sábado, 3 de septiembre de 2022

MUERTE DEL LIQUIDADOR GORBACHOV

Georges Gastaud

Investig'action, 31/08/2022 



Mijail Gorbachov murió el martes en Rusia a la edad de 91 años. Autor del "Nuevo desafío leninista", Georges Gastaud vuelve sobre la muerte del último líder soviético. En Occidente, muchos saludan el humanismo y la valentía del hombre que había intentado democratizar la URSS y que había puesto fin a la guerra fría. Lo que también le había valido el Premio Nobel de la Paz en 1990. Pero para Georges Gastaud, no podemos prescindir de un repaso a las grandes reformas emprendidas por Gorbachov. Treinta años después, está claro que el capitalismo ha ganado en toda la línea y que la guerra fría se ha vuelto caliente. “¡Más que nunca, lucha por el socialismo y la paz mundial bajo la bandera proletaria del marxismo-leninismo! », llama a Gastaud. (IGA)

La muerte de cualquier ser humano nos recuerda a todos la tragedia de nuestra condición, y desde este aspecto, la desaparición de MS Gorbachov nos recuerda esta triste verdad.

Sin embargo, como militantes del comunismo, la paz, la solidaridad antiimperialista, la soberanía de los pueblos y el progreso social, dejaremos que la gran, mediana y pequeña burguesía, la socialdemocracia contrarrevolucionaria, los seudosindicalistas subyugados a la UE, los La "izquierda" subyugada a la OTAN y todos los falsos revolucionarios del mundo entero pretenden enlutar a este pobre personaje: la historia dirá quién merece prevalecer, en la siniestra herencia política de Gorbachov, su felonía desinhibida o su desmesura sin límites, si no... ambas. al mismo tiempo.

Ciertamente no estamos entre los que consideran que todo iba bien en la URSS y en el campo socialista antes de que la camarilla liquidadora de "Gorby", Shevarnadze y otros Yakovlev tomaran el control en Moscú. Desgraciadamente, los fenómenos negativos se venían desarrollando desde hacía mucho tiempo en la URSS y, en muchos puntos, la aplicación de los principios del socialismo y del leninismo que habían permitido a la URSS derrotar a Hitler y convertirse en la segunda potencia industrial y científica del mundo, dejaba mucho que desear. Queda el hecho de que, mientras ondeaba sobre el Kremlin la bandera roja estampada con los emblemas obrero y campesino, los soviéticos vivieron sin miedo al desempleo, a la miseria y al mañana, el capitalismo-imperialismo mundial estaba atemorizado, los pueblos en lucha, desde Vietnam a Angola recibieron apoyo fraterno, el equilibrio de poder entre Capital y Trabajo, entre fascismo y antifascismo permitió a los trabajadores occidentales disfrutar de importantes logros, los derechos de las mujeres avanzaron poco a poco en el mundo, Francia aún no se había convertido por completo en la alfombra de Berlín y Washington. En cuanto a la esperanza de un mundo nuevo libre de explotación, inspiró la acción de millones de hombres y mujeres en todo el mundo.

Sin embargo, bajo el pretexto de "privilegiar los valores universales de la humanidad sobre los intereses de clase del proletariado" (tal era el llamado "nuevo pensamiento político" de Gorbachov, esta forma acabada del revisionismo moderno), Gorbachov y su camarilla capitularon en campaña abierta por todos los terrenos, no sólo militar, sino político e ideológico, ante el chantaje anticomunista y criminal de exterminio de la humanidad de Reagan, Thatcher y Kohl, cobardemente seguidos en este camino de muerte por los socialimperialistas Mitterrand. Es este chantaje sin precedentes expresado por la horrible consigna de la reacción internacional "¡Mejor muertos que rojos!", un chantaje que Nixon resumió cínicamente así: “los líderes rusos deben saber que tendrán la guerra si no cambian su sistema comunista”. Y fue en 1984 cuando culminó, por iniciativa de los líderes euroatlantistas, la crisis de los euromisiles: consistió en poner a Moscú a 5 minutos de los disparos de los Pershing II colocados por Washington en Alemania, Holanda e Italia. Yuri Andropov y Konstantin Chernenko, los últimos líderes comunistas de la URSS y el PCUS, todavía tomaron fuertes represalias contra este chantaje consistente en tomar a la humanidad como rehén nuclear en un intento de destruir el socialismo existente y consolidar la hegemonía estadounidense que había hecho temblar la histórica victoria de Vietnam menos de diez años antes…

