Daniel Bellaco
Digital Sevilla, 06/06/2019
Hoy muchos medios del mainstream mentirán diciendo que el Desembarco de Normandía fue la batalla clave de la victoria aliada sobre Hitler tergiversando la Historia en aras de dar valor a EEUU y Reino Unido, países símbolo del ultraliberalismo y buques insignia de la OTAN. Se ha ocultado la operación que por aquellas fechas puso en jaque a la Alemania nazi que realizó el Ejército Rojo, el que verdaderamente destruyó a Hitler.
La apertura de un segundo frente en Francia, se retrasó y sólo se hizo ante el temor de que la URSS acabara conquistando toda Europa.
Tras la tremenda derrota de la Alemania nazi en Stalingrado y el duro varapalo recibido en Kursk, el régimen de Hitler seguía siendo una amenaza para la URSS y seguía controlando gran parte de su territorio.
El mando soviético decidió en la primavera de 1944 dar un golpe mortal en el Frente del Este, donde Alemania perdió el 80% de sus tropas en la guerra. El nombre elegido fue Operación Bagratión (en honor a un príncipe ruso que había luchado contra Napoleón). Tendría lugar el 22 de junio, justo 3 años después de que la Alemania nazi invadiera la URSS causando millones de muertos, la gran mayoría civiles.
Stalin decidió sorprender a Hitler atacando en Bielorrusia a través de ríos, pantanos y bosques, algo casi imposible. Allí estaba el Grupo de Ejército Centro Alemán, si este caía se acorralaba el Grupo Ejército Norte en las Repúblicas bálticas y se amenazaba seriamente al Grupo Ejército Sur en Ucrania. En resumen, un golpe decisivo en la guerra que significaría poner a las tropas soviéticas en la frontera alemana.
El alto mando soviético destinó 2,3 millones de soldados, 5.800 tanques y 7.000 aviones para el combate, agrupados en 200 divisiones. Los nazis tenían 400.000 soldados así como centenares de tanques y aviones.
Toda esa masa fue ocultada, en la mayor operación de camuflaje y desinformación de la historia. Se usaron enormes movimientos de tropas y tanques para despistar, convoyes nocturnos que viajan sin luces y órdenes dadas verbalmente o por escrito con mucho tiempo de antelación para que no fueran detectadas por los espías enemigos.
El 23 de junio se lanza la ofensiva avanzando en profundidad tras tremendos bombardeos que provocan la desbandada nazi y la captura de miles de soldados alemanes que quedan aislados.
Un ataque soviético hacia Lituania consigue reconquistar los países bálticos y gracias a los partisanos polacos conquistan además Varsovia en agosto.
El 29 de este mes, finaliza la operación ante el riesgo de sobreextender las líneas de batallas y de suministro.
Bagratión supuso el hundimiento del III Reich consiguiendo causar al Ejército alemán 350.000 bajas entre muertos, heridos y capturados, más que Stalingrado y Normandía juntas.
Tanto en número como en consecuencias, fue la batalla más decisiva de la II Guerra Mundial, mucho más que el Desembarco de Normandía.
En la Operación Bagratión, Alemania envío el 75% de sus fuerzas militares contra el 25% del Desembarco de Normandía. Si los soviéticos no hubiesen realizado esta ofensiva, Francia no hubiese sido liberada y la historia habría cambiado.
Esta derrota costó al III Reich 1000 tanques y 2000 vehículos de todo tipo. Las bajas alemanas se estimaron en 60 000 muertos, 230 000 heridos y unos 116 000 prisioneros.
Fue con mucho la mayor victoria en términos numéricos para los aliados, reconquistando la URSS una inmensa extensión de territorio en 2 meses, recuperando prácticamente todas las áreas controladas por la URSS antes de la invasión alemana y colocándose a pocos kilómetros de Berlín.
Las mayores pérdidas sufridas hasta entonces por la Wehrmacht eran las bajas sufridas durante los 155 días de la ofensiva en Stalingrado, pero la Operación Bagratión les causó un número de bajas mucho mayor en tan solo 58 días. La ofensiva del Ejército Rojo aisló además al Grupo de Ejércitos Norte del Grupo de Ejércitos Sur, obligando a este último a retirarse prontamente del territorio soviético situado en los límites entre Ucrania y Rumanía, a fin de evitar ser cercado masivamente. Este hecho causó, indirectamente, que Rumanía y Bulgaria abandonaran su alianza con el Tercer Reich en agosto y septiembre de 1944, respectivamente, facilitando la penetración de la URSS en los Balcanes.
En el Desembarco de Normandía y en la invasión de Italia los Aliados se enfrentaron a solo un 25% de la fuerza total de unidades de la Wehrmacht disponibles en Europa; el 75% restante de las fuerzas germanas se encontraba combatiendo al Ejército Rojo en algún lugar del terrorífico Frente del Este.
Comparada con las cifras de la Operación Bagratión, la invasión de Normandía fue un teatro numéricamente inferior donde ambos bandos emplearon mucho menos hombres y recursos que en la Operación Bagratión, la cual ratificó que en el Frente Oriental de la Segunda Guerra Mundial, Alemania había perdido ya ante la URSS, país que después de años de sufrimiento y millones de muertos logró vencer a la maquinaria nazi.