F. William Engdahl
Global Research, 12/04/2012
(Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández)
Hacia una presencia militar permanente de EEUU en el sudeste de Europa
En uno de los más insólitos comunicados de política exterior de una extraña administración Obama, la secretaria de estado Hillary Clinton ha anunciado que Washington “ayudará” a Kosovo a que se incorpore a la OTAN, así como a la Unión Europea. Hizo tal promesa tras un reciente encuentro en Washington con el primer ministro de Kosovo Hashim Thaci, donde alabó el progreso del gobierno de Thaci en su avance “en el desarrollo económico e integración europea”. (1)
No hay duda de que su comunicado causó intensos dolores de estómago entre los gobiernos y oficiales militares de las diversas capitales de la OTAN en Europa. Muy pocas gentes aprecian el plan demencial de Clinton para empujar a Kosovo hacia la OTAN y la Unión Europea.
Geopolítica básica de Kosovo
El controvertido pedazo de propiedad inmobiliaria llamado hoy en día Kosovo fue parte de Yugoslavia y estaba unido a Serbia hasta que la campaña de bombardeos de la OTAN demolió lo que quedaba de la Serbia de Milosevic abriendo el camino a los EEUU, con la turbia ayuda de las naciones de la UE, sobre todo de Alemania, a fin de dividir la ex Yugoslavia en diminutos y dependientes pseudo estados. Kosovo se convirtió en uno de esos pseudo estados, al igual que Macedonia. Eslovenia y Macedonia se habían escindido anteriormente de Yugoslavia, con la decidida ayuda del ministerio de asuntos exteriores alemán.
Un breve repaso de las circunstancias que llevaron a la secesión de Kosovo de Yugoslavia nos ayudará a comprender cuán arriesgado puede resultar su ingreso en la OTAN o en la Unión Europea para el futuro de Europa. Hashim Thaci, el actual primer ministro de Kosovo, consiguió, por así decirlo, ese puesto de trabajo a través del departamento de Estado estadounidense y no mediante unas elecciones libres y democráticas en Kosovo. Ni Serbia, ni Rusia ni otras cien naciones más han reconocido a Kosovo como estado legítimo. Sin embargo, fue reconocido de inmediato por la administración Bush y por Berlín cuando en 2008 declaró su independencia.
Para la UE, el ingreso de Kosovo supondría dar la bienvenida a otro estado fallido, algo que quizá no moleste a la secretaria de Estado Clinton, pero de lo que la UE, en la actual coyuntura, podría definitivamente prescindir. Las estimaciones más benévolas sitúan el desempleo en el país hasta en un 60%. Eso no es solo un nivel tercermundista. Su economía fue siempre la más pobre de Yugoslavia y hoy en día está aún en peor situación. Sin embargo, el verdadero problema en cuanto al futuro de la paz y seguridad de la UE es la naturaleza del estado de Kosovo que Washington ha ido creando desde los últimos años de la década de 1990.
El Estado mafioso y el Campo Bondsteel
Desde el punto de vista geopolítico del objetivo militar estadounidense que busca controlar los flujos del petróleo y los desarrollos políticos desde el Oriente Medio rico en petróleo hacia Rusia y Europa Occidental, Kosovo es una diminuta parcela de tierra en uno de los lugares más estratégicos de toda Europa. El reconocimiento actual, encabezado por EEUU, de la autoproclamada República de Kosovo es continuación de la política estadounidense hacia los Balcanes desde el ilegal bombardeo de Serbia por la OTAN que EEUU encabezó, un despliegue de la OTAN “fuera de zona” nunca aprobado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, supuestamente auspiciado a partir de la premisa de que el ejército de Milosevic estaba a punto de perpetrar una masacre genocida de los albaneses kosovares.
Algunos meses antes de los bombardeos estadounidenses sobre objetivos serbios, uno de los bombardeos más terribles desde la II Guerra Mundial, un alto funcionario de la inteligencia de EEUU comentó, en conversación privada con altos oficiales del ejército croata en Zagreb, la estrategia de Washington para la ex Yugoslavia. Según esas informaciones, comunicadas privadamente a este autor, el objetivo del Pentágono era ya, a finales de 1988, hacerse con el control de Kosovo para asegurarse allí una base militar que controlara todo la región del sudeste europeo hasta las petrolíferas tierras del Oriente Medio.
