viernes, 5 de julio de 2019

EL FEMINISMO COMO ESTRATEGIA PROPAGANDÍSTICA DE LOS APARATOS REPRESIVOS DEL ESTADO (EL CASO DE '"LA MANADA")




Durante muchos años, el discurso antiterrorista de la derecha fue ideal para justificar el fortalecimiento de las instituciones represivas del Estado. Con el paso del tiempo, este discurso fue calando de tal forma en la sociedad (moralizándola), que hoy en día a nadie se le ocurre plantearse una insurrección armada, sea del tipo que sea (guerra de masas, guerra de guerrillas, terrorismo individual...), en un país del capitalismo desarrollado, por lo que dicho discurso carece totalmente de credibilidad, obligando a las instituciones represivas del Estado a recurrir a otra excusa, y a otro aliado, para acaparar una buena parte de los fondos públicos derivados de la explotación de la clase obrera (los impuestos que pagan empresarios y trabajadores al Estado no son más que otra parte de la plusvalía que se extrae a éstos últimos). Si el discurso antiterrorista y la derecha fueron durante mucho tiempo la excusa y el aliado perfectos de las instituciones represivas del Estado, hoy, ante el desgaste de dicha estrategia y, sobre todo, gracias al brutal aburguesamiento del conjunto de la sociedad, el feminismo y la izquierda resultan unos partenaires mucho más eficaces para tales instituciones, como demuestra el mediático caso de "La Manada" y la actitud parapolicial de las organizaciones feministas e izquierdistas.

Más allá de la veracidad o no de este suceso, tan útil para legitimar a los aparatos represivos del Estado, en el que paradójicamente estuvieron implicados varias personas vinculadas a dichos aparatos, el conocido como caso "La Manada" ha servido para movilizar a la opinión pública de un modo similar a cómo en su día lo hizo la sensacionalista difusión mediática de atentados terroristas. La diferencia es que si antiguamente era la derecha quien tenía la voz cantante, hoy es principalmente la izquierda, lo que permite dar un toque de modernidad e incluso contestatario a esta nueva estrategia propagandística reaccionaria debido a la tradicional actitud crítica y de oposición hacia los aparatos represivos del Estado por parte de la izquierda, aunque esta actitud sólo fuera de cara a la galería, mero "postureo" político; de hecho, el que varios miembros de "La Manada" estuvieran vinculados a los aparatos represivos ha sido decisivo a la hora de activar los prejuicios izquierdistas en beneficio de esos mismos aparatos.

El bombo mediático dado por los aparatos ideológicos del Estado (concretamente, los medios de comunicación de masas) a sucesos como el de "La Manada" -siguiendo un esquema narrativo muy similar al de los antiguos atentados terroristas perpetrados por organizaciones de las que se ha acabado demostrando sus vínculos con el Estado (como es el caso de las Brigadas Rojas y toda la Operación Gladio)- y la movilización, no sólo de la izquierda socialdemócrata, sino también de organizaciones que han venido presumiendo de revolucionarias y anticapitalistas (como es el caso de la CNT o del PCE), está siendo de gran utilidad para hacer incontestable esta reaccionaria estrategia propagandística, pues el brutal aburguesamiento que sufre la sociedad occidental en el actual momento histórico incapacita a todos sus miembros (incluidos aquellos que se consideran revolucionarios) para plantearse una superación verdaderamente revolucionaria del salvaje orden burgués, impidiendo que sus demandas vayan más allá de simples medidas reformistas ante sucesos como éste, haciendo así imposible la superación definitiva del problema que se pretende solucionar, pues dicho problema tiene como origen el competitivo y bárbaro sistema relacional que nos impone la burguesía a mujeres y hombres (el mismo que, ingenuamente, se busca reformar endureciendo leyes), garantizando así la supervivencia de tal sistema y el dominio de la burguesía.

Las grandes agencias mediáticas del capital utilizan el mensaje y la deriva reformista de organizaciones consideradas como revolucionarias para justificar el reforzamiento de los aparatos represivos del Estado

En definitiva, todo el show montado en torno al juicio del caso de "La Manada" y el escándalo formado por parte de las organizaciones feministas e izquierdistas, considerando las primeras sentencias como muy "laxas", es de gran utilidad a los aparatos represivos del Estado burgués, no sólo para legitimar su existencia y fortalecerse (las demandas de las organizaciones feministas han conseguido que la sentencia pase de 9 a 15 años de cárcel), sino principalmente para justificar un aumento de la inversión pública en los mismos, reforzándolos y perpetuando así la existencia del capitalismo y, con él, las múltiples violencias derivadas de su salvaje modelo relacional.