jueves, 29 de febrero de 2024

MONGOLIA PADECE LA MAYOR NEVADA DESDE 1975

mpr21, 26/02/2024

Este invierno Mongolia se ha visto cubierta por una alfombra de nieve sin precedentes. Por primera vez en casi medio siglo, el país, conocido por sus extensiones escarpadas y su cultura nómada, ha quedado cubierto por una nevada promedio de 9,6 milímetros, que es la mayor desde 1975.

Supone un 60 por cien más de nieve que el promedio de años anteriores. El invierno de 2009-2010 fue el último en el que Mongolia experimentó una gran nevada, con 8,5 milímetros en todo el país, lo que suponía un 40 por ciento más que la media.

El impacto de este extraordinario fenómeno meteorológico se ha dejado sentir en casi todas las provincias, con más del 80 por cien del territorio bajo una espesa capa blanca.

Hay que tener en cuenta que Mongolia tiene una superficie de 1,56 millones de kilómetros cuadrados, lo que equivale al tamaño de Reino Unido, Francia, Alemania e Italia juntos.

El 19 de febrero el gobierno mongol anunció que el temporal había causado una víctima mortal. Al mismo tiempo puso en marcha medidas de socorro, proporcionando ayuda esencial, como alimentos, combustible y piensos para el ganado, a las zonas rurales.

A medida que la nieve continúa acumulándose, las consecuencias son terribles. En un país nómada, los desplazamientos han quedado interrumpidos. La nevada extrema ha provocado la pérdida de 667.841 cabezas de ganado, un recurso vital para muchos de los habitantes de Mongolia. No sólo es un golpe directo al suministro de alimentos y la estabilidad económica de numerosas familias, sino que también plantea dudas sobre la seguridad alimentaria a largo plazo y el tejido socioeconómico de las comunidades rurales.

La nevada récord en Mongolia no es un evento aislado sino un hito significativo en la historia climática del país. Las nevadas récord de este invierno han afectado a varios sectores, incluidos la agricultura y el transporte, alterando gravemente la vida cotidiana.

Este invierno ha quedado grabado en los anales de la historia de Mongolia no sólo como un fenómeno meteorológico sin precedentes, sino también como un crudo recordatorio del formidable poder de la naturaleza, que ha captado la atención de los meteorólogos.