sábado, 1 de junio de 2013

PEPE MUJICA, EL PRESIDENTE QUE CEDIÓ SU PALACIO A LOS POBRES

Librered, 01/05/2013

[Como dirían nuestros periodistas: otro ejemplo de populismo. Ya podían tomar notas los políticos españoles...]

Pepe Mujica y Hugo Chávez


José Mújica, presidente de Uruguay, presentó hace un año una idea que sorprendió a todo el mundo. En junio llega el invierno a Uruguay y miles de indigentes ven que no tienen donde cobijarse.

Los albergues a disposición de las personas sin hogar se llenan y son muchos los que tienen que pasar la noche en la calle. Ante este problema Mújica decidió ofrecer el palacio presidencial como alternativa para dar refugio a estas personas.

La idea provocó un gran revuelo, aunque Mújica matizó que las instalaciones del edificio solo se utilizarían para este fin en el caso de que los albergues de Montevideo se viesen desbordados. Ya el año pasado se planteó la posibilidad de ofrecer alojamiento en el palacete, a una madre y a su hijo, aunque al final fueron acogidos en un refugio ministerial.

El palacio presidencial uruguayo se conoce como ‘la casa de Suárez y Reyes’ y hace tiempo que no se le da el fin para el que fue construido: alojar al presidente de Uruguay. José Mújica decidió seguir en su vivienda habitual después de ser elegido como dirigente del país latinoamericano. La casona no cayó en el abandono, pues aún se utiliza para algunas recepciones a mandatarios extranjeros y para celebrar reuniones del Consejo de Ministros cuando se estima oportuno. Aun así, muchas instalaciones del palacio quedaron sin recibir ningún tipo de uso.

Mújica sigue en la misma casa en la que vivía antes de ser elegido presidente. Está en una finca humilde y no tiene más de lo que necesita: una sala de estar, una cocina y una habitación.

Este presidente tan poco común cuenta con un pasado más propio del protagonista de una novela que de un primer ministro. En su juventud luchó como guerrillero tupamaro. Durante este periodo fue herido de bala en seis ocasiones. En su vida ha pasado cerca de 15 años en prisión, de donde salió amnistiado en 1985. Desde entonces se ha centrado en la política, tarea a la que se dedicará “mientras viva”, según declaró hace un año a un reportero de la BBC.