Casi una paráfrasis de Ricardo III de
Shakespeare: "La perra ha muerto"
Mientras algunos planean el funeral de Estado en Londres, otros organizaron celebraciones por la muerte de la exprimera ministra británica.
Londres. La controvertida en vida, la exprimera ministra de Gran Bretaña, Margaret Thatcher, sigue dividiendo a la nación después de su muerte: mientras algunos planean su funeral y elogian a la polémica líder, otros se inclinan por llevar adelante celebraciones y fiestas.
En Brixton, en el sur de Londres, escenario de feroces disturbios en la década de* 1980 y donde se produjeron profundas divisiones sociales y tensiones raciales*, se empezaba a gestar una fiesta rápidamente organizada.
“La propia Thatcher representa mucho de lo que la gente odia respecto a lo que pasó en Gran Bretaña en los últimos 20, 30 años”, dijo el diseñador gráfico Ben Windsor, parado junto a un hombre que sostenía un cartel con una caricatura de Thatcher con las palabras: “regocíjate, regocíjate”.
Un policía observaba la escena mientras varias personas bebían cervezas en lata y botellas de vino coreando: “¡Está muerta!”.
Al caer la noche, a una cifra en rápido ascenso de 199 mil personas le “gustaba” el sitio web isthatcherdeadyet.co.uk (¿Thatcher está muerta ya?), que había sido actualizado con un gran “SÍ” en letras mayúsculas.
El sitio alentaba a los visitantes a celebrar y brindaba un tema musical: “Margaret Thatcher está muerta. Esta señora no va a regresar”, indicaba la web.
La frase es un juego de palabras con la famosa declaración de Thatcher “Esta mujer no va a cambiar”, que pronunció en un discurso en 1980 en una conferencia política para miembros de su propio Partido Conservador que le estaban pidiendo que modere sus políticas radicales de extrema derecha.