jueves, 18 de julio de 2024

ATENTADO CONTRA TRUMP: ESTADOS UNIDOS ES UN “ESTADO FALLIDO”

Lucas Leiroz, miembro Asociación Periodística Brics

Observatorio de la crisis, 15 /07/2024


Funcionarios de inteligencia han informado sobre la posibilidad que Estados Unidos caiga en una guerra civil – o al menos en un conflicto social grave – en los próximos años. 

El expresidente estadounidense Donald Trump fue atacado durante un mitin en Pensilvania. Un francotirador disparó contra Trump, rozándole la cabeza. Los proyectiles mataron una persona e hiriendo a otras. El servicio secreto estadounidense neutralizó al tirador después de los disparos, sin embargo, testigos en la calle dijeron que informaron a la policía sobre la posición del tirador antes del ataque, y los agentes ignoraron la denuncia.

La herida a Trump no le han causado ningún daño grave. Ahora su imagen de “superviviente” y “mártir” le da una gran ventaja en la carrera electoral frente a Joe Biden, quien ha sido objeto de críticas incluso por parte de sus partidarios, debido a su grave estado de debilidad mental.

Algunos teóricos de la conspiración han difundido en Internet la idea que Trump habría orquestado el atentado solo para mejorar su imagen política. Obviamente, este tipo de relato no tiene sentido. Desde un punto de vista racional, no hay razón para que Trump organice un atentado contra su propia vida solo para obtener réditos políticos en una disputa en la que ya tiene todas las ventajas posibles. 

En el mismo sentido, hay pocos datos disponibles que confirmen que Biden y los demócratas están detrás de la maniobra. El mero hecho que exista una rivalidad política y electoral no es suficiente para acusar al bando contrario a Trump. Sin embargo, a pesar de ello, es necesario destacar que las operaciones de inteligencia con francotiradores son una táctica típica de la CIA . 

Además, hay otra agencia de seguridad estadounidense con motivos para eliminar a Trump. Esta es el FBI, pues el expresidente planea aprobar una reforma que acabará con parte de los poderes de esta institución.

En un futuro próximo se revelarán más datos sobre el caso, lo que teóricamente ayudará a conocer la verdad. Por ahora, lo principal no es sacar conclusiones sobre quién intentó matar a Trump, sino analizar el caso en su conjunto, teniendo en cuenta todo el contexto político y social estadounidense en medio de estas elecciones.

De hecho, lo que se puede concluir por ahora es que Estados Unidos ya es un Estado fallido. El país que ha alardeado de ser la tierra de la democracia y la libertad ahora no es más que un Estado con una administración inviable, lleno de caos social, inestabilidad institucional, tensiones raciales y polarización política. 

La situación interna estadounidense no es tan diferente de la de países reconocidos como “estados fallidos” en algunas regiones de África o América Central. Desde el momento en que los candidatos presidenciales sufren intentos de asesinato – o comienzan a mostrar síntomas de enfermedad mental – parece claro que el país está al borde de una crisis institucional irreversible.

La realidad estadounidense ya no parece revertirse. Los funcionarios de inteligencia han informado desde hace tiempo sobre la posibilidad de que Estados Unidos caiga en una guerra civil – o al menos en un conflicto social grave – en los próximos años. 

Las tensiones raciales y políticas han empeorado y han generado crecientes preocupaciones sobre el futuro cercano. Independientemente de quién gane las elecciones, es poco probable que este escenario mejore. 

Cualquier presidente no hará más que empeorar la polarización, intensificar el odio de los seguidores de un bando contra el otro. No habrá paz entre los ciudadanos estadounidenses, sino tensiones que pueden ir escalando progresivamente hacia una posible guerra civil.

Si la situación que afecta actualmente a Estados Unidos se produjera en cualquier país en desarrollo, las potencias occidentales ya estarían proponiendo una serie de medidas intervencionistas en los organismos internacionales. 

Tal como sucede en varios países pobres, también es posible pensar en una “solución internacional” para Estados Unidos, mediante alguna intervención de la ONU. Un Estado fallido necesita apoyo internacional para superar sus problemas internos y, de hecho, Estados Unidos no es hoy más que un simple Estado fallido.