sábado, 12 de marzo de 2022

VLADI ORLOV, BALONCESTISTA HISPANO-UCRANIANO, EX DEL COB: «AL PRESIDENTE DE UCRANIA LE CONVIENE LO QUE ESTÁ PASANDO Y LA OTAN Y ESTADOS UNIDOS BUSCABAN ESTO»

María Teresa Rodríguez Vázquez

La Voz de Galicia, 02/03/2022

[Vaya, vaya... Éste es el tipo de ucraninos que rara vez sale en los medios. Un tipo muy valiente y con bastante más cerebro que la mayoría de expertos al uso que aparecen en nuestros mass mierda.]


El pívot, que jugó brevemente en el Leyma Coruña y en el COB de LEB Oro, afirma que sus familiares están refugiados en sus casas o en el metro de Jarkov, la segunda ciudad de Ucrania, situada en la frontera con Rusia

Volodymyr Orlov, conocido en el mundo del baloncesto como Vlady Orlov, es un pívot hispano-ucraniano de 26 años que, en su ya larga trayectoria como jugador, formó parte temporalmente de las plantillas del Leyma Coruña (2015/16) y del Club Ourense Baloncesto (2017/18) en la LEB Oro. Hoy milita en la LEB Plata con el Benicarló. 

Natural de Járkov (Ucrania), lleva desde los once años en España, pero casi toda su familia, padres, hermana, abuelos, sigue residiendo en su ciudad natal, que fue la primera, dice, en ser atacada por el ejército ruso. «Esta situación no se lleva muy bien. Duele ver lo que está pasando. Mi ciudad fue la primera afectada aunque hay bombardeos en casi todas partes». La mayoría de sus familiares y allegados, explica, «están refugiados en el metro, porque es anti bombardeos, o encerrados en casa». El metro de Járkov se ha convertido en un búnker. Por ahora subsisten con los suministros de víveres que tenían ya, pues con el estallido de la guerra y los bombardeos se cerraron las tiendas, explica. Pese a la gravedad de la ofensiva rusa sobre la ciudad en estos últimos días, sus familiares, afortunadamente, se encuentran bien.

Orlov es crítico con todos. «El 90 % de las noticias que salen aquí son falsas, porque España forma parte de la OTAN. El gobierno ucraniano les está diciendo a los civiles que salgan a luchar. Están vendiendo a la gente, les dan armas a personas que no saben usarlas y se están matando entre ellos. Lo que va a pasar en Kiev no tiene buena pinta», augura. 

Járkov es la segunda ciudad de mayor tamaño en Ucrania, con cerca de un millón y medio de habitantes, y es un importante centro industrial del país, también con fábricas de armamento. Está situada en la zona fronteriza de influencia rusa y es una provincia vecina de Lugansk y Donetsk, las dos reconocidas como repúblicas independientes por Rusia. Vladi Orlov afirma que aunque es de esa zona, se siente ucraniano. Remarca que no está a favor de lo que está haciendo el ejército ruso, aunque opina que este ha sido un conflicto espoleado por el actual gobierno de su país. Asegura que «Donetsk y Lugansk llevan ocho años sufriendo el genocidio del ejército ucraniano». Desde esa guerra civil en el 2014, en su país viven en una «tensión constante», añade, con dos mentalidades distintas y enfrentadas: una a favor de la OTAN y otra prorrusa.

«El gobierno ucraniano provocó esta situación. No puede amenazar a Rusia ofreciéndose a instalar bases militares de la OTAN en su frontera. Al presidente de Ucrania le conviene lo que está pasando. Esa zona del Dombás ya es independiente de Ucrania desde hace varios años y Rusia, con su intervención, dijo que su primer objetivo eran las bases militares que amenazaban su frontera», apunta Orlov. También cuestiona el papel de Occidente en esta crisis: «La OTAN y Estados Unidos prometieron protección al presidente ucraniano, él confió en ellos, y ahora se han echado atrás porque les interesa dejar a Rusia como villano. No defiendo la guerra ni lo que hace Rusia, pero la OTAN y Estados Unidos han buscado esto».

Como consecuencia, es «la gente de Ucrania y de Rusia la que está sufriendo por quienes tomaron decisiones incorrectas. Espero que esto pase rápido y con el menor número posible de víctimas», concluye. Al menos, con el baloncesto y durante sus entrenamientos, este jugador puede quitarse de la mente lo que está pasando en Ucrania. Pero, «abrir el móvil es un golpe de realidad». 

Vladi Orlov lleva cuatro años sin ir a Ucrania. Esperaba ir el año pasado, pero se anuló su vuelo por el coronavirus y este año tendrá que esperar a ver cómo evoluciona la guerra.