local, recopilar información sobre la desinformación por parte de los adversarios de Estados Unidos, analizar los mecanismos de propaganda y desarrollar un plan de acción para contrarrestar dicha propaganda.
Un documento similar fue presentado en mayo de este año en el Senado bajo el nombre “Propuesta contra la propaganda extranjera y desinformación de 2016”. Según fuentes de páginas del Gobierno de Estados Unidos abiertas al público, la propuesta S.2692 fue introducida por la firma Aveiro LP. La compañía se registró en 2015 en Irlanda del Norte. Según los documentos disponibles en el registro oficial de actividades de compañías extranjeras, la directora de Aveiro LP es una ciudadana ucraniana llamada Yulia Belousova.
Aveiro LP contrató para presionar por la propuesta S.2692 a dos lobbies de Estados Unidos: Wiley Rein LLP y MKW Group. Cada una de esas firmas recibió un pago de 30.000 dólares por su actividad de lobby en el Senado. Wiley Rein LLP recibió 30.000 dólares en el primer cuarto de 2016 para “ejercer de lobby en favor de Ucrania independiente” en el marco de la propuesta S.2692 en el Congreso, el Senado y el Consejo de Seguridad Nacional. MKW también recibió 30.000 dólares en el mismo periodo para “promover los intereses y apoyar a Ucrania independiente” en el marco de la propuesta S.2692 en su relación con el Departamento de Estado.
El profesor del Departamento de Política Comparativa Yuriy Pochta insiste en recordar que la importante influencia de los lobbies en la política estadounidense y sugiere también que el trabajo de los lobbies puede ser de dos direcciones: los mismos que pagan para promocionar propuestas en el Congreso pueden recibir dinero de las autoridades estadounidenses.
“Ahora mismo, Ucrania es un socio importante para Estados Unidos a la hora de conseguir sus intereses geopolíticos en los territorios de Eurasia. En un buen número de áreas, los políticos y la prensa de Ucrania pueden actuar en beneficio de Estados Unidos, especialmente en todo lo relacionado con la contención de Rusia y la guerra informativa”.
“Además, las mismas empresas y políticos ucranianos que presionan por aprobar propuestas en el Congreso pueden obtener ganancias. Y el público estadounidense verá que «no solo estamos nosotros, los ucranianos también apoyan nuestras leyes». Es una forma habitual de actuar de la política de Estados Unidos, que trata de demostrar que sus actos reciben el apoyo de la comunidad internacional. En este caso, Ucrania actúa de la misma forma que lo hace Estados Unidos”, explicó el analista.
Pochta también apuntó que el establecimiento del Centro de Análisis de la Información y Respuesta es el siguiente paso en la guerra informativa de Occidente contra Rusia. “Es un renacimiento de la Guerra Fría, esta vez con uso de nuevas tecnologías. El objetivo es evitar la influencia de la información rusa. El centro comenzará a conceder becas, a atraer a ONG’s para influir en los medios y preparará a grupos, como por ejemplo periodistas en Ucrania”, explicó. “Por desgracia, la guerra informativa está en pleno auge”.
Antes, ya se había informado de ONG’s ucranianas que habían pagado por promover sanciones contra Rusia en el Congreso estadounidense.