Lo ha vuelto a hacer. Esta vez con Íñigo Errejón. Se veía venir: ya lo hizo con Iglesias y con Carmena. Y antes con Rafael Correa, presidente de la República de Ecuador, pero esa vez acabó escalada porque Correa no se deja avasallar por la prensa pseudoprogre de la que Anita Pástor es uno de los más histriónicos representantes. Puso cara de perro casi durante la toda entrevista (como si en vez de entrevistado Errejón fuera un acusado sometido a un careo judicial), acusaba de manera vehemente y cuando iba a explicarse su víctima, digo, perdón, su entrevistado, no le dejaba hablar o bien le interrumpía cuando ella comprendía que éste estaba apunto de rebatirla; bizqueaba y se retorcía de manera teatral en su asiento para intimidar al diputado de Podemos para, de esta manera, ponerlo nervioso y que éste cayera en contradicciones y entonces poder morderle la yugular... Ella a menudo rechaza las críticas (que en general no digiere demasiado bien... a ella le gusta criticar pero no ser criticada) a su labor diciendo que "da caña a todo el mundo". Pero qué truco tan viejo. Hasta la prensa más derechista usa esa estrategia: la de atacar a todo el mundo pero con contundencia muy pero que muy dispar. Metafóricamente hablando si a sus amiguetes del PSOE la Pastor les da un cachetito en el moflete a Errejón, Iglesias y Carmena les acribilla con fuego de mortero. Con lo cual eso de que da caña a todo el mundo se convierte en una verdad a medias. Y además hay que recordar que la labor de un periodista es informar para ayudar al público a formarse una opinión no acosar verbalmente a quien no es de tu cuerda.
Y luego está su manía de usar la hemeroteca. Es en entonces cuando se autoproclama jueza suprema y situándose más allá del bien y del mal se dedica a airear contradicciones de sus entrevistados, especialmente cuando éstos son críticos con el sistema. Y es verdad que Iglesias, Carmena o Errejón se han contradicho pero también es cierto que si tiráramos de verdad de hemeroteca (pero de verdad, no de manera selectiva) los principales perjudicados serían los medios y sus vedettes como la señora Pastor. Ya que tanto le gusta a Anita hablar de Irán y su régimen para enmerdar a Podemos podríamos tirar de hemeroteca para ver cómo la Pastor y los medios en los que ha estado (entre ellos la todopoderosa CNN yankee) han sido siempre serviles con el inquilino de la Casa Blanca, el mismo que hoy pacta con el régimen de los ayatolas. Y ¿dónde está la crítica de la señora Pastor y su medio a Barak Obama? En ninguna parte. Maldita hemeroteca. Y luego se rasga las vestiduras por los atentados islamistas en occidente pero resulta que ella al igual que el grueso de los "críticos" periodistas occidentales aplaudieron las "Primaveras Árabes" (etiqueta ésta, por cierto, que fue una creación de nuestros mass media) que han tenido como resultado precisamente la toma del poder por parte de estos fanáticos, amén de la destrucción de Libia y el ataque terrorista a Siria que ya dura 5 años. Señora Pastor: a ver si alguien se digna a tirar de hemeroteca para ver su ínclita trayectoria al servicio del poder financiero, del militarismo y del imperialismo.
No me extenderé más. Solo quiero poner de relevancia un vez más la engañifa que supone considerar a los medios un ente opuesto al poder, engañifa que encarna Ana Pastor a las mil maravillas con esas ínfulas de periodista "díscola" que se otorga. Cuánta impostura. No hay más que rastrear la red para darse cuenta de que la immensa mayoría de los medios digitales exaltan el buen papel de periodista "de raza" que jugó esta individua en la entrevista a Errejón. Es curioso que hasta medios de extrema derecha defienden la labor de esta periodista "de izquierdas" cuando hace entrevistas-interrogatorios como el ya mencionado. Cómo se cubren la espaldas los periodistas los unos a los otros por encima de diferencias ideológicas. Esto si que es casta de la fina. Hay algún medio que incluso tiene la desfachatez de titular una noticia 'El "zasca" de Pastor a sus críticos'. El mundo al revés. El verdadero zasca se lo ha dado el pueblo llano a la señora plumífera en las redes sociales donde ha tenido que leer de todo. La Pastor busca un público de mansos borregos pero resulta que vivimos tiempos en los que el pueblo ya no quiere ser rebaño y ha empezado a saltarse el redil.