Según nuestros medios los manifestantes de Hong Kong eran pacíficos. La violencia la policía de la dictadura comunista china. Pero ayer ya pudieron mantener más la mentira y después de que asaltaran por la fuerza el parlamento local de esta ciudad china, antigua colonia británica, ya no pudieron disimular más. Igual no son tan violentos como nos contaron los mass media. Pues parece ser que no, ya que la toma por la fuerza de un parlamento es técnicamente un golpe de estado". Sea como fuere, este episodio no es nuevo pues se parece a la oclocrática caída del comunismo de los años 90 del siglo pasado o a las revoluciones de colores de la década pasada o a la mediática Primavera Árabe que desembocó en la guerra y posterior balcanización de Libia o las fallidas intervenciones en Ucrania y en Siria, que lo único que han generado es muertos y desplazados. O sin ir más lejos aquello que pasó durante las protestas en Tinananmen donde junto a las protestas pacíficas de estudiantes hubo una serie de actos no tan pacíficos que dejó cadáveres de policías calcinados colgando de puentes en las afueras de Pekín, como los que muestra la foto:
¿Qué habría pasado si los manifestantes y el parlamento hubieran sido españoles? Pues que obviamente los medios habrían tildado a los asaltantes de "terroristas" o "golpistas" y nuestra civilizada democracia habría sacado los tanques a la calle. Nosotros podemos porque somos esbirros del Tío Sam, los chinos, no.
