Boletín nº 484 Armas contra las guerras
En Global Research vamos a publicar una serie de artículos e informes con el fin de promover “la verdad sobre Boston”. El objetivo subyacente es confrontar y cuestionar la versión oficial de los hechos en relación con los atentados de Boston, así como las interpretaciones sesgadas y enrevesadas de los principales medios de comunicación.
Invitamos a nuestros lectores a apoyar ”la verdad sobre Boston” y a difundirla en las redes sociales, medios de comunicación independientes y blogs.
Nueve mil policías fuertemente armados, incluyendo los equipos de SWAT, fueron desplegados en una cacería para capturar a un estudiante de 19 años de la Uniersidad de Massachusets, después de que su hermano Tamerlan Tsarnaev, el presunto autor intelectual del atentado terrorista en el maratón de Boston fuera muerto a tiros por la policía al parecer tras una persecución de coches con dispararos a la policía.
Antes de la realización de una investigación de la policía, el estudiante de 19 años ya ha sido designado como “culpable”. El principio jurídico fundamental de la “inocencia hasta que se demuestre su culpabilidad” ha sido desechado. En palabras del Presidente Obama (un graduado de la facultad de derecho de Harvard), el estudiante de 19 años de edad, es “culpable” de crímenes aberrantes (sin pruebas y antes de ser acusado en un tribunal de justicia):
“Cualquiera que sea la agenda de odio que llevó a estos hombres [sospechosos] a cometer tales actos atroces no puede prevalecer. Lo que pensaron que podrían lograr, ya han fracasado …. ¿Por qué los jóvenes que crecieron y estudiaron aquí como parte de nuestras comunidades y nuestro país recurren a este tipo de violencia?”(Énfasis añadido).
Junto con el presunto ántrax en Washington DC, que misteriosamente apareció inmediatamente después de la tragedia de Boston, Washington y los medios de comunicación han puesto de relieve los vínculos de los hermanos Tsarnaev con la insurgencia yihadista de Chechenia.
De acuerdo con el Wall Street Journal, citando la opinión de expertos académicos:
De acuerdo con el Wall Street Journal, citando la opinión de expertos académicos:
“… El contexto de fondo de la familia Chechena es tal vez una parte de lo que los llevó [a los dos sospechosos] a hacer lo que hicieron”, dijo Lorenzo Vidino, experto en militantes chechenos en el Centro de Estudios de Seguridad en Zúrich “. … Un perfil en las redes sociales Vkontakte que parece pertenecer a Dzhokhar Tsarnaev incluye una propaganda de un clip yihadista sobre el rally a Siria para luchar junto a los rebeldes, citando dichos del Profeta Muhammad. Da la casualidad de que los combatientes yihadistas extranjeros en Siria son reclutados por los EE.UU. y sus aliados como está ampliamente documentado. (Wall Street Journal, op cit.)
Lo que implica esto es que incluso si los sospechosos no están vinculados a una red de extremistas musulmanes, su “background” es decir su patrimonio cultural y el hecho de ser musulmanes los incita -como es natural- para cometer actos de violencia. ¿De qué manera este concepto, que habitualmente asocia a los musulmanes con el terrorismo, repetido hasta la saciedad en la cadena de noticias occidental, afecta a la mentalidad?
Mientras que la identidad y los motivos de los sospechosos están siendo examinados por los investigadores policiales, los hermanos Tsarnaev ya están clasificados, sin evidencia que lo apoye como “musulmanes radicales”.
Al otro lado de la tierra, los musulmanes están siendo calumniados y demonizados. Una nueva ola de islamofobia se ha puesto en marcha.
La creación de una nueva leyenda: “La conexión chechena”
Una nueva leyenda se desarrolla: “La conexión chechena” está amenazando a América, la cosecha del islamismo de la Federación Rusa se “exporta a Estados Unidos”.
Plasmada en los tabloides de noticias en los Estados Unidos, los atentados de 15 de Abril en el Maratón de Boston, en el Día de los Patriotas, han sido comparados implacablemente como el 11 de septiembre de 2001.