Explotando este clima global explosivo para dejar de lado a sus rivales y obtener altas responsabilidades en Moscú, el clan Gorbachov, ¡que desde entonces ha exhibido su determinación no reconocida y desde hace tiempo de destruir el sistema socialista! – cedió en toda su línea a las demandas americanas de la época al pretender cambiar las relaciones socialistas de producción heredadas de octubre de 1917 por la “convergencia” Este-Oeste. Ahora bien, este trueque del tipo neo-Munich sólo puede ser un enorme engaño, tanto el capitalismo es sinónimo de guerra, ya que el imperialismo contemporáneo es más fascista y porque, en una palabra, la causa del socialismo-comunismo es inseparable de la de la paz y la emancipación humana. Luego vimos a Gorbachov y Bush padre reunirse en un barco de guerra frente a soviéticos y de los pueblos del mundo, el abyecto pacto contrarrevolucionario que, a cambio de quién sabe qué arreglos entre los halcones norteamericanos y los dirigentes de la futura Rusia antibolchevique, pasó por la traición a los comunistas de la RDA, por el desmantelamiento unilateral del Tratado de Varsovia, por el abandono de los países socialistas europeos a la UE desafiando los enormes sacrificios hechos por el Ejército Rojo, por un golpe de estado coorganizado en Bucarest por el CIA y KGB, por el abierto abandono del leninismo al congreso final de un PCUS totalmente dividido, desmoralizado y desorientado. Cómo no mencionar los siniestros Acuerdos de Munich (1938) donde ya, los líderes capitalistas franceses e ingleses habían afirmado "apaciguar" a Hitler cediendo ante él en todos los terrenos y de donde habían dibujado el deslumbrante apóstrofe de Churchill: "Tuviste que elegir entre la guerra y la deshonra, has elegido la deshonra y tendrás ¡la guerra! ¡la guerra!" …Quién no ve hoy, como ya decíamos en su momento, que la Rusia “poscomunista” legada por Gorbachov y por su enemigo hermano Yeltsin no trocó socialismo por paz: al contrario la vergonzosa contrarrevolución regateadora acordada por Gorbachov no ha hecho más que aumentar el peligro de guerra imperialista contra el pueblo ruso y todos los pueblos! 

No contento con ceder ante los capitalistas sin ningún quid pro quo geopolítico serio (a cambio de vender la RDA socialista a la RFA capitalista, Gorbachov ni siquiera le exigió a Bush que la reiterada promesa verbal de los estadounidenses de no extender la OTAN al Este de la RFA "unificada" está escrita en un tratado en buena y debida forma: ¡vemos el resultado hoy!), Gorbachov nunca dejó de confundir a los trabajadores de la URSS y del mundo entero. ¿No presentó como "reaccionarios" a los que, en el PCUS, querían salvar el socialismo, y como líder de la "izquierda progresista" al borracho thatcherista Yeltsin que quería repartir la URSS, separar a los rusos de los demás pueblos de la URSS, restaurar completamente el capitalismo, prohibir el PCUS (en nombre del anti-totalitarismo y el "pluralismo",

“Reconocéis el árbol por sus frutos” está escrito, de forma muy materialista, en los Evangelios. Pues bien, los frutos de la hipertraición de Gorbachov y de la contrarrevolución mundial provocada por la llamada perestroika, los vemos hoy donde el gran capital impone su lógica a un número muy grande de países, donde el culto a todos- Las ganancias dan como resultado perturbaciones ambientales aterradoras, donde el pueblo ruso está más amenazado que nunca por la OTAN, donde la UE se transforma en un imperio supranacional que pisotea los derechos sociales y empuja a la conflagración este-oeste, donde los derechos de las mujeres son amenazados desde los Estados Unidos hasta estados bajo la dictadura fundamentalista (empezando por este Afganistán que Gorbachov abandonó a los talibanes y sus patrocinadores de la CIA), donde pueblos enteros (Palestina, Irak, Libia, Siria, Sudán, Venezuela…) son literalmente torturados o sitiados, donde la UE criminaliza a los partidos comunistas de Europa del este mientras se alía con el régimen pro-nazi en Kiev. Y donde la socialdemocracia europea, después de haber ayudado al imperialismo a derrotar la revolución, se convierte casi en todas partes en el secuaz de las contrarreformas y del exceso de armamento de la OTAN: en resumen, el balance histórico del gorbachovismo es la "reacción en toda la línea", como hubiera dicho Lenin... 

Afortunadamente, treinta años después de esta inigualable traición (¡porque hasta Judas Iscariote se supone que se ahorcó después de haber entregado a su Maestro, mientras que Gorbachov, hiperdespreciado por el 95% de los rusos, se ha convertido en una estrella occidental!), el capitalismo-imperialismo-hegemonismo es mucho menos triunfante que en 1991. Frente a él están los BRICS, estos grandes estados con diversas orientaciones que ya no soportan la hegemonía del Tío Sam, su moneda mono global y su Armada devastadora. Inmensas huelgas vuelven a sacudir al mundo, desde India, donde bosques de banderas rojas invaden periódicamente Delhi, hasta Gran Bretaña donde el proletariado, tras haber impuesto el Brexit, pasa a la ofensiva para luchar contra los capitalistas ingleses. En breve, ya en 1989, oponiéndose indirectamente a Gorbachov y su deletéreo "nuevo pensamiento", Fidel Castro declaraba a los cubanos que  "existe la paz de los ricos y la paz de los pobres, la democracia de los ricos y la democracia de los pobres".: claramente, no debemos oponer, como el capitulador Gorbachov, los llamados “valores universales de la humanidad” a la lucha de clases por una sociedad sin clases que finalmente permita la fraternidad universal. ¡La URSS y el PCUS de la era de Gorbachov murieron por haber olvidado este núcleo duro del marxismo-leninismo, mientras que Cuba, que se mantuvo firme al respecto, se mantiene en pie! Corresponde a todos recordar esto y comprender que el futuro de la humanidad pasa por el socialismo, por el comunismo y por la construcción o reconstrucción en todas partes de poderosos partidos leninistas. Y sobre todo, por el rechazo categórico a quienes esconden su traición a su clase ya su país bajo el oropel de una falsa “innovación”.