Ria Novosti,03/04/2012
La autonomía serbia de Voevodina ha dado un paso más a su independencia.
Este fin de semana los participantes de la Cuarta Convención de Voevodina exhortaron a cambiar la Constitución del país cuyo resultado sería la creación de la República Federativa de Serbia, que conste de dos repúblicas: Voevodina y Serbia. La mayoría de los participantes de la convención llegaron a la opinión de que posponer la cuestión de Voevodina puede llevar a la agudización de las relaciones y a la “internacionalización” del problema. Cómo terminó para Serbia la “internacionalización” de Kosovo, se sabe perfectamente.
Pero volvamos a Voevodina. Después de que en 2009 la autonomía recibió su “estatus”, muchos expertos notaron que este contenía ya alusiones a la futura Constitución: Novi Sad, centro administrativo de Voevodina, obtuvo atribuciones demasiado amplias.
Pero en el interior de la autonomía no todo está tranquilo. Si damos crédito a la prensa, en algunas ciudades de Voevodina multinacional los escolares, serbios y húngaros, no se entienden y se ven obligados a pasar al inglés. Hay reclamaciones al poder central. Bojan Pajtic, presidente del Poder Ejecutivo de Voevodina, que los “autonomistas” prefieren llamar “gobierno”, un día declaró que casi el 40 % de la exportación serbia es implementada por compañías de la autonomía. Esta cifra permite a algunos políticos afirmar que Serbia explota económicamente Voevodina.
No obstante, la mayoría de los habitantes de Voevodina no comparte las “tendencias a la libertad” de su cúpula política. Quiere decir que el movimiento de la autonomía hacia la independencia no es un proceso interno sino exterior. Vladímir Gvoic, redactor de la edición de Internet Nema sale.rs opina:
—Tiene lugar un proceso lento de desintegración de Serbia por las tecnologías de revoluciones de colores. El cambio de fronteras se hace cambiando la conciencia de las masas. Como la ocupación del petróleo libio fue precedido por la creación de la imagen de luchadores por la libertad, así el proceso de “feudalización” de Voevodina por compañías transnacionales es precedido por la creación de la “identidad” de Voivodina que carece de toda base histórica. La idea de la separación de Voevodina no es solicitud por el bienestar de los habitantes de la autonomía. Las cosas llegan a lo ridículo: los políticos de la autonomía en el Parlamento serbio, en Belgrado, aprueban leyes que contradicen los intereses económicos del país y luego se apresuran a Novi Sad, donde comienzan a acusar a Belgrado de que este causa daños a Voevodina. Y proponen toda tipo de soluciones: la descentralización, más autonomía y, en fin de cuentas, la independencia.
Cada vez más frecuentemente en diversas fuentes es posible hallar un mapa de Serbia sin Kosovo y Voevodina. Se torna cada vez más claro que el proceso de desintegración de Yugoslavia no terminó con la independencia ilegal de Kosovo.
