Alejandro Requeijo
El Confidencial, 16/10/2022
[Otro ejemplo de plumífero que va por lana y sale trasquilado por el entrevistado.]
Fernando Moragón (Madrid, 1963) fue el único español entre los invitados por el Kremlin para presenciar los referéndums de anexión en cuatro provincias del Este de Ucrania. El resultado fue un apoyo abrumador a la unión con Rusia, según unos resultados que no cuentan con el aval de la comunidad internacional. Este historiador atesora contactos en Moscú, defiende el proceso y alega que se pusieron todas las facilidades para poder votar a pesar de los bombardeos, incluso con urnas móviles. Preside un organismo llamado Observatorio Hispano-Ruso de Eurasia (OHRE) y niega recibir financiación exterior. A su juicio, el actual conflicto demuestra que el mundo está ya en una tercera guerra mundial iniciada por Estados Unidos cuyo objetivo principal es China y lograr la desindustrialización de Europa.
PREGUNTA. ¿Qué hace un español como observador internacional en las consultas del Donbás?
RESPUESTA. Observar, ver. Yo no soy un representante del Estado español, soy una persona privada interesada en estos temas cuyo trabajo es recoger información de todas las fuentes posibles. Si puedo hacerlo en el propio sitio donde surge la noticia, quiero estar ahí. Tampoco pertenezco a una organización internacional como la ONU. Yo no tengo que hacer un informe. Me sirve para ver la situación, estar allí, hablar con la gente y hacerme una idea mejor de lo que está pasando.
P. ¿En qué consistió ese trabajo de observación?
R: Primero llegamos a Moscú. No hay vuelos directos entre Europa y Rusia, tienes que ir por Turquía que es la ruta más cómoda. Allí estuvimos un día esperando a que llegase toda la gente. En toda la zona de lo que antes del referéndum era la frontera con Rusia no hay tráfico aéreo, por lo tanto te llevan al aeropuerto militar. Te montas en un avión militar y te llevan a Rostov del Don, al sur, a otro aeropuerto militar. A partir de allí vamos a la ciudad más cercana a la frontera, que en este caso era Taganrog. Por la mañana nos levantábamos, íbamos hacía la frontera, pasábamos la frontera y nos estaba esperando gente de la organización. Llevábamos seis o siete soldados.
P. ¿Qué organización?
R. El personal que se encargaba de todo, que depende del Ministerio de Exteriores ruso. Íbamos escoltados con dos coches militares rusos delante y otros dos detrás. Desde el 24 de febrero, cuando se produjo la invasión, entraron por todas las fronteras. Ya estaban allí, no fueron por los referéndums.
P. Ha utilizado la palabra "invasión". ¿Ese término lo podría utilizar en un medio de comunicación ruso?
R. Tenemos una idea muy equivocada de los rusos. Hay unos debates internos enormes, antes y ahora. Yo he visto debates entre miembros de Rusia Unida y no pasa nada. No hay tanta unanimidad. No existe en ningún país, ni siquiera en China, donde no haya un grupo con ideas distintas. Dentro de la élite actual rusa hay gente más partidaria de la operación militar especial y gente que menos y se puede hablar con ella. No pasa nada.
P. ¿Tuvo capacidad de separarse de esa escolta rusa para hablar con gente?
R. Era una escolta muy pequeña. Donetsk, donde estábamos nosotros, es la parte donde queda más territorio por conquistar, según los planes de Putin. La ciudad está muy cerca del frente, está a siete kilómetros. Estuve hablando con militares, se escuchaban los cañazos.
P. ¿Es fiable el censo que se usó para los referéndums?
R. Había dos tipos de votantes. Uno es el que estaba en las regiones que llevan con el conflicto desde 2014. Otro es el que, con motivo del conflicto, ha emigrado a Rusia.
P. ¿Solo a Rusia? Habrá quienes se han ido a otras partes de Ucrania.
R. Sí, sí, claro. Cuando ves los datos ves un porcentaje muy alto a favor de anexionarse a Rusia. Tiene una explicación muy sencilla, son ocho años de conflicto. Los que eran proucranianos, por decirlo de alguna manera, ya se han ido a la parte ucraniana y los que eran prorrusos, se han ido a Rusia. Todos los que estaban en la zona prorrusa, que es donde se han hecho las elecciones porque es la parte que controlan, eran prorrusos. Por eso salen estos datos.