De acuerdo con el Consejo de Relaciones Exteriores:
http://www.cfr.org/united-states/issue-guide-boston-bombings-terrorism/p30462?cid=rss-analysisbrief-issue_guide__boston_bombings_a-041613
“Las fuerzas de seguridad y policía en todos los niveles han hecho avances en la vigilancia desde el 11 de septiembre de 2001, pero persisten los riesgos de seguridad. Muchos expertos antiterroristas llaman a establecer un enfoque renovado en la capacidad de Estados Unidos para resistir y recuperarse de incidentes de este tipo …” ( énfasis en el original)
¿Está la tragedia de Boston siendo utilizada por Washington para marcar el comienzo de una nueva oleada de medidas del estado policial dirigidas contra las diferentes categorías de “terroristas domésticos?
¿Se utiliza este evento catastrófico para fomentar la reacción pública contra los musulmanes?
¿Se está utilizando para construir la aceptación de santa de la cruzada Américana iniciada durante el gobierno de Bush, dirigida contra una serie de países musulmanes, que supuestamente son enclaves “terroristas islámicos”?
Según el poderoso Consejo de Relaciones Exteriores (que ejerce una profunda influencia tanto en la Casa Blanca como en el Departamento de Estado), los atentados de Boston una vez más “aumentan el espectro del terrorismo en territorio de EE.UU., poniendo de relieve la vulnerabilidad de una sociedad libre y abierta”. (Ibid)
Las soluciones propuestas contra el terrorismo en lugar de hacer cumplir la ley civil, implican la Ley Marcial y la suspensión de las libertades civiles. En palabras del Secretario de Estado, John Kerry, “Creo que es justo decir que toda esta semana hemos estado en una confrontación muy directa con el mal”.
El consenso de los medios de comunicación (incluido el de Hollywood) es que Estados Unidos está nuevamente bajo ataque. Esta vez, sin embargo, los presuntos autores son “terroristas musulmanes” no procedentes de Afganistán o Arabia Saudita, sino de la Federación de Rusia:
Si se establece una conexión entre los presuntos bombardeos del maratón y los separatistas chechenos, sería la primera vez que los militantes de la ex república soviética han lanzado un ataque mortal fuera de Rusia. ( Chechen insurgents deny any link to marathon bombing. U.S. News. http://usnews.nbcnews.com/_news/2013/04/19/17828180-chechen-insurgents-deny-any-link-to-marathon-bombing?lite )
“La conexión chechena” se ha convertido en un nuevo consenso en los medios de comunicación. La Patria Americana está potencialmente amenazada por terroristas musulmanes de la Federación de Rusia, que tienen vínculos con Al Qaeda.
También hay un programa de política exterior detrás de los atentados. La Casa Blanca ha dado a entender que si los “hermanos chechenos” tenían vínculos con el islamismo radical, el gobierno “podría ampliar los esfuerzos de recolección de inteligencia en el extranjero, así como ampliar las medidas de vigilancia y de investigación en los Estados Unidos.”
Por otra parte, la nueva narrativa terrorista ahora involucra a los jihadistas de la Federación de Rusia en lugar de los del Medio Oriente.
Hay implicaciones geopolíticas. ¿La conexión chechena será utilizada por la administración como pretexto renovado para presionar a Moscú? ¿Qué tipo de propaganda es probable que surja de los medios?
Al Qaeda y la CIA
El público estadounidense es inducido a error. Los informes de los medios omiten cuidadosamente los orígenes históricos del movimiento yihadista Checheno y sus vínculos generalizados con la inteligencia de EE.UU.
Reagan con un amigo taliban
El hecho es que el movimiento yihadista es una creación de la inteligencia de EE.UU., que también ha dado lugar al desarrollo del “Islam político”. Mientras que el papel de la CIA en apoyo a la jihad islámica (incluyendo la mayoría de las organizaciones afiliadas a Al Qaeda) está ampliamente documentado, también hay evidencias de que el FBI secretamente ha equipado e incitado a terroristas dentro de los EE.UU. (James Corbett, The Boston Bombings in Context: How the FBI Fosters, Funds and Equips American Terrorists,, Global Research April 17, 2013 http://www.globalresearch.ca/the-boston-bombings-in-context-how-the-fbi-fosters-funds-and-equips-american-terrorists/5331872)
La agenda de la CIA a partir de la década de 1970 era reclutar y entrenar a yihadistas “luchadores por la libertad” (muyahidines) para librar una “guerra de liberación”, dirigida contra el gobierno secular pro-soviético de Afganistán.
