La república heterodoxa, 29/06/2015
Grecia amanece hoy en medio de un corralito parcial. La situación ha llegado a un punto que no esperaba, ante el enquistamiento de las negociaciones y la cerrazón de las “instituciones” en no aceptar la evidencia que Tsipras y Varoufakis no paran de explicarles: Que las medidas propuestas solo hacen más daño y que la deuda griega no se puede pagar por mecanismos convencionales.
Estas dos evidencias, palmarias y conocidas por todos, están siendo ignoradas en todos los análisis mediáticos de forma absolutamente escandalosa. Se presenta a Tsipras y Varoufakis como unos izquierdistas locos e irresponsables que van a llevar a su país a la ruina, como si en la Grecia que comenzaron a gobernar hubiese otra cosa que ruina o cómo si lo que propusiesen fuese una locura y no la desesperada reacción ante exigencias inaceptables.
El debate político y económico sobre la situación evidentemente tiene muchos matices y todos se pueden discutir. Quizá Varoufakis sea arrogante, Tsipras no tenga tacto para negociar y Syriza no entienda cómo funciona la política europea, yo no digo que no. Todo eso se puede discutir y aceptar. Pero nada de eso se puede usar como prueba de carga cuando se ignora adrede que lo que se le está pidiendo a Grecia es un suicidio y que, a nivel teórico, al gobierno griego le asiste la razón, tanto técnica como moral.
Es terrible asistir a la deformación de la realidad que hacen los medios de comunicación. Desde el mismo momento en que el gobierno de Syriza tomo posesión nos han estado avisando de que Grecia iba a ir a la ruina (como si no estuviese ya). No había semana en que no saliese una noticia que calificase a los dirigentes griegos de suicidas e irresponsables, que no hablase de que Grecia iba a salir del euro o de la miseria que les esperaba a los griegos por confiar en “populistas”. Ni un segundo de paz tuvieron los dirigentes de Syriza, sistemáticamente vilipendiados por toda la presa europea (con especial saña la alemana) ignorando, y no voy a parar de repetirlo porque eso es lo fundamental, que les asiste la razón.
Obviamente en esta recreación mediática influía absolutamente la hegemonía comunicacional de una élite política y económica que está intentando, desde el primer minuto, que Syriza fracase. Y lo están intentando por alguna de estas tres razones: 1º/ Porque temen que una reestructuración de deuda/fin de la austeridad genere un efecto contagio en todas las economías que necesitan estas recetas, lo que forzaría a un cambio radical en la política monetaria europea 2º/ Por el temor de que una fuerza ideológicamente outsider del sistema, la izquierda “radical”, se legitimase como fuerza de gobierno razonable a los ojos de todos los europeos, y 3º/ Como consecuencia primera del punto 2, para evitar una victoria de Podemos en España o de partidos parecidos en países como Portugal e Italia.
En medio de esta deformación de la realidad se ha mentido radicalmente. Para empezar se ha dicho que Grecia no quiere pagar sus deudas. Eso es FALSO. Grecia NO PUEDE pagar sus deudas, no podría ni pagar los intereses de la misma de no estar conectada a un rescate financiero, y cuando éste acabe no podrá pagar la deuda. Lo que se está intentando es simplemente ganar tiempo, jugando a un juego de las sillas donde los listos, que son los que saben que la música se va a parar, se colocan en una buena situación para que los tontos se queden sin silla cuando llegue el fin del juego.
Al pobre ciudadano de a pie, acostumbrado a su economía de andar por casa con hipotecas y préstamos, se le presenta una realidad falseada de que un país ha contraído una deuda para vivir bien y luego no quiere pagarla, comparación muy intuitiva pero absolutamente falaz. La realidad es que las deudas solo se pagan cuando se puede, como lo demuestra las decenas de concursos de acreedores que se dan al día, que nos muestran dos verdades evidentes: Que más importante que la deuda es la viabilidad de la sociedad en cuestión (y para eso están las administraciones concursales y los acuerdos sobre la deuda), y que la inviabilidad de una deuda lleva inexorablemente a que la “pena” la asuman también los acreedores.
