mpr21, 30/08/2023
No es un fenómeno nuevo, pero no deja de sorprender que la censura reaparezca en los medios académicos como en las peores épocas de la Edad Media. En 2009 se descubrió que los caciques de la unidad del clima de la Universidad británica de East Anglia se dedicaban a censurar y desacreditar a sus oponentes.
Los correos electrónicos que se destaparon mostraban a un miembro de ese clan, Phil Jones, indicando a Michael Mann los artículos que se debían referenciar en los informes del IPCC y los que no.
Ahora han vuelto a la carga para censurar un artículo publicado por cuatro científicos italianos, respaldado por pares, cuya conclusión es que el clima extremo y los desastres naturales relacionados con él no están aumentando.
El artículo se titulaba “Una evaluación crítica de las tendencias de eventos extremos en los tiempos del calentamiento global” y se publicó en la revista científica European Physical Journal Plus (1).
Así comenzó la caza de brujas. Los celosos defensores de la inquisición pasaron al contrataque, tanto en el terreno académico (2) como en el político, donde han formado un holding mediático de 500 cadenas de intoxicación, llamado Covering Climate Now (CCN), que es capaz de llegar a más de 2.000 millones de lectores (3). Su misión es difundir la ideología del calentamiento y denostar a los herejes.
Periódicos generalistas, como The Australian (4) y el Guardian (5), se sumaron a la ofensiva porque el asunto del cambio climático, desborda ampliamente el mundillo académico. Más bien forma parte de la política económica del moderno capital monopolista.
Los inquisidores decían que el artículo de los científicos italianos se había basado en el Quinto Informe del IPCC en lugar del Sexto. Los autores les aclararon que lo presentaron antes de que se publicara el Sexto Informe, pero la aclaración no importó a nadie. La caza había empezado. El estudio era “defectuoso”, incluía “afirmaciones desacreditadas” y “datos extremadamente manipulados”.
En el terreno académico el objetivo era la retractación y por eso empezaron las presiones a la empresa editora Springer para que se sumara a la caza de brujas. La semana pasada lograron su objetivo.
Por su parte, en una loable actitud de abierto desafío, los científicos italianos no se callaron la boca y a principios de este mes han publicado una versión actualizada de su artículo, también revisado por pares, en una revista científica diferente. Se titula “¿Está aumentando el número de desastres naturales mundiales?” Los autores no vacilan en criticar abiertamente a dos organismos de la ONU (FAO y UNDRR) que predicen un número creciente de desastres a causa del calentamiento global. “Nuestros análisis refutan rotundamente esa afirmación, así como las extrapolaciones publicadas por la UNDRR basadas en esta afirmación”, concluyen (6).
(1)https://ui.adsabs.harvard.edu/link_gateway/2022EPJP..137..112A/doi:10.1140/epjp/s13360-021-02243-9
(2) https://phys.org/news/2022-09-scientists-urge-publisher-faulty-climate.html
(3) https://coveringclimatenow.org/
(4) https://www.theaustralian.com.au/news/latest-news/scientists-urge-top-publisher-to-withdraw-faulty-climate-study/news-story/5cff166471a1b774afa74f8ed980ccf8
(5) https://www.theguardian.com/environment/2022/sep/22/sky-and-the-australian-find-no-evidence-of-a-climate-emergency-they-werent-looking-hard-enough
(6) https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/17477891.2023.2239807