Desde junio de 1999, cuando la fuerza de la OTAN en Kosovo (KFOR, por sus siglas en inglés), ocupó el lugar, entonces parte integral de la extinta Yugoslavia, Kosovo estaba técnicamente bajo mandato de las Naciones Unidas a través de la Resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU. Rusia y China también apoyaban ese mandato, que especificaba que el papel de la KFOR consistía en poner fin a los enfrentamientos y atrocidades interétnicas entre la población minoritaria serbia, otras fuerzas y la mayoría islámica albanesa de Kosovo. En virtud de la Res. 1244, Kosovo seguiría siendo parte de Serbia en espera de una resolución pacífica de su estatus. Esa Resolución de la ONU fue descaradamente ignorada en 2008 por EEUU, Alemania y otros países de la UE.
El pronto reconocimiento de la independencia de Kosovo, en febrero de 2008, por Alemania y EEUU se produjo, de manera significativa, días después de que las elecciones presidenciales en Serbia confirmaran que Boris Tadic, un hombre de Washington, había ganado un segundo mandato de cuatro años. Con el puesto de Tadic asegurado, Washington podía contar con una obediente reacción serbia a su apoyo a Kosovo.
Inmediatamente después del bombardeo de Serbia en 1999, el Pentágono se apropió de una inmensa parcela de tierra en Kosovo en Uresevic, cerca de la frontera con Macedonia, y le concedió un contrato a Halliburton, cuando Dick Cheney era su director ejecutivo, para construir una de las mayores bases militares estadounidenses del mundo en el exterior, Campo Bondsteel, que alberga actualmente a más de 7.000 soldados.
El Pentágono se ha asegurado ya siete nuevas bases militares en Bulgaria y Rumania en el Mar Negro al norte de los Balcanes, incluyendo las bases aéreas de Graf Ignatievo y Bezmer en Bulgaria y la base aérea de Mihail Kogalniceanu en Rumania, que se utilizan para operaciones militares “de alcance” en Afganistán e Iraq. Las instalaciones rumanas albergan la Fuerza Conjunta Oriental del Pentágono. El colosal campo estadounidense Campo Bondsteel en Kosovo y la utilización y modernización de los puertos croatas y montenegrinos en el Adriático para los despliegues de la Marina estadounidense completan la militarización de los Balcanes (2).
La agenda estratégica de EEUU respecto a Kosovo es, en primer lugar, militar y, en segundo término, según parece, el tráfico de estupefacientes. Su principal foco de atención va dirigido contra Rusia y por el control del flujo de petróleo desde el Mar Caspio hasta el Oriente Medio hacia Europa Occidental. Al declarar su independencia, Washington consigue un estado débil sobre el que puede ejercer un control total. Mientras Kosovo siguiera formando parte de Serbia, ese control militar de la OTAN no sería muy seguro a nivel político. Hoy en día, Kosovo se ha convertido en una satrapía militar de la OTAN, cuya KFOR tiene 16.000 fuerzas allí para una pequeña población de dos millones. Su Campo Bondsteel forma parte de la serie de las denominadas bases de operaciones de avanzada y “hojas flotantes de nenúfar”, como Donald Rumsfeld las denominó, para acciones militares hacia el este y hacia el sur. Ahora, al incorporar formalmente a Kosovo a la UE y a la OTAN, esa base militar se afianzará después de que la República de Georgia, bajo el protégé de EEUU Saakashvili, fracasara en 2008 de forma tan miserable al tratar de desempeñar el papel de la OTAN.
Corredor para el transporte de heroína
El control militar de Kosovo por EEUU y la OTAN sirve a varios de los objetivos de la agenda geoestratégica más amplia de Washington. El primero permite a EEUU tener un mayor control sobre las potenciales rutas de gasoductos y oleoductos desde el Mar Caspio y Oriente Medio hasta la UE, así como el control de los corredores de transporte que unen la UE con el Mar Negro.
También protege el comercio multimillonario en dólares de la heroína que, de forma significativa, ha alcanzado dimensiones de record en Afganistán desde la ocupación estadounidense, según las autoridades encargadas del control del narcotráfico en las Naciones Unidas. Según el informe anual del Departamento de Estado estadounidense de 2008 sobre el narcotráfico, varias rutas clave del tráfico de drogas pasan a través de los Balcanes. Y se menciona a Kosovo como punto clave para el tránsito de la heroína desde Turquía y Afganistán hacia Europa Occidental. Esas drogas fluyen bajo la atenta mirada del gobierno de Thaci.
