El juicio a ese, según nuestros medios, mártir de los derechos humanos ruso de nombre Alexei Navalny ha desvelado claras conexiones de este opositor anti-Putin con formaciones neonazis. En efecto, Navalny, de quien se investiga su implicación en casos de corrupción, fue expulsado del minoritario, ultracapitalista y pro-Wall Street partido Yabloko (el favorito de nuestros medios informativos) por simpatías por el movimiento neonazi que quiere hacer de Rusia una nación blanca. De hecho, a Navalny se le ha visto asistir a manifestaciones neonazis en Moscú protestando contra Putin, considerado por éstos un traidor por permitir que Rusia sea un país multicultural y no expulsar a los rusos procedentes del Cáucaso. Navalny es justamente eso de lo que tanto acusan los medios occidentales a Putin: un ultranacionalista ruso.
Navalny en una manifestación neo-nazi
Por otra parte, hay que decir que además de ultra (y presunto corrupto) Navalny es bastante impopular entre los rusos, digan lo que digan nuestros mass media. Tan sólo el 47 % de los rusos ha oído hablar de él y de éstos buena parte tiene una idea negativa de éste. Además su popularidad en los últimos tiempos no ha hecho más que bajar. A Navalny se le conoce más fuera, especialmente en EE.UU. desde donde le ha llovido la financiación para sus proyectos políticos a través de la National Endowment for Democracy. Por último, hay que recordar que este individuo también admitió conocer a una de las Pussy Riot, de hecho fue llamado a declarar en el juicio de éstas.