20 minutos, 16/10/2015
-Fueron contratados para ambientar un plató con pintadas en lengua árabe, pero ellos llenaron las paredes de mensajes contra la propia serie.
-Protestaban así por la supuesta mala imagen que la serie da del mundo musulmán, sin que los responsables de la serie se dieran cuenta de lo que ponían.
-Protestaban así por la supuesta mala imagen que la serie da del mundo musulmán, sin que los responsables de la serie se dieran cuenta de lo que ponían.
Los productores de la serie estadounidense Homeland, que narra las idas y venidas de una agente de la CIA que trabaja contra el terrorismo islámico, decidieron que uno de sus decorados, imitando algunas calles de Siria, debían tener pintadas en árabe para hacerlos más realistas. Así, propusieron a un grupo de grafiteros de El Cairo que se encargaran de hacer esas pintadas sobre las paredes del plató. El problema vino cuando el grupo de artistas aprovechó para expresar en esas pintadas su disconformidad con la serie y el modo en que trata al mundo islámico.
"Homeland no es una serie", "Homeland no vale nada". "Homeland es una broma que no tiene gracia", "Este show no refleja los puntos de vista de los artistas" o "Homeland es racista" eran algunas de las traducciones de las pintadas que hicieron en las paredes. "Para ellos, la escritura árabe es sólo un elemento más de sus fantasías sobre Oriente Medio", explicaba Heba Amin, uno de los grafiteros, según publica Cinemania.es. Así, los artistas se quejaban de la supuesta mala imagen que la serie da del mundo musulmán, sin que los responsables de la serie se dieran cuenta de lo que en realidad estaban comunicando sus propias paredes. Los artistas acusaron además a la serie de reducir la escritura árabe a "un mero complemento visual de la fantasía de horror de Oriente Medio" y una iniciativa que "deshumaniza una región entera con figuras deshumanizadas con burkas negros".