RT, 05/01/2016
"Arabia Saudita deliberadamente ha provocado una crisis en las relaciones con Irán, aunque asimismo enfatizó la importancia de los acuerdos entre la comunidad internacional y Teherán sobre su programa nuclear", opina Trita Parsi, presidente del Consejo Nacional Iraní-Estadounidense, en su artículo para Reuters.
La tensión en el golfo Pérsico alcanzó un nuevo punto álgido, después de que Arabia Saudita ejecutara el pasado sábado al clérigo chiita, jeque Nimr Baqir al-Nimr. El pasado domingo manifestantes atacaron la Embajada saudita en Teherán y el Consulado en Mashhad. Como consecuencia, Arabia Saudita rompió relaciones diplomáticas con Irán.
Desde el punto de vista de Arabia Saudita
Parsi cree que las tendencias geopolíticas en la región iban en contra de los intereses de los sauditas durante más de una década. Este factor, tanto como el ascenso de Irán y la decisión de EE.UU. de celebrar las negociaciones con Teherán sobre su programa nuclear generaron más pánico. Según Parsi, detrás de la ejecución de Nimr Baqir al-Nimr probablemente se oculta la intención de los sauditas de desencadenar una crisis o, peor aún, una guerra, lo que podría cambiar la trayectoria geopolítica de la región de manera ventajosa para Riad. Así, "Arabia Saudita era consciente de que la ejecución de Al-Nimrah generaría indignación en la región y empeoraría las relaciones con Irán". Además, "el incendio del Consulado fue un pretexto para cortar los lazos diplomáticos con este país", añade.
Desde el punto de vista de EE.UU.
De acuerdo con el experto, para EE.UU., las acciones desestabilizadoras de los sauditas justifican el acuerdo nuclear firmado con Irán en 2015, una de las principales ventajas del cual (ocultado por funcionarios de la administración del presidente estadounidense Barack Obama), fue que el convenio redujo la dependencia de EE.UU. de Arabia Saudita. Así, "tras resolver la confrontación nuclear y retomar las negociaciones con Irán, EE.UU. amplió su capacidad en la región", opina Parsi.
Según él, Arabia Saudita está tratando de involucrar a EE.UU. en su hostilidad con Irán. "Pero está claro que para Washington sería mejor si interpreta un papel equilibrado entre Arabia Saudita e Irán, y no asume responsabilidades, apoyando plenamente las aventuras regionales de Arabia Saudita".