P. ¿Y eso no es ya una falta de garantía en el proceso?
R. No. Se han hecho muchas elecciones en guerras. Lo de Afganistán ha sido un circo impresentable de los americanos. La comunidad internacional validó unas elecciones que han sido las más corruptas de la historia en los tiempos modernos. Las elecciones más rocambolescas. No había censo, 80 por ciento de analfabetismo, se votaba con una equis, se tiraron meses anulando papeletas por equis mal hechas.
P. ¿Por qué considera que en el Donbás sí se han dado las garantías?
R. A mí ya me habían dicho que habría referéndums en septiembre, sin fecha concreta. Desde antes del verano ya estaban en ello. Yo creo que se han dado unas condiciones bastante buenas en las circunstancias de una guerra. He estado en los recuentos de votos, he visto cómo se cortaban los precintos de las urnas y cómo sacaban y contaban las papeletas. Hay que tener en cuenta que estamos en una guerra. Se podía votar de forma tradicional en un colegio electoral y en urnas móviles.
P. ¿Urnas móviles?
R. Habían tenido problemas anteriormente. De esto no se habla. Solo se habla de las víctimas de un lado, no de las víctimas del otro. Los bombardeos son constantes y discriminados hacia la población civil. Ha habido ataques que los ucranianos han podido llevar a cabo gracias a identificar las fotos que publican los ciudadanos. Para evitar ataques tenían urnas móviles que las llevaban en un coche, avisaban a la gente, iban con el censo, sacaban el pasaporte como hacemos aquí y la gente votaba. Estaban ahí una hora aproximadamente y luego se iban a otro lado para evitar los bombardeos.
P. ¿Qué capacidad había para impedir que alguien votase varias veces? En el colegio de turno es difícil que tuvieran los datos de quienes habían votado en esas urnas móviles.
R. Estaba bien organizado, tenían un censo informatizado. Votan con documento de identidad, tienen el número y los datos de la persona. Es muy difícil hacer trampas. Las garantías han sido amplias. Se llevaron urnas incluso a los soldados del frente.
P. ¿Se habilitó algún tipo de voto por correo para la gente que se ha exiliado durante estos años?
R. Sí. Como tienen un censo, saben quiénes han salido. Se llevaron urnas y mesas electorales a los lugares en los que hay grandes concentraciones de exiliados dentro de Rusia para que pudieran votar.
P. ¿Y en Kiev?
R. Es que están en guerra. Si hubieran podido… Ahí no puedes.
P. Pero si se convoca un referéndum en cuestión de días es muy difícil habilitar un voto por correo.
R. Aquí hay un interés especial por parte de los rusos de dar una gran transparencia. Han intentado, porque les conviene, que esto sea lo más reconocible posible. Yo estuve en Crimea antes del referéndum y no me extrañaron los resultados. Es que eran rusos.
P. ¿Puede negar que soldados rusos fueron puerta a puerta para que la gente votase?
R. Yo no he visto ninguna cosa por el estilo. Las cara de la gente eran de alegría.
P. ¿A usted quién le llamó para actuar de observador?
R. Una persona del Ministerio de Exteriores ruso.
P. ¿Alguien a que usted conoce?
R. Sí. Mi primer viaje a Rusia fue en 2009 y conozco a mucha gente. A partir de ahí tengo muchas relaciones con rusos, pero también con ucranianos. Yo tengo muchos amigos ucranianos. En el fondo esto tiene algo de guerra civil y eso es lo dramático.
P. Eso es una visión demasiado prorrusa del conflicto. Los ucranianos le dirían que no son parte de Rusia.
R. ¿A qué ucranianos cogemos? Al Gobierno y los que están más comprometidos con el Gobierno, pero luego podemos ver a ucranianos que son críticos. No apoyan la invasión de Rusia, pero tampoco al Gobierno de Zelenski, que ha prohibido partidos políticos y que de democrático no tiene nada. No olvidemos que es un Gobierno que ha salido de un golpe de Estado de febrero de 2014.
