mpr21, 10/04/2022
En Mali está ocurriendo como en Chechenia, o en Siria o en Ucrania. Los terroristas no son los yihadistas que asolan al país desde hace una década sin que nadie lo remedie, sino todo lo contrario: los terroristas son los soldados del gobierno que se ha empeñado en acabar con la situación… ayudado por los rusos.
En Mali han estado las tropas de la ONU rascándose la nariz. También han estado los franceses, que echaron un capote a los yihadistas. Nadie se esforzó lo más mínimo por acabar con la guerra, hasta que un grupo de militares dio un Golpe de Estado y recurrió a los únicos que podían ayudarles: los rusos
Junto con las tropas rusas, el 27 de marzo el ejército de Mali entabló una batalla campal en Moura, en el centro del país, y ha aniquilado a más de 300 yihadistas de golpe, que no estaban acostumbrados a que nadie les hiciera frente. Además, ha detenido a unos 50 más.
En lugar de felicitarse por ello, la prensa imperialista y sus ONG han comenzado a protestar por la matanza de “civiles” y el “terror gubernamental”. Se han producido vulneraciones de los derechos humanos, dicen. Incluso la ONU se ha puesto del lado de los yihadistas y quiere abrir una “investigación”. Human Rights Watch habla de “masacre”.
Los terroristas se habían agrupado en Moura, una población de más de 4.000 habitantes, para desplegarse en los países de la costa del Golfo de Guinea y empujarlos a pedir ayuda a los estadounidenses y a los franceses, o quizá a ambos, como en Níger.
Una operación de ese calado no se podía llevar a cabo sin una inteligencia precisa, en la que han participado drones rusos. Las tropas del ejército regular y rusas se desplazaron al lugar en helicópteros de transporte Mi-171, junto con dos helicópteros de combate Mi-35, y cuatro grupos de combate de las fuerzas especiales.
Sorprendidos, los terroristas intentaron huir de la localidad por la llanura, pero fueron interceptados y liquidados por uno de los helicópteros. Los detenidos fueron trasladados por aire fuera del campo de batalla.
Los registros permitieron recuperar importante material militar y destruir una tienda de municiones fuertemente vigilada, y presumiblemente con trampas.