La “Jihad Islámica” (o guerra santa contra los soviéticos) se convirtió en una parte integral de la estrategia de inteligencia de la CIA. Fue apoyada por los Estados Unidos y Arabia Saudita, con una parte significativa de los fondos generados por el comercio de drogas del Triángulo Dorado:
“En marzo de 1985, el presidente Reagan firmó la Directiva de Decisión de Seguridad Nacional 166 … que autorizó la intensificación de la ayuda militar encubierta a los muyahidines, y dejó en claro que la guerra secreta afgana tenía un nuevo objetivo: derrotar a las tropas soviéticas en Afganistán a través de acciones encubiertas y fomentar una retirada soviética. La nueva ayuda encubierta EE.UU. comenzó con un dramático aumento en el suministro de armas – un aumento constante de 65.000 toneladas anuales para el 1987 … así como un “flujo incesante” de especialistas de la CIA y el Pentágono, que viajaban a la sede secreta del ISI (Servicios de Inter Inteligencia) de Pakistán, en la carretera principal cerca de Rawalpindi, Pakistán. Allí, los especialistas de la CIA, se reunían con funcionarios de inteligencia paquistaníes para ayudar a planificar las operaciones de los rebeldes afganos.” (Steve Coll, The Washington Post, 19 de julio de 1992.)
Mujahideenes de un gran número de países musulmanes fueron reclutados por la CIA. También fueron reclutados yihadistas de las repúblicas musulmanas (y regiones autónomas) de la Unión Soviética (Para un análisis más detallado véase, Al Qaeda and the “War on Terrorism”, Global Research, January 20, 2008 http://www.globalresearch.ca/al-qaeda-and-the-war-on terrorism/7718)
Zbigniew Brzezinski (hombre del presidente Carter
y del CFR de los Rockefeller) hace prácticas de
tiro con amigos integristas islámicos.
Chechenia es una región autónoma de la Federación Rusa. Entre los reclutas para la formación especializada en la década de 1990 estaba el líder de la rebelión Chechena, de la primera guerra secesionista de la Guerra dirigida contra Rusia Shamil Basayev.
Durante su entrenamiento en Afganistán, Shamil Basayev estuvo vinculado con el veterano comandante muyahidín “Al Jattab” que había luchado como voluntario en Afganistán. Apenas unos meses después del regreso de Basayev a Grozny, Khattab fue invitado (principios de 1995) para establecer una base militar en Chechenia para el entrenamiento de los combatientes mujaidines. Según la BBC, el saudí Khattab en Chechenia organizó una base [Internacional] Islamic Relief Organisation, una organización religiosa extremista, financiado por mezquitas e individuos ricos que canalizan fondos saudies a Chechenia” (BBC, 29 de septiembre de 1999.)
La evidencia sugiere que Shamil Basayev tenía vínculos con la inteligencia de EE.UU. a partir de finales de 1980. Estuvo involucrado en el golpe de Estado de 1991, que condujo a la desintegración de la Unión Soviética. Posteriormente estuvo involucrado en la declaración unilateral de independencia de Chechenia de la Federación de Rusia en noviembre de 1991. En 1992, lideró una insurgencia contra los combatientes armenios en el enclave de Nagorno-Karabaj. También estuvo involucrado en Abjasia, la región separatista de Georgia, mayoritariamente musulmana.
La primera guerra de Chechenia (1994-1996) se libró en la estela inmediata del colapso de la Unión Soviética. Era parte de una operación encubierta de EE.UU. para desestabilizar a la Federación Rusa. La segunda guerra de Chechenia fue emprendida en 1999-2000.
En términos generales, las mismas tácticas terroristas guerrilleras aplicadas en Afganistán se llevaron a cabo en Chechenia ( http://www.globalresearch.ca/al-qaeda-and-the-war-on-terrorism/7718).