P. Zelenski ganó en las urnas.
R. Hitler también se sometió a las urnas y ganó en las urnas y luego hizo lo que hizo; cargarse la democracia. Zelenski se sometió a las urnas, ganó en las urnas, pero se ha cargado la democracia. Eso es fácilmente comprobable.
P. ¿Su estancia como observador está sufragada por el Gobierno ruso?
R. Sí.
P. ¿Cobró algo o solo le pagaron los gastos?
R. No. Solo los gastos. Transporte, avión, hotel, comidas y desplazamientos, como es habitual. Como cuando me invitaron al foro económico de San Petersburgo, no es ningún secreto.
P. ¿Cuántos días estuvo allí?
R. Una semana. Las consultas eran del 23 al 27, estuve el día siguiente, que se daban los resultados y me fui el 29 por la noche a última hora. Hay cosas que te cuentan oficialmente y luego hay cosas que te cuentan 'off the record'.
P. ¿Hay algo de eso privado que nos pueda contar?
R. Sí. A un diplomático de Exteriores de Moscú le pregunté por qué no bombardearon las infraestructuras eléctricas. Me dijo que durante el invierno la gente iba a pasar mucho frío. Para que veas cómo lo ven los rusos. Esta es la guerra menos cruenta en cuanto a muertos civiles. Los comparas con la guerra de Siria, Yemen o las invasiones de EEUU en Afganistán o Irak y la de Ucrania es una de las guerras menos sangrienta.
P. ¿Tiene alguna experiencia previa como observador electoral?
R. Sí, en Uzbekistán, por ejemplo.
P. ¿Es comparable el bombardeo de un país que legítimamente defiende sus fronteras al de otro país que invade?
R. ¿Qué dijo Kennedy cuando la crisis de misiles de Cuba? Estaba dispuesto a invadir. La primera que habló de lanzar un ataque nuclear fue Liz Truss [primera ministra de Reino Unido].
P. ¿Le parece RT [Russia Today] un medio de comunicación homologable?
R. ¿Le parece TVE un medio de comunicación homologable?
P. Sí.
R. Yo no conozco en la historia de la democracia a ningún partido que haya estado en la oposición que no haya acusado al contrario de manipular TVE. Si les hacemos caso… Yo he participado en RT muchas veces. Cuando estuve allí dije lo que me dio la gana. Aquí en España hay censura.
P. ¿Si no hubiese habido un rápido avance militar de Ucrania en el Este, Rusia hubiese convocado igualmente los referéndums?
R. Sí. A mi me avisaron antes de verano que serían en septiembre. Estamos en una tercera guerra mundial lanzada por EEUU y el verdadero objetivo es China, no es Rusia. También desindustrializar la Unión Europea. Se imponen sanciones a Rusia que no afectan a Rusia, sino a la Unión Europea, lo que beneficia a Estados Unidos.
P. ¿Qué es el Observatorio Hispano-Ruso de Eurasia (OHRE)?
R. Hemos hecho muchos eventos desde que lo fundamos, entre ellos, presentar en la Universidad Rey Juan Carlos el primer libro de Pedro Baños [militar español habitual de los medios de comunicación cuyos planteamientos han sido muchas veces tildados de prorrusos]. Lo formamos gente que decimos que Europa no se puede construir sin Rusia y sobre todo contra Rusia como ahora.
P. ¿Recibe algún dinero de Rusia?
R. Cero. Cuando se creó la asociación se me acercaron dos personas de civil. Eran la Policía. Querían hacerme algunas preguntas. Me empezaron a preguntar por OHRE, qué hacíamos, qué no hacíamos… por eso me río de la democracia que tenemos aquí. Me preguntaron si nos financiaba Putín. Les contesté que ojalá, pero que no teníamos ni un euro ni un rublo.
P. ¿Se ha puesto en contacto con usted alguna formación política tras su paso por el Donbás?
R. No. Estamos muy estigmatizados.