Desde sus acuerdos con las tribus Meo en Laos durante la era de Vietnam, la CIA ha protegido el narcotráfico en lugares clave a fin de financiar parcialmente sus operaciones secretas. La escala internacional del narcotráfico es hoy tal que se informa que los principales bancos estadounidenses, como el Citigroup, derivan una parte importante de sus beneficios del blanqueo de dinero de esas operaciones.
Una de las características destacadas de la prisa indecente de Washington y otros estados para reconocer de inmediato la independencia de Kosovo radica en el hecho de que sabían muy bien que su gobierno y sus principales partidos políticos estaban de hecho dirigidos por el crimen organizado albano-kosovar.
Hashim Thaci, primer ministro de Kovovo y jefe del Partido Democrático de Kosovo, es el antiguo líder de la organización terrorista que EEUU y la OTAN entrenaron , denominada Ejército de Liberación de Kosovo, KLA, por sus siglas en inglés, o, en albanés, UCK. En los círculos criminales de Kosovo se le conoce como Hashim “la serpiente”, por su personal dureza contra sus oponentes.
En 1997, el enviado especial del presidente Clinton a los Balcanes, Robert Gelbard, describió el KLA como “un grupo terrorista, sin duda alguna”. Era mucho más que eso. Era una mafia basada en los clanes, en la que por tanto era imposible infiltrarse, que controlaba la economía negra subterránea de Kosovo. Hoy, el Partido Democrático de Thaci, según fuentes policiales europeas, sigue conservando sus vínculos con el crimen organizado.
El 22 de febrero de 2005, un informe del BND (servicio de inteligencia) alemán, titulado Top Secret , que sin embargo se ha filtrado, afirmaba: “ Über die Key-Player (wie z. B. Haliti, Thaci, Haradinaj) bestehen engste Verflechtungen zwischen Politik, Wirtschaft und international operierenden OK-Strukturen im Kosovo. Die dahinter stehenden kriminellen Netzwerke fördern dort die politische Instabilität. Sie haben kein Interesse am Aufbau einer funktionierenden staatlichen Ordnung, durch die ihre florierenden Geschäfte beeinträchtigt werden können.“ (OK=Organized Kriminalität). [Traducción: “A través de actores clave -por ejemplo Thaci, Haliti, Haradinaj-, aparece en Kosovo la más estrecha de las interrelaciones entre política, economía y delincuencia internacional organizada. Las organizaciones criminales en la sombra fomentan la inestabilidad política. No tienen interés en absoluto en construir un estado que funcione de forma ordenada porque podría ser perjudicial para el auge de sus negocios). (3)
El KLA entró en acción en 1996 con el bombardeo de los campos de refugiados que albergaban a los serbios huidos de las guerras de Bosnia y Croacia. El KLA hizo repetidos llamamientos a la “liberación” de áreas de Montenegro, Macedonia y partes del Norte de Grecia. Thaci no puede ser en absoluto un personaje que favorezca la estabilidad regional, por decirlo de forma suave.
Thaci, de 44 años, fue un protégé personal de la secretaria de estado de Clinton, Madeleine Albright, durante la década de los noventa, cuando era un mero gánster de 30 años. El KLA contó desde el principio con el apoyo de la CIA y del BND alemán. Durante la guerra de 1999, el KLA contó con el apoyo directo de la OTAN. En la época en que fue adoptado por EEUU a mediados de la década de 1990, Thaci era el fundador del Grupo Drenica, un sindicato del crimen en Kosovo con vínculos con las mafias organizadas albanesa, macedonia e italiana. Un informe reservado de enero de 2007 preparado para la Comisión de la UE titulado “VS-Nur für den Dienstgebrauch” se filtró a los medios. En él se detallaban las actividades criminales organizadas del KLA y de su sucesor, el Partido Democrático, bajo la égida de Thaci.
