Aporrea.org
[A pesar de haber sido escrito hace más de 4 años, con George W. Bush en la Casa Blanca, este lúcido análisis no deja de tener vigencia hoy día. Algunos ya nos dimos cuenta tras la guerra de Yugoslavia que el verdadero objetivo del expansionismo de la OTAN en el este es Rusia. De hecho, Zbigniew Brzezinski, nada menos que un ex director de la Trilateral Commission de Rockefeller, confesaba en su libro El gran tablero mundial que la clave para que la hegemonía mundial norteamericana no declinara era conseguir debilitar a Rusia dividiéndola en varios estados (tal como se hizo con Yugoslavia). El problema es que en el caso de Rusia, estamos hablando de una potencia nuclear.]
Robert Gates, Secretario de Defensa de EEUU, declaró recientemente estar cansando de repetir, junto con Bush y Condoleezza Rice, que "no tenemos intenciones de atacar a Irán” . En ese mismo sentido, la conocida revista Stratfor, la cual se ocupa de temas de seguridad y defensa, señaló en un artículo del 30 de enero pasado que: “el despliegue [del portaviones USS John Stennis] ha conducido a la especulación de que se está colocando a éste y su grupo de choque junto con el [portaviones] USS Eisenhower... A fin de incrementar la presión sobre Irán. Sin embargo, este despliegue... Es algo usual para la Armada de EEUU… en el apoyo de varias operaciones militares en el medio oriente… El despliegue del Stennis en el Golfo Pérsico no es en respuesta a nada que Irán haya hecho recientemente”. Más adelante Stratfor concluye: ”El movimiento del USS Stennis en el Golfo Pérsico no es algo anormal”.
Dice SunTzu en El Arte de la Guerra: Si ves a tu enemigo hablar con palabras engañosas, pero sigue haciendo preparativos, es que te va a atacar. La misma revista Stratfor deja entrever, sin embargo, la posibilidad de desplegar rápidamente en el Golfo Pérsico, “si fuera necesario”, otros dos portaaviones: el USS Truman y el USS Nimitz; además de otras naves de combate, buques escolta y portahelicópteros. Si recordamos que EEUU posee en total unos 10 portaaviones nucleares de la clase Nimitz, además del refaccionado USS Enterprise : ¿por qué desplegar una fuerza tan descomunal (real o potencial) en el Golfo Pérsico, si lo que se persigue, como sugiere interesadamente Stratfor, es proseguir con operaciones normales de rutina y maniobras de recertificación?
Sam Gardiner, un ex coronel de la fuerza aérea de EEUU, el cual ha participado en simulacros de ataques a Irán, declaró recientemente1: "[Robert] Gates dijo que no hay planes de guerra, pero sabemos que eso no es cierto. Probablemente quiso decir que no hay planes para un ataque inmediato… Todos los movimientos de las últimas semanas son precisamente los que se hacen cuando se va a realizar una ofensiva aérea. Debemos eliminar la teoría de que Estados Unidos no lo haría porque está demasiado ocupado con Irak".
El 13 de febrero, Prensa Latina recoge la exigencia de Moscú acerca de la aclaratoria de las palabras de Robert Gates, en su comparecencia ante el Comité de Defensa de la Cámara de Representantes de EEUU, cuando habló acerca la necesidad de contar con una “gama completa de oportunidades militares, incluidas las fuerzas terrestres para combatir contra grandes ejércitos y las unidades flexibles para llevar a cabo operaciones especiales en la guerra antiterrorista... No sabemos cuál será la evolución en lugares como Rusia, China, Corea del Norte e Irán”.
Ya el 10 de febrero, según reporta BBC Mundo, Vladimir Putin había dirigido duras palabras al Gobierno de Estados Unidos, en el marco de la Conferencia Internacional de Seguridad celebrada en Munich: "Un país, Estados Unidos, ha sobrepasado sus fronteras en todas las formas, y esto es muy peligroso. Ya nadie se siente seguro en el planeta porque ninguno se puede amparar bajo las leyes internacionales... El peligroso trato de Estados Unidos a las relaciones internacionales está alimentando una carrera nuclear".
Putin sabe que desde la caída del régimen comunista-reformista de Gorbachev, y el posterior desmembramiento de la URSS, EEUU y Europa Occidental han estado maniobrando, en un proceso paciente y metódico, en la dirección de ir aislando a Rusia de su entorno histórico y áreas de influencia. La “Revolución Naranja” en Ucrania y la “Revolución de las Rosas” en Georgia, preparadas ambas por la CIA, pero vendidas en el mundo entero como el fruto de “movimientos espontáneos”; es sólo dos de las más recientes acciones encubiertas del Imperio norteamericano, en la dirección de ir destruyendo paulatinamente la maniobrabilidad de Rusia en el escenario Euro-asiático.
