[¿Es esta la libertad que iba a traer al Magreb según nuestros medios la Primavera Árabe? ¿Por qué nuestros periodistas ya apenas se ocupan de lo que pasa en Túnez, Libia o Egipto? ¿Acaso porque lo único que se buscaba era instalar a la extrema derecha en el poder en estos países?]
Agentes antidisturbios de la Policía tunecina se han enfrentado este lunes a alrededor de 2.000 personas que intentaban tomar la Avenida Habib Burguiba para protestar contra el actual Gobierno liderado por la formación islamista Ennahda.
Pese a la prohibición oficial de las manifestaciones en esta zona del centro de la capital tunecina, uno de los lugares más simbólicos por las manifestaciones de hace más de un año que desembocaron en la dimisión el 14 de enero de 2011 del entonces presidente, Zine al Abidine Ben Alí.
La manifestación ha coincidido con la celebración del “Día del Martirio”, que conmemora la represión de 1938 efectuada por la policía francesa contra los movimientos tunecinos independentistas. A su llegada al Ministerio del Interior, la Policía ha lanzado gases lacrimógenos contra los manifestantes.
“El pueblo quiere la caída del régimen”, han cantado los manifestantes, retomando el lema de las protestas de enero del pasado año en Túnez que provocaron la caída de Ben Alí.
El partido islamista Ennahda, que consiguió ser la formación más votada en las elecciones de octubre de 2011, ha recibido críticas por no mejorar las condiciones económicas del país y por intentar establecer la ley islámica, la Sharia, como fuente del derecho tunecino.
Los manifestantes han relacionado a Ennahda con la familia Trabelsi, a la que pertenece la mujer de Ben Alí, Leila Trabelsi, y a la que culpaban por la corrupción gubernamental. “El pueblo no quiere a los nuevos Trabelsis”, ha señalado.
Desde la caída de Ben Alí, se han producido diversas reformas democráticas que han permitido a los tunecinos expresarse y manifestarse libremente. Pero el Ministerio del Interior prohibió a finales de marzo realizar manifestaciones en la avenida Habib Burguiba tras la queja de restaurantes, hoteles y cafeterías de la zona que protestaban por la falta de clientes ante las constantes concentraciones.
La prohibición ha provocado críticas de los opositores. “Sin miedo ni terror, la calle pertenece al pueblo”, cantaron los manifestantes frente al despliegue de la Policía. Los concentrados huyeron cuando las fuerzas policiales comenzaron a cargar y varias personas se desmayaron tras inhalar gas lacrimógeno.
Los grupos opositores han denunciado que Ennahda ha enviado a la concentración a sus seguidores para poder identificar a los manifestantes. El partido ha negado las acusaciones y ha asegurado que el grueso de sus simpatizantes celebró otra manifestación en una localidad diferente.