Pero a la gente se la manipula con las más diversas mentiras y se le mueven los sentimientos más primarios para engañarlos. Igual que quienes consideran la vivienda un mero bien mercantil están siempre azuzando a los ciudadanos con la idea de que hay gente (y gobiernos que lo permiten) que no quieren pagar su hipoteca mientras ellos sí tienen que pagarla, al ciudadano se le cuentan mentiras de griegos viviendo del cuento. Un ejemplo: Un compañero de trabajo el otro día dijo que los griegos se jubilaban a los 52 años de forma general. Esto, que es evidentemente un disparate, es la generalización de una situación puntual que se deforma y falsifica para manipular a nuestra población y hacerles creer que los griegos, que han devaluado un 40% sus pensiones en el último lustro, son unos privilegiados egoístas. Y mi compañero no tiene la culpa, escucha la COPE por la mañana y en estas cosas no es muy avispado, pero quienes cuentan eso a sabiendas de que es mentira son gente indigna que no deberían llamarse periodistas.
Hace una semana, cuando parecía que la última propuesta griega iba a ser aceptada, los manipuladores se afanaron a decir que Tsipras era un traidor a sus votantes y a su programa electoral. O sea, que cuando iba a sumergir Grecia en el apocalipsis era un loco peligroso, y cuando cedía para no sumergir a Grecia en ese apocalipsis entonces era un traidor…No hay que ser zahorí para darse cuenta que quienes hacen estos comentarios no tienen la más mínima credibilidad, no son más que timadores intelectuales que no analizan nada y que simplemente quieren engañar a la gente y hacerles creer que Syriza es el demonio, sea cual sea el argumento que lleve a esa conclusión predeterminada.
Entre esos manipuladores voy a destacar a dos (lo siento, no me puedo aguantar). El primero es Jose Carlos Díez, famoso economista para el que todas las propuestas económicas que no sean las suyas están mal y son desastrosas, e incluso cuando son las suyas propias también están mal si no las hace quien él quiere. Díez, que solo defiende las propuestas del PSOE, ha atacado con saña desde la propuestas económicas de Merkel y Rajoy a las de Syriza, pasando por las de C’s, incluso las ha atacado cuando son parecidas a las él que ha defendido. Es un personaje transparentemente manipulador que parece tener aspiraciones políticas y que ha dilapidado su credibilidad con un partidismo ridículo de transparente que es.
Otro que se ha apuntado a este carro es el economista de cabecera de C’s, Luis Garicano. Sin llegar a los niveles de ridículo de Díez, Garicano ha convertido su twitter en un ataque continuo a las políticas de Syriza, en lo que es una postura claramente de partido pues lo que pretende, como os imagináis, es hundir la imagen de Podemos que es su rival político, dejando de lado para ello la ecuanimidad y prudencia que requeriría su posición de economista.
Y la realidad es que el plan de propuso Tsipras fue manipulado hasta la saciedad por los medios de comunicación españoles, alemanes y de otros países. “Tsipras sube el IVA, los impuestos, hace recortes y perjudica a los pensionistas” era la típica portada que se podía leer la semana pasada. Pues bien, era casi todo mentira. La supuesta subida del IVA era solo para el turismo, llegando incluso a bajar el IVA súper reducido. La subida de impuestos se concentraba en las clases más altas y los beneficios empresariales y los “recortes” eran solo para el gasto militar.
Lo único que era cierto era la exigencia de más contribución de los pensionistas, pero se presentaba un cuadro falsificado de “traición”, cuando las condiciones eran mucho mejores que las pactadas por Nueva Democracia. Y ojo, que se podía discutir si se debía ceder en lo de los pensionista o, desde posiciones maximalistas, si la cesión suponía pasar ciertas líneas rojas respecto a lo prometido en el programa electoral. Pero una “traición” no era, era una propuesta posibilista que contenía, eso si es verdad, concesiones. De hecho fijaos si era una traición que las instituciones acreedoras lo rechazaron, exigiendo subir el IVA.