Veamos la región que hace costas en el mar Caspio, empezando por el norte en el sentido de las agujas del reloj: Rusia, Kazajstán, Turkmenistán, Irán y Azerbaiyán. También es conveniente tener en cuenta que al norte del Caspio, Ucrania, aunque no tiene costas en ese mar, forma una “pinza” con Kazajstán; encerrando la región rusa comprendida entre las ciudades de Tsaritsin (antes Volgogrado o Stalingrado) al este y Rostov del Don al oeste. Cuando Hitler atacó Rusia en junio de 1941 lo hizo por tres frentes principales: al norte, hacia Leningrado (actual San Petersburgo), por el centro con dirección Esmolensko (Smolensk)-Moscú, y al sur hacia Kiev, tomando luego la ruta Rostov del Don-Stalingrado. Como sabemos, luego de un avance demoledor, los cuerpos de ejército alemanes fueron detenidos en las afueras de Moscú, Leningrado, y fundamentalmente en Stalingrado; cuyo sitio cobró la vida de al menos un millón de personas.
Me quiero referir al eje Rostov del Don-Stalingrado en Rusia, por la vía de Ucrania. Bush, al igual que Hitler, sabe que es posible aislar una enorme franja de territorio ruso entre Rostov del Don, Tsaritsin y las costas de los mares Caspio y Negro, Georgia y Azerbaiyán en el sur, en la región transcaucásica. Sin embargo, dos países bloquean el control total alrededor del sur de la Rusia europea: Siria e Irán. Siria es un país mucho más pequeño que Irán, con costas en el mediterráneo, y rodeado por Estados cuyos gobiernos son abiertamente pronorteamericanos: Turquía, Iraq, Jordania e Israel. EEUU y sus aliados europeos han trabajado desde hace mucho tiempo tratando de derribar el régimen sirio, fomentando, por ejemplo, conflictos en el cercano Líbano, y haciendo ver también que Siria apoya a la insurgencia en la guerra de Irak; con el fin de justificar una acción militar simultánea contra ese país, en la eventualidad de un ataque de EEUU a Irán.
El problema mayor, indudablemente, es Irán. Un país intacto, con pocas secuelas de la guerra que libró en la década de los 80 contra Irak (por instigación de EEUU), con más de 70 millones de habitantes, con un PIB de los más altos de la región, con una estructura social del Estado que cohesiona a su población a través de la religión, con iniciativas y desarrollo tecnológicos propios muy importantes; y con un enorme control estratégico sobre la costa este del Golfo Pérsico, desde Kuwait hasta más allá del estrecho de Ormuz (“la garganta del mundo”), en el Golfo de Omán. En resumidas cuentas, Irán es el último y más fuerte bastión a derribar por EEUU y sus aliados, en el control del paso entre medio oriente y el sur de Asia. La caída del régimen Talibán en Afganistán, y de Saddam Hussein en Irak, y el establecimiento de gobiernos títeres pro-norteamericanos en esos países, ha cercado peligrosamente a Irán al este y oeste; con el mar Caspio al norte y el Golfo Pérsico al sur.
EEUU necesita, sin embargo, una excusa para atacar a Irán. La supuesta existencia de armas atómicas en el país persa (al igual que las Armas de Destrucción Masiva en Irak, el Hundimiento del Maine en La Habana, o el incidente en la Bahía de Tonkim en Vietnam) es el falso motivo para iniciar explícitas operaciones militares contra Irán. EEUU sabe que ese país no posee artefactos nucleares; como sí los tiene por ejemplo Corea del Norte, y he allí porque atacan a uno y no lo hacen con el otro. El Imperio norteamericano, al igual que cualquier animal de presa, se lanzará contra los débiles, los enfermos, los descuidados o los incautos. En raras ocasiones atacará a una presa joven, fuerte, decidida y que forme manadas; a menos que se encuentre en una situación de desesperación y hambre extremas. Lamentablemente, EEUU está al borde de su existencia como nación dominante y hegemónica: histórico déficit fiscal, obsolescencia tecnológica, pérdida acelerada de influencia política, derrotas simultáneas en Irak y Afganistán; además de unas fuerzas armadas que devoran al menos la tercera parte del presupuesto gubernamental; amén de la torpeza, arrogancia, decadencia y sabelotodismo de su elite política. Ahora, cual fiera herida y acorralada, el Imperio norteamericano es en extremo peligroso.
La caída de Irán, posibilitará estrangular el sur de la Rusia europea, que como lo he dicho anteriormente, a través de un efecto “pinza”, permitiría cercenar un enorme trozo del territorio ruso, al mejor estilo de Hitler. La acción de los chechenos en Georgia y los conflictos separatistas en Osetia del Sur, en la misma región; es un buen caldo de cultivo para acciones militares que crearían incertidumbre, caos y enfrentamientos entre las distintas nacionalidades y grupos étnicos del sur-europeo de la Federación Rusa.
