El Blog de Carlos Tena, 21/02/2014
El Consejo de Informativos de TVE, órgano que debería monitorear la independencia, rigor y veracidad de los Telediarios de la cadena pública, se ha atrevido a denunciar las habituales prácticas de manipulación informativa del medio público, que alcanzan a RNE, obviamente.
Una acusación que miles de blogs llevan señalando desde hace decenios y de la que, al parecer, ya se han apercibido los miembros y miembras del citado Consejo, cuando arrecia el deseo del PSOE de provocar unas elecciones anticipadas.
RTVE lleva mostrando su servilismo a los gobiernos del PPSOE desde el estreno de la pequeña pantalla, allá por 1956. El administrador de este blog fue censurado, separado del servicio y sancionado, tanto en RNE como en TVE en varias ocasiones, por franquistas y neofranquistas, desde 1965 hasta 1995. Más sabe el diablo por viejo que por sabio.
Lo sarcástico del tema radica no sólo en la demora lamentable de la queja, sino la difusión de esta noticia en plataformas igualmente sometidas a la censura férrea, no ya de partidos políticos, sino de las empresas e imperios mediáticos que las controlan, muchos de cuyos profesionales comparten ambos trabajos: en la RTVE de todos los ciudadados/as y en los medios privados.
Julio Somoano, responsable
y censor, como antes lo fueron
otros directivos de rtve, como
Juan Luis Cebrián, Eduardo Sotillos,
Fernando González Delgado,
Diego Carcedo, Maria Antonia
Iglesias, Saéz de Buruaga, etc.
Como si en esos diarios o cadenas existiese “libertad de expresión”, sino un apetitoso pago de cantidades sustanciosas que aseguran la “libertad de opresión”. Un contrato de trabajo y salarios de miles de euros al mes son la mejor mordaza.
La denuncia de algunos de estos periodistas de RTVE se ciñe a casos tan escandalosos como el referido a Bárcenas, a la declaración de la Infanta ante el juez Castro o a la ley del aborto, en los que el tratamiento informativo de RTVE no ha sido ni objetivo, ni veraz, ni riguroso.
Pero tras esos temas se oculta algo mucho más grave, que es precisamente lo que NO denuncia el Consejo: ni una palabra sobre el servilismo hacia la política belicista de EEUU, las mentiras constantes sobre la invasión y genocidio de Libia, de Siria, sobre la realidad cubana, el conflicto vasco, los sucesos de Kiev o de Venezuela, donde los “periodistas” que ahora denuncian han mentido y siguen haciéndolo, porque lo ordena el jefe, el interés del estado y de la monarquía neofranquista.
Dicen que más vale tarde que nunca, pero en este caso la sonrisa conmiserativa es la reacción más lógica ante un hecho como el referido.
Hay pocos periodistas valientes, periodistas callados, serviles y pusilánimes como en el franquismo. El miedo a perder el trabajo puede ser la razón de sus silencios, pero hay quien disfruta con ellos.