Un informe del Consejo de Europa de diciembre de 2010, publicado un día después de que la comisión electoral para Kosovo anunciara que el partido del Sr. Thaci había ganado las primeras elecciones tras la independencia, acusaba a las potencias occidentales de complicidad al ignorar las actividades de la red criminal encabezada por Thaci: “ Thaci y otros miembros del ‘Grupo de Drenica’, aparecen constantemente nombrados como ‘actores clave’ en los informes de inteligencia sobre la mafia y las estructuras del crimen organizado en Kosovo”, decía el informe. “Hemos averiguado que el ‘Grupo de Drenica’ tenía como jefe –o, utilizando la terminología de las redes del crimen organizado, como ‘capo’- al célebre operario político… Hashim Thaci”. (4)
El informe afirmaba que Thaci ejercía un “violento control” sobre el tráfico de heroína. Dick Marty, el investigador de la Unión Europea, presentó el informe ante los diplomáticos europeos de todos los estados miembros. La respuesta fue el silencio. Washington estaba detrás de Thaci. (5)
El mismo informe del Consejo de Europa sobre el crimen organizado en Kosovo acusaba a la organización mafiosa de Thaci de comerciar con órganos humanos. Elementos de los círculos más cercanos a Thaci estaban acusados de coger prisioneros a través de la frontera con Albania tras la guerra, donde se dice que un buen número de serbios fueron asesinados para quitarles los riñones que se vendían en el mercado negro. En un caso que se hizo público en un procesamiento legal en un tribunal del distrito de Pristina en 2008, se dijo que los órganos se les habían quitado a víctimas empobrecidas en una clínica conocida con el nombre de Medicus, que en el 2000 apareció vinculada con la sustracción de órganos del Ejército de Liberación de Kosovo. (6)
Así pues, la pregunta que cabría hacer sería, ¿por qué Washington, la OTAN, la UE e incluso, lo que es más importante, el gobierno alemán, están tan ansiosos por legitimar la separación de Kosovo? A la OTAN le resulta más fácil controlar un Kosovo dominado internamente por las redes del crimen organizado. Le asegura un estado débil al que le resultará mucho más fácil dominar. Combinado con el control de la OTAN sobre Afganistán, que es donde se origina la heroína controlada por el primer ministro Thaci, el Pentágono está construyendo un cerco alrededor de Rusia que es todo menos pacífico.
La dependencia de Thaci de las buenas relaciones con EEUU y la OTAN asegura que su gobierno hará lo que se le pida. Eso, a su vez, le asegura a EEUU una importante baza militar al consolidar su presencia permanente en el sudeste europeo, algo vital a nivel estratégico. Supone también un paso importante en la consolidación del control de la OTAN de Eurasia, y le proporciona a EEUU una gran baza en el equilibrio de poderes europeo. No es de extrañar que a Moscú no le guste nada tal actuación, ni tampoco a otros numerosos estados. EUU está, literalmente, jugando con dinamita a la vez que con una potencial guerra nuclear en los Balcanes.
Notas:
1. RIA Novosti : “ US to Help Kosovo Join EU NATO: Clinton”, 5 abril 2012, http://en.rian.ru/world/20120405/172621125.html .
2. Rick Rozoff: “Pentagon and NATO Complete Their Conquest of The Balkans ” , Global Research , 28 noviembre 2009,
www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=16311 .
3. Tom Burghardt: “The End of the Affair: The BND, CIA and Kosovo’s Deep State”, http://wikileaks.org/wiki/The_End_of_the_Affair%3F_The_BND%2C_CIA_and_Kosovo%27s_Deep_State .
4. The Telegraph : “Kosovo's prime minister 'key player in mafia-like gang”, 14 diciembre 2010, http://www.telegraph.co.uk/news/worldnews/europe/kosovo/8202700/Kosovos-prime-minister-key-player-in-mafia-like-gang.html .
5. Ibid.
6. Paul Lewis: “Kosovo PM is head of human organ and arms ring Council of Europe reports”, The Guardian , 14 diciembre 2010.
F. William Endaghl, nacido en Texas, es ingeniero y licenciado en derecho por la Universidad de Princetown, así como en economía comparativa por la Universidad de Estocolmo. Ha trabajado como economista y periodista independiente. Entre sus libros destacan “A Century of War: Anglo-American Oil Politics and the New World Order” , “ eeds of Destruction: The Hidden Agenda of GMO ” y “Full Spectrum Dominance: Totalitarian Democracy in the New World Order”. Puede contactarse con él a través de su página web: www.engdahl.oilgeopolitics.net