Según Yossef Bodansky, director del Grupo de Trabajo del Congreso de EE.UU. contra el terrorismo y la guerra no convencional, “la insurgencia en Chechenia había sido planeada durante una cumbre secreta de Hezbolá Internacional que se celebró en 1996 en Mogadiscio, Somalia”. (Levon Sevunts, “Who’s Calling The Shots? Chechen conflict finds Islamic roots in Afghanistan and Pakistan”, The Gazette, Montreal, 26 October 1999.)
Es evidente que la participación del ISI paquistaní en Chechenia “va mucho más allá del suministro a los chechenos de armas y profesionales: El ISI y sus aliados islámicos radicales son en realidad la última palabra en esta guerra” (Ibid)
El ISI está en contacto permanente con la CIA. ¿Qué significa esta afirmación?
¿ Que la inteligencia de EE.UU. utilizando al Inter Servicios de Inteligencia de Pakistán (ISI) como intermediario toma las decisiones en la guerra de Chechenia?.
La principal ruta del gasoducto Ruso transita a través de Chechenia y Daguestán. Pese a la condena del “terrorismo islámico” de Washington, los beneficiarios de las guerras en Chechenia fueron los conglomerados petroleros anglo-estadounidenses que competían por el control total sobre los recursos petroleros y los corredores de los oleoductos que salen de la cuenca del Mar Caspio.
Los dos principales ejércitos rebeldes chechenos (que en ese momento fueron dirigidos por el (último) comandante Shamil Basayev y Khattab Emir), con fuerzas estimadas de unos 35.000, fueron apoyados por la CIA y su homólogo paquistaní ISI, que jugó un papel clave en la organización y la formación del ejército rebelde checheno:
“[En 1994] los Servicios de Inter Inteligencia paquistaní [en colaboración con la CIA] habían arreglado para Basayev y sus lugartenientes de confianza un entrenamiento intensivo en la guerra de guerrillas en la provincia de Khost, Afganistán, en el campo Amir Muawia, creado a principios de los 1980 por la CIA y el ISI y por el famoso señor de la guerra afgano Gulbuddin Hekmatyar. En julio de 1994, después de graduarse en Amir Muawia, Basayev fue transferido al campo de Markaz-i-Dawar en Pakistán para recibir formación en tácticas guerrilleras avanzadas. En Pakistán, Basayev conoció a los militares paquistaníes del mas alto rango y a oficiales de inteligencia: el ministro de Defensa general Aftab Shahban Mirani, el ministro del Interior general Naserullah Babar, y el jefe de la rama del ISI encargada de apoyar las causas islámicas, el general Javed Ashraf (todos actualmente retirados). Estas conexiones de alto nivel pronto resultaron muy útiles para Basayev.” (Ibid, énfasis añadido)
Después de su formación y adoctrinamiento, Basayev fue asignado para liderar el asalto contra las tropas federales rusas en la primera guerra chechena en 1995. Su organización también había desarrollado extensos vínculos con organizaciones criminales en Moscú, así como vínculos con el crimen organizado albanés y el ELK. (Vitaly Romanov y Viktor Yadukha, “Chechen Front Moves To Kosovo”, Segodnia, Moscú, 23 de Febrero de 2000)
La insurgencia chechena, el modelo de jihad de la CIA patrocinado en Afganistán, también ha servido como modelo para varias intervenciones militares patrocinadas por Estados Unidos y la OTAN, entre ellos Bosnia (1992-1995), Kosovo (1999), Libia (2011), Siria (2011).
La guerra de Chechenia 1994-1996, instigada por los principales movimientos rebeldes contra Moscú, sirvió para socavar las instituciones seculares del Estado. La adopción de la ley islámica en las sociedades musulmanas en gran medida seculares de la antigua Unión Soviética sirvió a los intereses estratégicos de Estados Unidos en la región.
Un sistema paralelo de gobierno local, controlado por la milicia islámica, se había implantado en muchas localidades de Chechenia. En algunas de las pequeñas ciudades y pueblos, se establecieron tribunales “Sharia” islámicos, bajo un reinado de terror político.
