sábado, 15 de julio de 2017

YA NO SE PUEDE UNO FIAR NI DEL PARTE METEOROLÓGICO

Recuerdo que oí en alguna parte que lo único fiable y no manipulado de la información del telediario es el parte meteorológico. Quien lo decía lo hacía con tono hiperbólico. Sin embargo, la realidad es aún peor: ya hasta la información meteorológica es susceptible de estar intoxicada. Esto es lo que ha pasado con la tan cacareada segunda ola de calor del verano. De la primera, de la de junio, no hay duda que fue una ola de calor pero la de la semana pasada se ha convertido en ola de calor generalizada y apocalíptica con bastante ayuda de los mass media. Especialmente escandaloso ha sido cómo los medios han fabricado un récord de temperatura que simplemente es falso.

Es verano. No vayas a la piscina. No escuches 
los Beach Boys. Ten miedo. Mucho miedo.

Resulta que según nuestros periodistas el pasado jueves 13 de julio se batió el récord de temperatura máxima en España en Montoro (Córdoba) con 47,3 ºC, una décima más que el récord oficial que ostentaba Murcia desde 1994. Sin embargo un día después, en La Verdad de Murcia (quizá por aquello de la rivalidad cainita que existe entre las regiones de nuestra piel de toro) aparece un artículo en el que se pone en cuestión el récord de Montoro por el galimatías que es la medición de temperaturas en España. Al parecer la AEMET usa varias redes para medir las temperaturas. Hay una red principal, en la que el pasado jueves Córdoba-Aeropuerto dio la máxima 46'9 ºC (que, como bien señala La Verdad está por debajo del récord murciano del 94), otra secundaria, en la que Montoro marcó la temperatura más alta y otra automática. De estas redes las dos últimas son menos fiables ya que sus mediciones tienen un margen de error de entre 0,5 y 1 ºC. Con lo cual, si esto es cierto invalidaría el récord. Por otra parte, se sabe que hay parajes en los que se alcanzan temperaturas muy altas pero no hay termómetros de la AEMET. Pero lo mejor es cuando el periódico La Verdad cita al Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante para recordarnos que Inocencio Font Tullot, antiguo director del Servicio Nacional de Meteorología (precursor de la actual AEMET), ya dejó constancia de que el mayor valor del que hay registro en España fueron 52 ºC en el embalse del Guadalmellato (Córdoba) en fecha tan lejana como 1916. También ha señalado este organismo que hay constancia de temperaturas más altas que los años 70, p. ej., los 50 ºC en Berja y Alhama de Almería.

Todo esto se vio corroborado por un artículo titulado ¿Record absoluto de temperatura en España: Montoro 47.3 ºC? en el conocido sitio web de meterología eltiempo.com donde se nos habla de mediciones de los años 90 superiores a las que se efectuaron en Montoro el pasado jueves; en concreto, los 48 ºC de Utrera (Sevilla)de julio del 95, de Montoro (de nuevo el pueblo de Córdoba, no el Ministro de Hacienda) también de julio del 95 y de Totana (Murcia) de julio del 94. Estos datos son fiables porque están validados pero no son "oficiales" simplemente porque no pertenecen a la red principal de la AEMET (así es de arbitrario el asunto).


La parte contratante de la primera parte, etc., que diría Groucho.

Ahora habría que explicar cómo nos han colado este falso récord. Y la respuesta es muy sencilla: la BBC y la Metoffice británica, tan pronto como se conoció el dato de la temperatura de Montoro del pasado jueves lo proclamaron a bombo y platillo a los cuatro vientos sin esperar a confirmarlo. Ahora uno se puede poner a matizar y puntualizar lo que quiera que ya en la mente del público en general el récord es válido porque "lo ha dicho la TV". Aquí hay que recordar que, como explicaba el experto en climatología británico Nigel Calder en el documental de la BBC, The Great Global Warming Swindle, en los años 80 la señora Thatcher sobornó y manipuló a la Met Office (la AEMET británica) para que se dedicara a propagar el pánico al calentamiento global para, de esta manera, machacar a los mineros británicos (la quema de carbón produce CO2) y promover la energía nuclear (libre de CO2 pero no de cáncer).

Cómo les gusta el calorcillo hispano a estos británicos.


Y por último el porqué. Está muy claro que el propósito es el de inducir el pánico generalizado al famoso calentamiento global apocalíptico que, según nuestros medios, destruirá no tardando nuestro planeta. Desde los años 70 es cierto que hay un calentamiento global pero no es el apocalipsis sino un proceso natural. Pero como a los mass media no les salen las cuentas las trucan a mayor gloria de la Iglesia de la Calentología. Todos los veranos nos hablan de un récord de temperaturas pero, como hemos visto en el caso de España y también en el del resto del planeta (el más alto a nivel planetario sigue siendo los casi 57 ºC del Death Valley, EE.UU. de 1913), hace más de un siglo que no se baten récords de temperaturas altas. En fin, que ya no se puede uno fiar ni del parte meteorológico.


Y cómo les gusta el sensacionalismo 
(y los termómetros al sol) a nuestros medios