Desde hace mucho tiempo, los estrategas militares saben que Persia es la llave que abre la puerta de comunicación entre Europa y el sur de Asia. Putin sabe también que la toma de Irán traerá un efecto dominó sobre sus territorios sur-europeos que pudieran ser cercenados, bien sea por una acción directa (menos probable) de las fuerzas de EEUU-Europa en una eventual toma de Irán, o por acciones encubiertas de agentes del Imperialismo que inciten la secesión de nuevas “Repúblicas” en el Cáucaso Ruso. Ucrania y Kazajstán se prestarán, en forma activa o pasiva, en este desmembramiento.
Teniendo EEUU total control en el eje Pakistán (Musharraf)-Afganistán (Karzai)-Irán (?)-Irak (Talabani)-Siria (?), dominará toda la ruta que conduce a China desde Europa. Logrará además, proteger, de doble forma, toda la enorme frontera sur de la Rusia centro-asiática, “acorralándola” entre las ex repúblicas soviéticas de Kazajstán, Uzbekistán, Kirguistán y Tayikistán. Si Irán no es conquistado, el eje antes mencionado estaría (como está ciertamente en este momento) fracturado en dos grandes trozos. Siria es sólo la culminación natural de ese eje estratégico en las costas del mar mediterráneo.
A mi modo de ver, los objetivos del Imperio norteamericano son muy claros: a) aislar a Rusia de su influencia en su frontera sur; b) Desmembrar la región entre Rostov del Don, Tsaritsin, los mares Negro y Caspio; c) establecer una comunicación directa desde Europa hasta China, con el fin de presionar, amenazar y cercar a China, en una nada hipotética acción militar-comercial sobre la nación asiática; d) obligar a Moscú, por la vía de los hechos, dada la conquista de Irán, el estrecho de Ormuz, y los inmensos y ricos yacimientos de hidrocarburos del medio oriente, a la concesión de suculentas ventajas en la distribución de gas a Europa a través del gasoducto que cruza Ucrania; el arribo de un gobierno más “moderado” y “responsable” en el Kremlin; la prohibición de venta de equipos militares a “gobiernos díscolos”, como el de Venezuela, y el establecimiento de conversaciones con los grupos autonomistas y secesionistas rusos, con el fin supuesto de disminuir las “tensiones étnicas” de los distintos “pueblos” y “nacionalidades” que conforman la Federación Rusa, y que tendrían “derecho a la autodeterminación”. La hegemonía mundial, absoluta, corrupta y depredadora de EEU-Europa habría comenzado. La única salida que tendrían Rusia y China estaría sustentada sobre su armamento nuclear. El resto del mundo veríamos inermes, la destrucción de un planeta llamado tierra.
Me quiero referir al eje Rostov del Don-Stalingrado en Rusia, por la vía de Ucrania. Bush, al igual que Hitler, sabe que es posible aislar una enorme franja de territorio ruso entre Rostov del Don, Tsaritsin y las costas de los mares Caspio y Negro, Georgia y Azerbaiyán en el sur, en la región transcaucásica. Sin embargo, dos países bloquean el control total alrededor del sur de la Rusia europea: Siria e Irán. Siria es un país mucho más pequeño que Irán, con costas en el mediterráneo, y rodeado por Estados cuyos gobiernos son abiertamente pronorteamericanos: Turquía, Iraq, Jordania e Israel. EEUU y sus aliados europeos han trabajado desde hace mucho tiempo tratando de derribar el régimen sirio, fomentando, por ejemplo, conflictos en el cercano Líbano, y haciendo ver también que Siria apoya a la insurgencia en la guerra de Irak; con el fin de justificar una acción militar simultánea contra ese país, en la eventualidad de un ataque de EEUU a Irán.
El problema mayor, indudablemente, es Irán. Un país intacto, con pocas secuelas de la guerra que libró en la década de los 80 contra Irak (por instigación de EEUU), con más de 70 millones de habitantes, con un PIB de los más altos de la región, con una estructura social del Estado que cohesiona a su población a través de la religión, con iniciativas y desarrollo tecnológicos propios muy importantes; y con un enorme control estratégico sobre la costa este del Golfo Pérsico, desde Kuwait hasta más allá del estrecho de Ormuz (“la garganta del mundo”), en el Golfo de Omán. En resumidas cuentas, Irán es el último y más fuerte bastión a derribar por EEUU y sus aliados, en el control del paso entre medio oriente y el sur de Asia. La caída del régimen Talibán en Afganistán, y de Saddam Hussein en Irak, y el establecimiento de gobiernos títeres pro-norteamericanos en esos países, ha cercado peligrosamente a Irán al este y oeste; con el mar Caspio al norte y el Golfo Pérsico al sur.
