El secretario de Estado de Seguridad español, Ignacio Ulloa, dio la orden de que un helicóptero que se encargaba de filmar la manifestación sindical durante la jornada de huelga general del pasado 29 de marzo en Madrid, dejara de tomar imágenes cuando apenas llevaba veinte minutos en el aire.
La Policía confirmó a los responsables de la retransmisión que la orden para que se dejaran de captar imágenes de la manifestación, transmitida al helicóptero por vía reglamentaria, había partido del Secretario de Estado de Seguridad. La señal aérea estaba siendo emitida desde el comienzo de la manifestación por el Canal 24 horas de la televisión pública española (TVE), que retransmitía en directo la concentración, junto a numerosas cadenas internacionales de televisión que habían contratado los servicios.
La empresa contaba con los permisos reglamentarios
La autorización para sobrevolar la manifestación se había gestionado como suele ser habitual una semana antes del vuelo, y el arranque del aparato se produjo con total normalidad a las 18,20 horas desde el Aeródromo de Cuatro Vientos.
No hay precedentes de una orden similar
Este tipo de retransmisiones se ha venido realizando sin ningún contratiempo con motivo de grandes manifestaciones como las de la guerra de Irak, el Primero de Mayo, o la última visita del Papa con motivo de la Jornada de la Juventud. Por tanto, no hay precedente de que se haya obligado a abandonar el espacio aéreo, con una orden expeditiva, a ninguna aeronave que contara con todos los permisos facilitados por AENA.
Al recibir la orden de abandonar la transmisión de imágenes, el aparato trató de situarse en otra zona próxima al itinerario de la manifestación, interpretando que el vuelo podría interferir puntualmente con alguna maniobra del helicóptero de la Policía que acompañaba el recorrido desde el inicio de la manifestación.
De inmediato, se comunicó taxativamente al helicóptero que debía de tomar tierra, por lo que la aeronave abandonó el espacio aéreo sobre la manifestación, dejando de transmitir las imágenes a las distintas televisiones, lo que provocó que el Canal 24 horas no pudiera ofrecer a sus espectadores las espectaculares imágenes aéreas que se estaban captando.
El resto de televisiones internacionales que disponían de la señal y las imágenes tomadas desde el aire se vieron sorprendidas por la repentina interrupción.
La autorización para efectuar el vuelo sobre la manifestación –en las zonas de Cibeles y Neptuno-Alcalá-Sol- establecía el inicio de la operación a las 18,20 hora local hasta el ocaso; es decir, aproximadamente las 20,00 horas. La orden para que se interrumpiera la retransmisión fue recibida pasadas las 19,00 horas.