El pasado sábado murió Alfredo Embid, miembro de la Asociación de Medicinas Complementarias y del Colectivo de Investigación sobre Armas Radiactivas, luchador contra la manipulación mediática y contra la guerra. Atrás queda su ingente trabajo al frente del boletín Armas Contra La Guerra, una de las fuentes esenciales de contrainformación para este mi blog.
La primera vez que supe de Alfredo Embid fue en un número de la revista Viejo Topo allá por los años 90. En dicha revista Alfredo exponía las tesis de una serie de científicos disidentes (entre ellos dos premios nobeles) con respecto a la hipótesis oficial sobre el SIDA. Al leerlo fue como si se me hubiera caído una venda de los ojos, una venda que me habían puesto los medios de comunicación de masas. Maravillados por el hallazgo, unos amigos y yo reprodujimos dicho el artículo en una revista contrainformativa que hacíamos por aquella época. Seguidamente nuestra organización le invitó a dar una charla sobre el SIDA dentro de un ciclo de conferencias. Alfredo era un orador nato y no dejaba a nadie indiferente. A la mayoría de la gente se la metía en el bolsillo desde el principio con su contundente manera de explicar algo que había sido cuidadosamente ocultado al público por la versión oficial. También estaban los que venían a reventar la charla (quizá a sueldo de los de siempre) para que no se oyera su voz díscola. Pero esos provocadores poco más que vocear e insultar podían frente a la sólida argumentación de Alfredo, como pasó con un grupo de "opositores sirios" en una charla en Madrid hace una par de años.
Recuerdo que le volvimos a invitar coincidiendo con los criminales bombardeos de la OTAN contra Serbia con munición de uranio entre otras armas genocidas. En aquella ocasión habló de los riesgos del uranio empobrecido usado en aquella guerra y en la de Irak. El público quedó sobrecogido por las explicaciones y las imágenes expuestas por Embid, tal era el efecto catártico de sus conferencias.
Hace unos meses un amigo y yo nos planeamos montar unas jornadas anti OTAN en nuestra ciudad, especialmente para denunciar el caos en el que el militarismo atlantista ha sumido al este de Ucrania. Pensamos inmediatamente en Alfredo. Ahora ya nunca podrá ser. Que la tierra te sea leve. Te has ido cuando más falta hacías.
Tommaso della Macchina