Tienen un logo de un perrito japonés de raza shiba inu vestido de militar y con un fusil en ristre. Pero esto es muy engañoso. No son perros, son lobos, como esos hombres-lobo nazis que luchaban contra el ejército rojo mientras el III Reich se desmoronaba. Éstos fueron el punto de partida de la Red Gladio, una red secreta anticomunista montada por la OTAN en Europa para impedir el crecimiento del comunismo por cualquier medio (desde la desinformación al terrorismo.) Curiosamente, una de los grupos insurgentes en los que se basó esta red fue la UPA del colaboracionsta nazi ucraniano Stepan Bandera, un personaje al que el actual régimen de Kiev lleva años rindiendo homenajes. Ahora, con el recrudecimiento del conflicto de Ucrania, la OTAN ha vuelto a crear otras redes, una de ellas diseñada para la guerra informativa. Dicho engendro se conoce por las siglas NAFO (North Atlantic Fellas Organization) y pasa por ser un artefacto ultramoderno de la guerra híbrida del siglo XXI, aunque en realidad es algo que ya usó la OTAN tras la Segunda Guerra Mundial. Ahí está, por ejemplo, la emisora Radio Free Europe, detrás de la cual estaba (y está porque la emisora aún existe) la CIA, que contribuyó al derrocamiento de los gobiernos comunistas de la Europa del este, con la URSS a la cabeza. Solo que ahora, y esto sí es nuevo, la propaganda otánica también circula por internet, en especial por las redes sociales.
Al parecer el logo y el nombre de esta trama otánica se originó en la cuenta de twitter @Kama_Kamilia que, como se puede comprobar si se visita, está radicada en Langley, Virginia, o sea, en la sede de la CIA. Su propietario tiene fuertes vínculos con la Legión Georgiana, un grupo de paramilitares de extrema derecha apoyados por el gobierno antirruso y pro OTAN de la ex república soviética de Georgia que se ha dedicado a masacrar a la población rusófona del Donbass ucraniano desde el golpe de estado del Maidán en 2014. Este grupo de psicópatas estaba dirigido por Gia Tsertsvadze, un asesino tan sanguinario que incluso el régimen de Kiev le llegó a encarcelar. Y hablando de psicopatía, una de las gestas de estos perretes de la OTAN es hacer un crowdfunding para el ejército ucraniano en que los donantes recibían como premio poner su nombre en los misiles que los ucronazis lanzaban sobre la población civil del Donbass. Esta iniciativa se llevó a cabo a través de la página web signmyrocket.com (firmamimisil.com).
El trabajo de los NAFO se suele calificar como shitposting, o sea, "colocar mierda" en las redes. Esto se consigue de dos formas: troleando las cuentas del enemigo, en este caso de cuentas prorrusas o simplemente anti-OTAN, o esparciendo bulos y desinformaión. En ocasiones, el troleo se puede convertir en auténtico acoso como en el caso de las cuentas de Julián Jiménez (alias el "profe rojo") o el coronel Pedro Baños (este último, que no es ni prorruso ni comunista, es por ser simplemente crítico con la estrategia provocadora y belicista de la OTAN.) En cualquier caso, los NAFOS barren permanentemente la red para que quien dice una palabra en contra de la OTAN sea vilipendiado por un ejército de bots. Otras veces usan el poder que les da la OTAN para que Twitter, Facebook u otras redes sociales bloqueen temporalmente o directamente cierre para siempre la cuenta de quien no sigue a pies juntillas el discurso otánico.
El recurso a la manipulación de la información en medio de un conflicto bélico es algo lógico y comprensible. Los dos bandos juegan la baza informativa. Hasta ahí nada que criticar. Lo que sí es criticable es que los medios de comunicación occidentales, esos que se jactan de ser plurales y objetivos, esos que claman contra la censura y que dicen luchar contra las fake news y la desinformación, usen como fuentes a estos perros otánicos, a los que además hacen pasar por imparciales expertos. Esto es muy grave en el caso de la cadena de TV pseudoizquierdista la Sexta, donde, en programas como Al Rojo Vivo, el periodista corrupto Antonio G. Ferreras invita a expertos sacados de think tanks de la OTAN como The Political Room o NAFOs reconocidos como el "analista de inteligencia" Jesús Manuel Perez Triana, agresivo troll otánico muy activo en Twitter. Y no es solo grave porque atente contra el artículo 10 de nuestra Constitución, que reza que el consumidor de noticias tiene el derecho a recibir información veraz, sino porque la parcialidad de estos "expertos" no es una parcialidad cualquiera: es parte de una estrategia de una organización, la OTAN, que ha creado redes terroristas y fascistas como la red Gladio, cuya existencia está reconocida en un documento por el mismísimo parlamento europeo. Y además porque a la desinformación y troleo de los NAFOs hay que unir la censura de medios de comunicación internacionales como RT o Sputnik, sin orden judicial siquiera, y el secuestro de cuentas de redes sociales que no siguen la narrativa oficial favorable al ucronazismo y a la OTAN.