La presidenta, frustrada por la imposibilidad de manipular su visita al incendio de Robledo de Chavela
La presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, fue captada la pasada semana en pleno ataque de rabia ante su incapacidad de controlar a los medios de comunicación. Fue durante su visita a la zona afectada por el incendio en Robledo de Chavela. La ‘lideresa’ se presentó sin avisar a nadie en la zona para contraprogramar la visita del líder socialista, Tomás Gómez. Sólo se llevo a su cámara institucional, pero los periodistas ya estaban allí y Aguirre no pudo contener su enfado. Tal era su cabreo que incluso se encaró con un equipo de Telemadrid para preguntarles quién les había desplazado allí “si no estaba previsto venir”.
El jefe de prensa que había acudido con Aguirre no daba abasto ante la bronca de su jefa. Su visita se había filtrado a la prensa y la presidenta quería saber “quién lo ha dicho”. “Voy a intentar enterarme”, contestaba desesperado él. Una escena captada por una cámara y que muestra la actitud autoritaria de la lideresa.
“Está dormida”
La directora de Comunicación del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Isabel Gallego, no estaba allí, pero tampoco se libra del enfado de Aguirre. “Estoy llamando a la Gallego pero por supuesto está dormida… igual…”, refunfuña la presidenta madrileña.
“Qué pelmazos”
Su cabreo va a más cuando aparece un coche de Telemadrid y la presidenta suelta un “¡Pero qué pelmazos!”. Y lo que es más grave, exclama: “Pero si yo he dicho que no dijeran nada”. Tan segura está de las instrucciones dadas a la cadena pública, que no se corta en acercarse a los periodistas y decirles: “¿Quién les ha dicho a ustedes que vengan? Si no estaba previsto venir”.
Otra cámara
Ante la cara de sorpresa de los trabajadores, Aguirre asegura que “ya hay otra cámara de Telemadrid”. La presidenta, habituada ya a la manipulación, confunde su cámara institucional con las de Telemadrid.