Los medios informativos occidentales han difundido un vídeo (que podemos ver justo arriba de este texto) en el que supuestamente se ve a varias persona votando varias veces. ¡Por fin había una prueba para acusar a Putin de pucherazo! El fraude, por cierto, ya había sido pregonado a los cuatro vientos por nuestros periodistas antes de que ocurriera porque, como ya sabemos, entre las habilidades de nuestros profesionales de la información está el arte de la adivinación. Ahora bien, hay un pequeño problema para que la teoría del pucherazo funcione ¿cómo es posible que Putin filme su propio fraude electoral? Porque las cámaras que captaron el supuesto fraude no eran cámaras ocultas sino webcams hechas instalar por el propio gobierno ruso. El mismo Putin, por su parte, ha ordenado que se haga una rigurosa investigación para que se esclarezca el suceso. Mientras, algunos analistas han sugerido que las irregularidades habrían sido alentadas desde el exterior.
También hay que recordar que ya en las elecciones parlamentarias de 2011 se distribuyeron desde un servidor californiano unos vídeos que supuestamente probaban el fraude electoral y que en realidad estaban trucados.