Y ahí es donde Tsipras marcó la línea roja, no aceptó el pacto y convocó un referéndum para que fuesen los griegos quienes decidiesen si aceptar esto o no. Sí, la jugada no es simplemente una cuestión “democrática”, tiene evidentemente un punto de órdago, de desesperación ante una posición negociadora débil. De hecho esto no lo ha inventado Tsipras: Ya lo intentó Papandreu en 2011, aunque esa vez para validar el acuerdo y no para rechazarlo. Se lo cargaron a la semana, poniendo un tecnócrata en su lugar.
La actual situación nos pone en enorme dificultades a todos. Si alguien no propone un acuerdo que sea pactado por ambas partes (y ya están los EEUU intentándolo) habrá un referéndum, y yo creo que puede salir el NO aunque las encuestas digan lo contrario. Y si sale el NO ya veremos lo que pasa, porque o entran en razón en el BCE o Grecia tendrá que mantener el corralito y salir del euro. Después del NO se podría negociar de nuevo, lo que pasa es que no parece que ni el FMI ni Alemana tengan ya otra voluntad que destruir el gobierno de Syriza.
Un NO no sería caprichoso. Grecia ha hundido su economía un 25% desde el inicio de la crisis, fundamentalmente debido a los planes de austeridad. Más del 80% del 26% de parados no tiene cobertura alguna, el 25% de la población no tiene sanidad, las pensiones se han hundido un 40%. Hay impuestos sobre las viviendas, recortes en todo y muchos tienen la cara dura de decir que, antes de llegar Syriza, ¡el país estaba creciendo!
Eso es, una vez más, una vergonzosa manipulación. El PIB de Grecia creció en el 2014 un mísero 0,8% anual, producto fundamentalmente de la deflación (el PIB se corrige con la inflación, por eso cuando hay deflación ésta ayuda a que aumente el PIB real, a pesar de que el nominal esté en negativo como en este caso) y de las acciones del BCE. Aunque ya en el 4º trimestre del 2014 el PIB trimestral descendió un 0,4%. En el primer trimestre de 2015, con 2/3 de tiempo de gobierno de Syriza, el PIB descendió un 0,2% anual ¡Y dicen que Grecia estaba recuperándose y que Syriza la ha hundido! Hay que tener la cara de hormigón armado.
Grecia es uno más de estos casos en que la prensa engaña conscientemente y de forma generalizada. Mirad, yo no he vivido en una dictadura, pero tengo la sensación de que para temas como este no debe ser muy distinto. Si ahora no tuviésemos internet probablemente nuestra información sobre temas como este no distaría mucho de la información que había en el tardofranquismo o la que habrá en dictaduras contemporáneas. Al menos en aquella época una mayoría crítica de personas sabía que los medios mentían. Hoy tengo la sensación de que la gente cree todavía que lo que dicen los medios es verdad.
Si queréis información de primera mano en twitter os recomiendo a dos twitteros bastante conocidos: @Hibai_ y @pmarsupia. También está bien contrastar con prensa anglosajona, que no tiene intereses especiales en la permanencia del euro. Pero por favor contrastad la información porque nos intantan manipuar como a chinos. Jamás creáis la unanimidad de la prensa, es síntoma de que algo no va bien, no de que haya una verdad indudable.
Lo que va a pasar en Grecia lo desconozco. Quiero pensar que el FMI o Merkel entrarán en razón, pero cada vez más parece que el moralismo dogmático les llevará a generar un desastre para todos. Y recordad, esto que ha pasado no es producto de unos izquierdistas que llevan 5 minutos en el gobierno, es producto de lo sembrado en los últimos 5 años. No sé quién dijo que “Merkel no hace el mal, lo siembra”. Esta es la cosecha. Esperemos que los libros de historia de aquí a 50 años no digan que fue esta señora quien, con su rígido germanismo en la peor de sus definiciones, fue quien acabó con la UE.