Las marchas del martes por la tarde en la capital de Egipto, El Cairo, en contra de las polémicas decisiones de Morsi, han confluido en el palacio presidencial, donde miles de egipcios se han enfrentado con las fuerzas de seguridad.
El ministro del Interior se tomó en serio la convocatoria de la oposición “El último aviso” y los participantes en la marcha que querían acceder al palacio presidencial tuvieron que saltar las alambradas y los obstáculos colocados por la policía a primeras horas de la tarde a lo largo del perímetro del palacio y en las calles colindantes. Los antidisturbios, lanzando gases lacrimógenos, trataban de evitar que los manifestantes se acercaran a las puertas del edificio.
Los medios locales informan de que unas diez personas resultaron heridas en el altercado. “La policía ha lanzado dos o tres latas de gases lacrimógenos, y la gente se ha desmayado. Las ambulancias se han apresado a entrar para llevárselos”, según el bloguero The Big Pharaoh en su cuenta de Twitter.
Por otra parte, ya desde la mañana decenas de egipcios se movilizaron en la Plaza Tahrir y diferentes zonas del país árabe, convocados por los opositores, en protesta por “ilegítimo borrador de la Constitución” donde Mohamad Morsi se arrogaba poderes casi absolutos.
En un comunicado, varios grupos y formaciones políticas, entre las que se encuentran el Partido Egipcios Libres, el Partido Socialdemócrata Egipcio y los movimientos 6 de Abril, Kifaya y Jóvenes de Maspero, solicitaron que las marchas que se realizan para anunciar “El último aviso” sean "pacíficas".
Una información de Reuters sobre que Morsi había abandonado el palacio por cuestiones de seguridad generó un gran revuelo. El Ministerio del Interior de Egipto informó, no obstante, que tras su jornada laboral, simplemente volvió a su residencia habitual.
Las manifestaciones y acampadas contra el presidente Morsi se iniciaron tras su polémico decreto del pasado 22 de noviembre, donde se arrogaba amplios poderes.
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Da igual lo que proteste la gente en
la calle, para Time el fundamentalista
Morsi es un héroe.