EEUU necesita, sin embargo, una excusa para atacar a Irán. La supuesta existencia de armas atómicas en el país persa (al igual que las Armas de Destrucción Masiva en Irak, el Hundimiento del Maine en La Habana, o el incidente en la Bahía de Tonkim en Vietnam) es el falso motivo para iniciar explícitas operaciones militares contra Irán. EEUU sabe que ese país no posee artefactos nucleares; como sí los tiene por ejemplo Corea del Norte, y he allí porque atacan a uno y no lo hacen con el otro. El Imperio norteamericano, al igual que cualquier animal de presa, se lanzará contra los débiles, los enfermos, los descuidados o los incautos. En raras ocasiones atacará a una presa joven, fuerte, decidida y que forme manadas; a menos que se encuentre en una situación de desesperación y hambre extremas. Lamentablemente, EEUU está al borde de su existencia como nación dominante y hegemónica: histórico déficit fiscal, obsolescencia tecnológica, pérdida acelerada de influencia política, derrotas simultáneas en Irak y Afganistán; además de unas fuerzas armadas que devoran al menos la tercera parte del presupuesto gubernamental; amén de la torpeza, arrogancia, decadencia y sabelotodismo de su elite política. Ahora, cual fiera herida y acorralada, el Imperio norteamericano es en extremo peligroso.
La caída de Irán, posibilitará estrangular el sur de la Rusia europea, que como lo he dicho anteriormente, a través de un efecto “pinza”, permitiría cercenar un enorme trozo del territorio ruso, al mejor estilo de Hitler. La acción de los chechenos en Georgia y los conflictos separatistas en Osetia del Sur, en la misma región; es un buen caldo de cultivo para acciones militares que crearían incertidumbre, caos y enfrentamientos entre las distintas nacionalidades y grupos étnicos del sur-europeo de la Federación Rusa.
Desde hace mucho tiempo, los estrategas militares saben que Persia es la llave que abre la puerta de comunicación entre Europa y el sur de Asia. Putin sabe también que la toma de Irán traerá un efecto dominó sobre sus territorios sur-europeos que pudieran ser cercenados, bien sea por una acción directa (menos probable) de las fuerzas de EEUU-Europa en una eventual toma de Irán, o por acciones encubiertas de agentes del Imperialismo que inciten la secesión de nuevas “Repúblicas” en el Cáucaso Ruso. Ucrania y Kazajstán se prestarán, en forma activa o pasiva, en este desmembramiento.
Teniendo EEUU total control en el eje Pakistán (Musharraf)-Afganistán (Karzai)-Irán (?)-Irak (Talabani)-Siria (?), dominará toda la ruta que conduce a China desde Europa. Logrará además, proteger, de doble forma, toda la enorme frontera sur de la Rusia centro-asiática, “acorralándola” entre las ex repúblicas soviéticas de Kazajstán, Uzbekistán, Kirguistán y Tayikistán. Si Irán no es conquistado, el eje antes mencionado estaría (como está ciertamente en este momento) fracturado en dos grandes trozos. Siria es sólo la culminación natural de ese eje estratégico en las costas del mar mediterráneo.
A mi modo de ver, los objetivos del Imperio norteamericano son muy claros: a) aislar a Rusia de su influencia en su frontera sur; b) Desmembrar la región entre Rostov del Don, Tsaritsin, los mares Negro y Caspio; c) establecer una comunicación directa desde Europa hasta China, con el fin de presionar, amenazar y cercar a China, en una nada hipotética acción militar-comercial sobre la nación asiática; d) obligar a Moscú, por la vía de los hechos, dada la conquista de Irán, el estrecho de Ormuz, y los inmensos y ricos yacimientos de hidrocarburos del medio oriente, a la concesión de suculentas ventajas en la distribución de gas a Europa a través del gasoducto que cruza Ucrania; el arribo de un gobierno más “moderado” y “responsable” en el Kremlin; la prohibición de venta de equipos militares a “gobiernos díscolos”, como el de Venezuela, y el establecimiento de conversaciones con los grupos autonomistas y secesionistas rusos, con el fin supuesto de disminuir las “tensiones étnicas” de los distintos “pueblos” y “nacionalidades” que conforman la Federación Rusa, y que tendrían “derecho a la autodeterminación”. La hegemonía mundial, absoluta, corrupta y depredadora de EEU-Europa habría comenzado. La única salida que tendrían Rusia y China estaría sustentada sobre su armamento nuclear. El resto del mundo veríamos inermes, la destrucción de un planeta llamado tierra.