El Blog de Carlos Tena, 04/03/2014
Las mentiras de la prensa internacional y sus colegas españoles toman cada hora un carácter de esperpento periodístico en progresión geométrica.
El golpista Viktor Yuschenko proclamó
héroe nazional al nazi Stepan Bandera.
El supuesto ultimátum de Rusia al ejército de Ucrania es una de ellas.
El primer ministro Medvedev no ha formulado siquiera una leve protesta, que hubiera sido interpretada como una negativa furibunda, sino se limitó a desmentir con sencillez y mesura un bulo tan torpe como infantil.
Los medios nazionales (El País, El Mundo, ABC, La Razón, etc., más sus voceros en las emisoras de TV) llaman pomposamente “nuevas autoridades” a personajes como Víktor Yuschenko, pero no hablan de la ilegalización del PCU o de la guinda “democrática” que supuso la proclamación como ”Héroe Nacional” del colaboracionista nazi Stepan Bandera (que se colocó del lado de las tropas invasoras del III Reich durante la Segunda Guerra Mundial), ambos decretos firmados por el mentado golpista.
En ese empecinamiento cae lamentablemente el diario vasco “Gara”, cada día más escorado hacia la socialdemocracia en la que se ubican sus principales responsables, que no su cuerpo de redacción y menos aún sus miles de lectores.
No es aventurado afirmar que el colectivo golpista que dirige hoy el gobierno de Ucrania, se ha quedado solo. Y, para colmo, mal acompañado: tener de su lado a la prostituida Unión Europea o al criminal Obama (que han jaleado y aceptado al ejecutivo golpista) no es una buena señal. Ni una ni el otro ayudarán económicamente a la “nueva Ucrania”.
Por otro lado, una gran parte de los mandos del ejército ucraniano han jurado lealtad al único ejecutivo que desconoce a esas “nuevas autoridades” (el de la República Autónoma de Crimea), surgidas de la bestialidad nazi-fascista y del miedo del pueblo ucraniano a sus mercenarios, puntualmente financiados por la Casa Blanca y Bruselas.
La situación social y política que la prensa radio y tv españolista (el 99%) trata de “colar” a sus lectores y/o audiencias, queda en ridículo ante la que Edgar Savisaar, alcalde de Tallin (capital de Estonia), precisó en una entrevista al diario “Postimes”.
“El actual Gobierno de Ucrania no tiene ni el mandato legítimo, ni la capacidad para resolver problemas críticos. La situación únicamente se estabilizará, tras la aparición de un poder legítimo”, sentenció Savisaar.
Por mucho que los “perrodistas” de los medios citados se empeñen en entregar ruedas de molino a los comulgantes incautos, las “nuevas autoridades” de Ucrania deberían adoptar decisiones valientes para evitar que el conflicto degenere.
La primera es la dimisión en bloque del gobierno de coalición; arresto y proceso judicial de todos los miembros neonazis que han asesinado a civiles y policías; restitución del PCU a la legalidad; solicitar el regreso del presidente Yanukóvich (hoy mismo reconocido oficialmente por Rusia como legítimo mandatario de Ucrania) y denunciarle, si existen pruebas en su contra por corrupción y enriquecimiento; restituir a las autoridades defenestradas en el país y cumplir el pacto firmado el 21 de febrero pasado, que igualmente rubricaron los representantes de los gobiernos de Alemania, Rusia y Francia.
El abandono y la pesadumbre son las sensaciones que impregnan el ambiente, tras la borrachera sangrienta que aplaudieron Bruselas y la Casa Blanca.
Alea jacta est.