Las declaraciones de apoyo a la Revolución de Libia hechas por Al-Qaeda y los líderes islamistas han dado lugar a temores de que la acción militar por parte de Occidente podría estar sirviendo a los intereses de sus enemigos ideológicos.
Analistas y periodistas independientes, y cables de Wikileaks, han identificado todos los partidarios de la causa islamista de la oposición al régimen de Gadafi, en particular en las ciudades de Benghazi y Dernah.
Un líder de Al Qaeda de origen libio, Abu Yahya al-Libi, emitió un comunicado de apoyo a la insurrección de hace una semana, mientras que Yusuf Qaradawi, El Qatarí, teólogo de Los Hermanos Musulmanes, emitió una Fatwa autorizando a la comitiva militar el asesinato del coronel Gaddafi.
Pero también están de acuerdo en que los verdaderos protagonistas de la revolución son interpretados por una sección de la sociedad similar a la de su vecino Egipto. Una mezcla de liberales y nacionalistas, los que tienen experiencia personal de la brutalidad del régimen y los islamistas que se suscriben a los principios democráticos.
Los cables de Wikileaks, inicialmente revelada por The Daily Telegraph y que data de 2008, identificó a la ciudad de Dernah, en particular, como un caldo de cultivo para los combatientes en una serie de causas, incluyendo Afganistán e Irak.
"Los hombres desempleados, los jóvenes privados de derechos del este de Libia no tienen nada que perder y por lo tanto están dispuestos a sacrificarse por algo más grande que ellos mismos mediante la participación en el extremismo en nombre de la religión", cita un cable de un hombre de negocios de Dernah.
Gadafi había identificado a los rebeldes en Dernah como una célula de Al Qaeda que ha declarado la ciudad un emirato islámico. El gobierno de Libia también echa la culpa a cientos de miembros del Grupo Islámico Combatiente Libio que fueron puestos en libertad cuando renunciaron a la violencia hace dos años.
Aunque el grupo, como asegura Gadafi, está afiliado a al-Qaeda, la mayoría de los miembros del Grupo Islámico Combatiente Libio se han centrado sólo en la promoción de la Ley Sharia en Libia, y rechazan la "Jihad" mundial.
El comandante de los rebeldes en Dernah, Abdelkarim al-Hasadi, fue detenido por las fuerzas de EE.UU. en Afganistán en 2002, pero dice que no es compatible para Libia un estado similar al Talibán.
El liderazgo político de los rebeldes, se dice, es laico.
Lo mismo ocurre con el liderazgo más amplio, cuyos miembros se afirma que defienden los ideales liberales en gran medida.
En cualquier futura negociación, en el caso de que haya diálogo e incluso la victoria, es probable que los portavoces rebeldes sean los políticos que eran hasta hace poco alto cargos del gobierno Libio.
El jefe de la oposición del Consejo Nacional, Mustafa Abdul Jalil fue ministro de justicia de Gadafi hasta que se desertó al inicio del levantamiento.
Puede ser que esto no sea tan malo como parece. Jalil era un profesor de derecho designado para mejorar el historial de derechos humanos de Libia por el hijo de Gadafi, Saif al-Islam, cuando dirigía la unidad de Libia hacia la occidentalización, y se había enfrentado ya con pesos pesados del régimen.
El jefe militar, sin embargo, es Abdul Fattah Yunis al-Obeidi, un ex líder de las fuerzas especiales de Gadafi, encargado de seguridad pública y ministro de Interior hasta que se juntó a los rebeldes.
Según Obeidi, Gadafi “ha perdido sus papeles”. Obeidi trabajó con el SAS británico durante el deshielo de relaciones libio-británicas. No obstante, es irónico que Occidente está tomando partido en una batalla entre el líder de un régimen odiado y su anterior lugarteniente.
Traducido por Greg Grisham
Haciendo lo que los periodista$ y ON€ €$pañol€$ cobran por no hacer.
(Extraído de Investigar el 11-S)
Analistas y periodistas independientes, y cables de Wikileaks, han identificado todos los partidarios de la causa islamista de la oposición al régimen de Gadafi, en particular en las ciudades de Benghazi y Dernah.
Un líder de Al Qaeda de origen libio, Abu Yahya al-Libi, emitió un comunicado de apoyo a la insurrección de hace una semana, mientras que Yusuf Qaradawi, El Qatarí, teólogo de Los Hermanos Musulmanes, emitió una Fatwa autorizando a la comitiva militar el asesinato del coronel Gaddafi.
Pero también están de acuerdo en que los verdaderos protagonistas de la revolución son interpretados por una sección de la sociedad similar a la de su vecino Egipto. Una mezcla de liberales y nacionalistas, los que tienen experiencia personal de la brutalidad del régimen y los islamistas que se suscriben a los principios democráticos.
Los cables de Wikileaks, inicialmente revelada por The Daily Telegraph y que data de 2008, identificó a la ciudad de Dernah, en particular, como un caldo de cultivo para los combatientes en una serie de causas, incluyendo Afganistán e Irak.
"Los hombres desempleados, los jóvenes privados de derechos del este de Libia no tienen nada que perder y por lo tanto están dispuestos a sacrificarse por algo más grande que ellos mismos mediante la participación en el extremismo en nombre de la religión", cita un cable de un hombre de negocios de Dernah.
Gadafi había identificado a los rebeldes en Dernah como una célula de Al Qaeda que ha declarado la ciudad un emirato islámico. El gobierno de Libia también echa la culpa a cientos de miembros del Grupo Islámico Combatiente Libio que fueron puestos en libertad cuando renunciaron a la violencia hace dos años.
Aunque el grupo, como asegura Gadafi, está afiliado a al-Qaeda, la mayoría de los miembros del Grupo Islámico Combatiente Libio se han centrado sólo en la promoción de la Ley Sharia en Libia, y rechazan la "Jihad" mundial.
El comandante de los rebeldes en Dernah, Abdelkarim al-Hasadi, fue detenido por las fuerzas de EE.UU. en Afganistán en 2002, pero dice que no es compatible para Libia un estado similar al Talibán.
El liderazgo político de los rebeldes, se dice, es laico.
Lo mismo ocurre con el liderazgo más amplio, cuyos miembros se afirma que defienden los ideales liberales en gran medida.
En cualquier futura negociación, en el caso de que haya diálogo e incluso la victoria, es probable que los portavoces rebeldes sean los políticos que eran hasta hace poco alto cargos del gobierno Libio.
El jefe de la oposición del Consejo Nacional, Mustafa Abdul Jalil fue ministro de justicia de Gadafi hasta que se desertó al inicio del levantamiento.
Puede ser que esto no sea tan malo como parece. Jalil era un profesor de derecho designado para mejorar el historial de derechos humanos de Libia por el hijo de Gadafi, Saif al-Islam, cuando dirigía la unidad de Libia hacia la occidentalización, y se había enfrentado ya con pesos pesados del régimen.
El jefe militar, sin embargo, es Abdul Fattah Yunis al-Obeidi, un ex líder de las fuerzas especiales de Gadafi, encargado de seguridad pública y ministro de Interior hasta que se juntó a los rebeldes.
Según Obeidi, Gadafi “ha perdido sus papeles”. Obeidi trabajó con el SAS británico durante el deshielo de relaciones libio-británicas. No obstante, es irónico que Occidente está tomando partido en una batalla entre el líder de un régimen odiado y su anterior lugarteniente.
Traducido por Greg Grisham
Haciendo lo que los periodista$ y ON€ €$pañol€$ cobran por no hacer.
(Extraído de Investigar el 11-S)