La ayuda financiera de Arabia Saudita y los Estados del Golfo a los ejércitos rebeldes estaba condicionada a la instalación de los tribunales de la Sharia, a pesar de la fuerte oposición de la población civil. El Juez Principal y de los tribunales de la Sharia en Chechenia era el jeque Abu Umar, que “llegó a Chechenia en 1995 y se unió a las filas de los muyahidines, bajo el liderazgo de Ibn-ul-Khattab… Se dedicó a la enseñanza del Islam con el “Aqeedah correcto” a los Mujahidines de Chechenia, muchos de los cuales celebraron sus creencias erróneas y distorsionadas sobre el Islam”. (Global Muslim News, December 1997 http://www.islam.org.au/articles/21/news.htm )
El movimiento wahabí de Arabia Saudí no sólo estaba tratando de invadir las instituciones civiles del Estado en Daguestán y Chechenia, también estaba tratando de desplazar a los líderes musulmanes sufíes tradicionales. De hecho, la resistencia a los rebeldes islámicos y a los combatientes extranjeros en Daguestán se basa en la alianza secular, de los gobiernos locales con los jeques sufíes:
“Estos [wahabíes] se componen de una minoría muy pequeña, pero bien financiada y bien armada. Proponen con estos ataques la creación del terror en los corazones de las masas… Al crear la anarquía y el caos, estos grupos pueden hacer valer su propia áspera e intolerante visión del Islam… Estos grupos no representan la opinión común del Islam, celebrada por la gran mayoría de los musulmanes y eruditos islámicos, para quienes el Islam ejemplifica el parangón de la civilización y de la moralidad perfeccionada. Ellos representan lo que es nada menos que un movimiento a la anarquía bajo una etiqueta islámica… Su intención no es tanto la de crear un estado islámico, sino crear un estado de confusión en el que sean capaces de prosperar.” (Mateen Siddiqui, “Diferenciación Islam de” islamistas “militantes” San Francisco Chronicle, 21 de septiembre de 1999)
La segunda guerra de Chechenia, fue lanzada por Vladimir Putin en 1999, con el fin de consolidar el papel del gobierno central y derrotar a los terroristas chechenos patrocinados por los Estados Unidos contra Rusia.
“Ataque de falsa bandera”
El sospechoso de 19 años está siendo utilizado como un chivo expiatorio. Ni siquiera había nacido en Chechenia. Mientras él y su hermano no tenían ninguna conexión con el movimiento yihadista, los medios de EE.UU. están creando cuidadosamente una “conexión chechena” que apunta a un patrón de comportamiento inherente asociado con los musulmanes.
Los hermanos pasaron 10 años en los EE.UU. durante un período formativo de su vida, mostrando un comportamiento normal para los inmigrantes de primera generación, dijo Mitchell Silber, un ex funcionario de inteligencia en el Departamento de Policía de Nueva York. “La pregunta es, ¿qué catalizó el cambio? ¿Fue el nacionalismo checheno? ¿Comenzó con el nacionalismo checheno y de alguna manera migraron a la causa de la jihad pan-islámica?” (Renewed Fears About Homegrown Terror Threat,” WSJ April 20, 2013 http://online.wsj.com/article/SB10001424127887324763404578433113880189762.html)
Hay evidencia, sin embargo, según los testimonios de los familiares de que los hermanos Tsarnaev estaban en el radar del FBI desde hacía varios años antes de los atentados de Boston y fueron objeto de amenazas y actos de hostigamiento recurrentes. Fue confirmado por el Wall Street Journal, queel FBI había “entrevistado” a Tamerlan Tsarnaev en 2011.(Ibid)
Lo que está claro es que el gobierno de EE.UU. no se ha comprometido a luchar contra los terroristas.
Mas bien todo lo contrario, la Inteligencia de EE.UU. ha estado reclutando terroristas durante más de treinta años, mientras que al mismo tiempo mantiene la absurda idea de que estos terroristas, que en realidad son “activos de inteligencia de la CIA” de buena fe, constituyen una amenaza para el territorio estadounidense. Estas supuestas amenazas por parte de “un enemigo exterior” son parte de una estrategia de propaganda detrás de la “guerra global contra el terrorismo”.
¿Cuál es la Verdad?
El desarrollo de una milicia terrorista islamista en diferentes países de todo el mundo es parte de un proyecto complejo de inteligencia de EE.UU.
