Contrainjerencia, 16/02/2015
Resumen Latinoamericano – Tres jóvenes de una misma familia musulmana fueron encontrados sin vida durante la noche del pasado martes en un apartamento cercano al campus Chapel Hill de la Universidad de Carolina del Norte, en el este de Estados Unidos.
Usuarios de las redes sociales han manifestado su indignación por la poca cobertura y difusión que han dados los medios de comunicación al terrible acontecimiento.
Luego de que la policía recibiera un reporte de disparos en la zona, se trasladó al lugar de los hechos donde identificaron a Craig Stephen Hicks de 46 años como el culpable de la muerte de Deah Shaddy Barakat de 23 años, su esposa, Yusor Mohammad Abu-Salha, de 21; y su hermana, Razan Mohammad Abu-Salha, de 19.
Hicks fue detenido por las autoridades del lugar, luego de que reconociera su culpabilidad en el asesinato de los jóvenes que recibieron varios disparos en la cabeza.
Hasta ahora no se ha revelado el móvil del crimen, sin embargo, según un comunicado emitido por la policía de Chapel Hill, informaciones preliminares indican que se motivó a una disputa vecinal por los puestos de estacionamiento.
Por otra parte, también se maneja la hipótesis de que se trate de un crimen de odio, debido a que el acusado ha publicado numerosos mensajes antireligiosos en sus redes sociales.
Datos de las víctimas
Deah Shaddy Barakat: Era un joven sirio-estadounidense, de 23 años; estudiante de segundo año en la Escuela de Odontología de la Universidad de Carolina del Norte y voluntario durante su tiempo libre para proporcionar suministros dentales y alimentos de manera gratuita a las personas sin hogar.
En conjunto con su compañero Ali Heydary, el joven además recaudaba fondos para Siria Dental Alivio, una organización enfocada en beneficiar a estudiantes sirios refugiados en Turquía, a través de atención dental, alfabetización en salud dental, motivación alumnos de odontología para dirigir sus proyectos futuros.
Por medio de sus redes sociales, Barakat demostró el gran amor que sentía por sus padres Layla Fanary Barakat y Namee Barakat, a quienes describió como los grandes padres que un niño puede pedir.
Yusor Mohammad Abu-Salha: Joven de 21 años quien contrajo matrimonio con Barakat el pasado 27 de diciembre de 2014. Ese mismo año, se graduó de biología humana en la Universidad Estatal de Carolina del Norte y planeaba comenzar estudios de odontología e la misma institución académica.
Razan Mohammad Abu-Salha: Era la hermana de Yusor, tenía 19 años de edad. En el 2011 egresó del Athes Drive High School y actualmente estudiaba arquitectura y diseño ambiental en la Universidad Estatal de carolina del Norte.
Razan apoyaba organizaciones benéficas como Global Deaf musulmana, que aboga por la igualdad de acceso al Islam para sordos e hipoacúsicos.
El asesino
Craig Stephen Hicks de 46 años de edad es un fanático antirreligioso que se define a sí mismo en su página de Facebook como un ateo convencido. A través de esta red social, el asesino de los jóvenes se ha publicado cantidades de publicaciones en contra de diversas religiones, entre las cuales destaca una donde indica que es “antiteísta” y contrario a cristianos, mormones y musulmanes.
“No soy ateo porque ignore la realidad de las escrituras religiosas. Soy ateo porque las escrituras religiosas ignoran la realidad”, dijo en otra de sus publicaciones.
Su penúltima foto, publicada el 20 de enero, muestra un revólver calibre .38. La imagen se titula “Yo” y en la leyenda Craig Hicks precisa que el arma está cargada y que dispone de otras cinco balas.
Medios de comunicación en silencio
Luego del suceso innumerables usuarios de las redes sociales han manifestado su indignación por la poca cobertura y difusión que han dados los medios de comunicación al terrible acontecimiento, y aseguran que esto se debe a que las víctimas son musulmanas.
Varios usuarios argumentaron que la atención mediática hubiese sido mucho mayor si los fallecidos hubiesen sido tres blancos estadounidenses y el asesino un musulmán.
En este sentido, se han podido leer en Twitter unos 300 mil mensajes con la etiqueta #ChapelHillShooting, mientras que alrededor de 20 mil comentarios han sido posteados con el hashtag #MuslimLivesMatter (las vidas musulmanas importan), no solo en EE.UU., sino también en reino Unido, Egipto, Arabia Saudita y varios países de Medio Oriente.
Asimismo, el portal web Cuatro, denunció que esta noticia ha pasado “sin pena ni gloria por los medios de todo el mundo. Pero ¿qué habría pasado si hubiese sido al revés, si el musulmán hubiese sido el asesino y los ateos las víctimas?
De igual manera, en honor a las víctimas, quienes estaban involucradas en en labores humanitarias, se creó una página en Facebook titulada “Nuestros Tres Ganadores”, donde se publicaron mensajes de condolencia y fotografías recientes de los fallecidos.
A la espera de resultados
El pasado miércoles durante una rueda de prensa, Karen Hicks, esposa del victimario, ofreció sus condolencias a la familia de las víctimas y aseguró estar impactada por lo sucedido; no obstante, sostuvo que el incidente no tuvo nada que ver con la religión o la fe.
Ante tales declaraciones, Mohammad Abu-Salha, padre de las dos jóvenes asesinadas indicó que Hicks había confrontado varias veces a su hija y a su esposo mientras portaba un arma en su cinturón, por lo que asegura que se trata de una crimen por odio.
Al respecto, la Casa Blanca no ha hecho ningún comentario, sin embargo, señaló que está a la espera de los resultados en las investigaciones.
“Sé que parte de esas investigaciones incluirán las circunstancias que pueden haber conducido a este acto de violencia (…) y los motivos que tuvo el sospechoso”, dijo el secretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest.
Por su parte, el Consejo Americano de Relaciones Islámicas solicitó a través de un comunicado emitido por su director, Jihad Awad, que se haga una investigación estatal y federal.
“Ante la naturaleza brutal de este crimen, los pasados posicionamientos antirreligiosos del supuesto perpetrador, la vestimenta de dos de las víctimas (en alusión al velo de las dos mujeres), y la creciente retórica antimusulmana en la sociedad estadounidense, urgimos a las autoridades estatales y federales a abordar rápidamente la especulación sobre un posible motivo de prejuicio en este caso”, reza el texto.
Con información de TeleSUR