El País, 04/12/2012
Doce diarios egipcios y cinco canales de televisión hacen huelga contra las restricciones a la libertad de prensa incluidas en el borrador de Constitución.
En Egipto escasean los quioscos, al menos con el formato tradicional en España. Los egipcios suelen comprar los periódicos en tenderetes al aire libre con las pilas de cada cabecera esparcidas en el suelo, sobre un plástico o una lona. El martes, el espacio que ocupan estos informales puntos de venta se redujo a la mitad, pues 12 periódicos no salieron a la calle como protesta por la amenaza a las libertades que representan las últimas decisiones del presidente egipcio, Mohamed Morsi. El miércoles se unirán a la huelga cinco canales de televisión, cuyas pantallas permanecerán durante 24 horas en negro.
“Usted está leyendo este mensaje porque Egypt Independent objeta a las continuadas restricciones a la libertad de prensa, sobre todo después de que cientos de egipcios dieran sus vida por la libertad y la dignidad”, reza un mensaje en la página web de la versión en inglés del periódico Al Masry al Youm, uno de los más prestigiosos del país.
Además de esta cabecera, se han añadido a la huelga otros 11 periódicos privados, entre ellos Al Watan, Al Tahrir, Al Wafd, Al Ium 7, Al Dustur, Al Shuruk, o Usbua. El lunes, varios de ellos abrieron su portada con un mismo titular: “No a la dictadura”, acompañado por una foto de una figura humana hecha de papel de periódico encadenada en una celda.
Entre los canales que dejarán de emitir el miércoles figuran ONTV, CBC, Al Hayat, y Dream TV. En un panorama mediático con una fuerte presencia pública —el Estado posee tres periódicos de gran tirada y cerca de una decena de canales—, todos los grandes medios privados del país árabe se han sumado a la iniciativa, toda una advertencia para Morsi.
En sus respectivos comunicados, los medios justifican su acción en el peligro a las libertades que representan tanto la reciente declaración constitucional del rais islamista, por la que se arroga poderes cuasi absolutos, como el borrador constitucional aprobado el viernes por la Asamblea Constituyente. El presidente Morsi ha convocado un referéndum popular para ratificar el texto el próximo día 15.
El representante del Sindicato de Periodistas en la Asamblea constituyente se retiró a mediados de noviembre después de que el comité ignorara sus peticiones, entre ellas la inclusión de un artículo que prohibiera de forma expresa el encarcelamiento de periodistas por delitos de opinión. Asimismo, genera preocupación el hecho de que en los artículos 31 y 44 se prohíbe la ofensa a las “personas” o “profetas”, lo que resulta contradictorio con la libertad de expresión del artículo 45.
Los recelos de los reporteros hacia el Gobierno islamista derivan del procesamiento de varios periodistas el pasado verano acusados de haber insultado al presidente Morsi, o simplemente de haber publicado noticias falsas. El director de un periódico, Omar Afifi, llegó a estar en prisión preventiva. “Aquella fue la peor ola de ataques contra la libertad de prensa desde hacía muchos años. Ni tan siquiera [Hosni] Mubarak se atrevió a tal acoso”, sostiene Gamal Eid, director de una red de organizaciones de Derechos Humanos.
Por otro lado, no aminora la movilización en las calles contra las acciones de Morsi. Varios partidos y movimientos de la oposición agrupados dentro del “Frente de Salvación Nacional” han convocado para el martes por la tarde una marcha de protesta que finalizará en las puertas del palacio presidencial, en el barrio de Heliópolis.
Al frente político y mediático, se añade un tercero para el rais y su movimiento político: la judicatura. Los magistrados se encuentran divididos ante las llamadas a boicotear la supervisión del referéndum constitucional del día 15, lo que podría dificultar su celebración o su validez legal.