lunes, 14 de junio de 2021

LA MUJER QUE MATÓ A SU HIJA CONFIESA QUE QUISO VENGARSE DE SU EXMARIDO

Toni Muñoz

La Vanguardia, 11/06/2021

[Esta noticia demuestra dos cosas: que las madres también matan a sus hijos/as y que ni a los medios ni al feminismo le interesa airearlo. ¿Por que aquí no hay feministas enfurecidas rodeando juzgados? Ah, claro, que la asesina es una mujer...]



¿Y matriarcal no?

El juez decreta prisión provisional sin fianza para la asesina confesa de su hija de solo 4 años en Sant Joan Despí

María Cristina Rivas, de 35 años, ha confesado ante el juez que mató a su hija para vengarse de su exmarido, de quien se había separado dos años atrás. "Lo hice por cuestiones relacionadas con mi expareja", ha afirmado este viernes en una declaración por videoconferencia desde el Parc Sanitari de Sant Boi donde se recupera de la sobredosis de medicamentos con la que intentó quitarse la vida tras cometer el crimen. Ha revelado que primero drogó a su hija con un ansiolítico y a la mañana siguiente la asfixió poniéndole una bolsa de plástico en la cabeza.  El juez de instrucción 7 de Sant Feliu de Llobregat ha decretado su ingreso en prisión provisional sin fianza.

El juez decreta prisión provisional sin fianza para la asesina confesa de su hija de solo 4 años en Sant Joan Despí

Una unidad del SEM frente a la vivienda ubicada en la avenida de Barcelona de Sant Joan Despí, Barcelona  Toni Muñoz

El crimen de la pequeña Yaiza de 4 años se cometió el pasado 31 de mayo. Los Mossos hallaron los cuerpos de la menor junto a su madre insconscientes en el domicilio donde vivían en  el barrio de Sant Pancraç de Sant Joan Despí. La pequeña no tenía pulso pero a su madre la pudieron reanimar y fue ingresada en el hospital Moisès Broggi desde donde próximamente será enviada un centro penitenciario. La mujer ha reconocido que llevaba un par de meses planeando matar a la pequeña y luego quitarse la vida para perjudicar a su exmarido. De hecho, el fin de semana anterior a los hechos, le mandó un mensaje a su expareja para retomar la relación, petición que fue rechazada, según han confirmado fuentes de la familia. 

La mujer drogó a la niña y luego la asfixió con una bolsa de plástico en la cabeza

Los Mossos en un principio pensaron que la madre había drogado a su hija e inmediatamente se había tomado un cóctel de pastillas para suicidarse pero la mujer ha aclarado que no fue así. La noche anterior le dio una Lorazepam a la niña que por la mañana no despertó, momento que aprovechó para ponerle una bolsa de plástico en la cabeza y acabar con su vida. Luego, llamó a la escuela para avisar que la niña no iría al cole porque no se encontraba bien. Después llamó a su trabajo, a la Clínica  Platón, para excusarse. Con las gestiones realizadas bajó a pasear al perro y cuando volvió al domicilio intentó  quitarse la vida. La abuela de la menor fue quien se encontró a su hija y a su nieta inconscientes y la que llamó a una ambulancia que finalmente pudo reanimar a la mujer pero no así a la niña. 

La familia lamenta la falta de solidaridad institucional

El padre de Yaiza y su familia lamentan la poca atención y apoyo que les han brindado las instituciones . “No han hecho ni un minuto de silencio, ni una condena pública. Las mujeres padecen este daño de forma estructural eso está claro, pero en este caso solo pedimos una muestra de solidaridad con un padre a quien le han matado a su hija por venganza. Pasa muy poco, pero a nosotros nos ha pasado”, señalan los familiares a La Vanguardia. 

Ocho días después del crimen, la consellera de Presidència Laura Vilagrà telefoneó al padre de la víctima para darle el pésame en nombre del Govern. Hasta entonces, la única muestra pública de solidaridad que recibió el padre fue de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, que llamó por teléfono al padre y publicó un tuit de repulsa por el crimen. 

La portavoz del Govern, Patrícia Plaja, dio públicamente el pésame el pasado martes durante la rueda de prensa posterior al consell Executiu, si bien reconoció que si la familia se había sentido poco acompañada por las instituciones era evidente que “se podía haber hecho mejor” y que debían “mejorarlo”.