Desde hace más de un mes nuestros medios y su caterva de "expertos" de postín han pasado de describir a Rusia como una potencia abusona e imperialista, a reírse de su "debilidad". Además se han burlado de atentados contra civiles (la bomba contra la hija del filósofo Alexander Dugin) o contra la infraestructura energética (la voladura del gasoducto Nordstream 2 o los ataques a las centrales nucleares de Zaporiya y Kursk) y civil (el puente Kerch en Crimea). Han dicho que en "el ejército de Putin" hay falta de personal y que su armamento es escaso y de mala calidad. En definitiva, que Rusia estaba vencida. Incluso han animado al bufón Zelenski a bromear con una inminente toma de Moscú.
Pero hoy 10 de octubre los palmeros del imperialismo otánico se han vuelto a estrellar con la realidad, que no es otra que Rusia es una superpotencia en todos los niveles. Y muy especialmente en el plano militar. La lluvia de misiles tácticos que han caído hoy sobre tanto la infraestructura crítica de Ucrania como sobre sus centros de poder ha sido una muestra del poderío que Rusia estaba reservando por si la Operación Militar Especial no impresionaba a la OTAN, que es quien, en realidad, está detrás de la carne de cañón ucronazi. Ahora los medios que decían que Rusia iba perdiendo la guerra tendrán que callarse y sacar jugo a otra mentira. Hasta el títere Zelenski ha tenido que huir al oeste de Ucrania, la parte de ideología más banderista, pues un misil ruso le ha calcinado su oficina. Ya no bromea el payaso sobre tomar Moscú...
El caso es que hoy la Operación Militar Especial se ha convertido en algo más parecido a una guerra. Una guerra que es posible que se amplíe a Bielorrusia, aliado de Rusia que ha visto como las tropas de la OTAN disfrazadas de ejército de Ucrania se están acumulando peligrosamente en su frontera, como pasó en la frontera del Donbass rusófono un poco antes del pasado 24 de febrero. Una guerra que puede degenerar en una hecatombe nuclear si EEUU y sus lacayos siguen con la escalada bélica. Una guerra que jamás podrán ganar pues Rusia no puede echarse atrás ya que en esta contienda le va su existencia misma. Una guerra nuclear de la que los "mass mierda" del occidente colectivo tendrán mucha culpa por echar leña al fuego bélico un día sí y otro también.