Mientras que los hermanos Tsarnaev están casualmente acusados sin pruebas de tener vínculos con terroristas chechenos, la pregunta mas importante es: .- ¿quién está detrás de los terroristas chechenos?
En una lógica completamente retorcida, los protagonistas de la “guerra global contra el terrorismo” dirigida contra los musulmanes son los arquitectos de facto de “terrorismo islámico”.
La “Guerra Global contra el Terrorismo”
La “guerra contra el terrorismo” construye un consenso: a millones de estadounidenses se les hace creer que es necesario un aparato de policía militarizado para proteger la democracia. No se dan cuenta de que el gobierno de los EE.UU. es la principal fuente de terrorismo tanto a nivel nacional como internacional.
Los medios de comunicación masivos son el brazo de propaganda de Washington, que consiste en retratar a los musulmanes como una amenaza para la seguridad nacional.
En este momento de nuestra historia, en la encrucijada de crisis económica y social mundial, los atentados de Boston juegan un papel central. Justifican el Estado de Seguridad Nacional (Homeland Security State).
En relación con el caso la policía del Estado USA se ha confirmado como un medio para proteger las libertades civiles. Bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo, los asesinatos extrajudiciales, la suspensión del habeas corpus y la tortura son considerados con razón como un medio para defender la Constitución de los EE.UU.
Al mismo tiempo, los terroristas -creados y apoyados por la CIA- se utilizan para participar en los actos terroristas de “Falsa Bandera” con el fin de justificar la realización de una cruzada militar mundial contra los países musulmanes, cuyas economías resultan ser las principales productoras de petróleo.
“Producción de eventos masivos”
El ex comandante de CENTCOM, general Tommy Franks, quien dirigió la invasión de Irak en 2003, había esbozado un escenario de lo que describió como “un evento en el que se producirán víctimas masivas” en suelo estadounidense, (un segundo 9/11). Implícita en la declaración del general Franks estaba la idea y la creencia de que las muertes de civiles fueron necesarias para crear conciencia y obtener apoyo público para la “guerra global contra el terrorismo”.
“Un caso de víctimas del terrorismo [ocurrirá] en algún lugar del mundo occidental – que puede estar en los Estados Unidos de América – que hará que nuestra población cuestione nuestra propia Constitución y se empiece a militarizar nuestro país para evitar que se repita otro evento con víctimas masivas ” (General Tommy Franks Entrevista, Cigar Aficionado, diciembre de 2003, énfasis añadido)
Mientras los bombardeos de Boston son de una naturaleza completamente diferente a la “catástrofe” aludida por el general Tommy Franks, la administración, sin embargo, parece estar comprometida con la lógica de la “militarización de nuestro país”, como un medio para “proteger la democracia.”
Los eventos de Boston ya están siendo utilizados para galvanizar el apoyo público a la ampliación del aparato doméstico de lucha contra el terrorismo. Este último se llevaría a cabo junto con los asesinatos extrajudiciales contra los llamados “terroristas auto radicalizados de cosecha propia”:
“Desde 2001 la política antiterrorista de EE.UU. se ha centrado principalmente en matar a los terroristas en el extranjero o en impedirles entrar en los EE.UU. Sin embargo, los atentados de Boston muestran cómo la difusión de las tácticas terroristas trascienden las fronteras fácilmente. La lucha contra pequeños grupos de personas dentro de los EE.UU. puede ser una tarea que atormenta.”
Bruce Riedel, director del Proyecto de Inteligencia de la Brookings Institution, un think tank de Washington no partidista, dijo que el ataque de Boston fue probablemente un presagio. “Es probable verlo como el futuro rostro de las amenazas terroristas a los Estados Unidos”, dijo, y agregó que el caso de un pequeño número de participantes radicalizados que han vivido en los EE.UU. y ejecutan una trama es “la peor pesadilla de la comunidad antiterrorista, el terrorismo auto-radicalizado de cosecha propia, que aprenden de sus de habilidades en Internet”. (Wall Street Journal, 20 de abril, op cit)
El “incidente terrorista con producción masiva de víctimas” fue confirmado por el general Franks como un punto de inflexión político crucial.
¿Los bombardeos Boston constituyen un punto de transición, un punto de inflexión que contribuye en última instancia a la suspensión gradual de un gobierno constitucional?