La próxima guerra, 14/07/2012
Sin citar prueba alguna y justo después de otro informe sin fundamento de "activistas" afirmando que una masacre ha tenido lugar en Homs, funcionarios estadounidenses anónimos afirmaron al Wall Street Journal que el gobierno sirio está llevándose las armas químicas de su almacenamiento para su posible uso "en contra de los rebeldes o de la población civil, posiblemente en una campaña de limpieza étnica".
A pesar de afirmar que poseen esta información, los funcionarios de Estados Unidos se negaron a revelar la ubicación de estas armas a donde estaban siendo trasladadas, ni la nomenclatura actual de las armas, indicando sólo que "están más preocupados por las reservas de Siria de gas sarín."
A mediados de junio, Russia Today había advertido de un posible ataque de falsa bandera de militantes respaldados por la OTAN que operan al amparo del denominado "Ejército Libre de Siria" empleando armas químicas, sustraídas de la devastada Libia. El objetivo de la operación sería la creación de un nuevo impulso justificable para una intervención militar occidental, citando el uso de armas químicas contra la población civil como el intento más extremo aún para la fabricación de un consenso que de lo contrario no existiría para una repetición de las operaciones de la OTAN en Libia.
En "WARNING: Possible NATO-FSA False Flag Attack in Syria", se explicó que los militantes respaldados por la OTAN poseen no sólo los medios y capacidades de llevar a cabo un ataque, sino la motivación y los precedentes de haberlo hecho ya, con el Ejército Libre de Siria habiendo admitido abiertamente que llevan a cabo una mortal campaña terrorista con bombas que matan civiles en cada ataque. La difusión de armas de Libia en manos de los militantes que operan en Siria también ha sido confirmada por los gobiernos y los medios de comunicación internacionales en numerosas ocasiones, al igual que el hecho de que los militantes libios mismos se han unido a las operaciones encubiertas de la OTAN para derrocar al gobierno del presidente Bashar al-Assad en Siria.
El gobierno sirio ha resistido más de un año los ataques fulminantes y brutales, económicos, políticos, diplomáticos, a través de los medios corporativos controlados por occidente y los militares de Occidente. Uno se podría preguntar por qué entonces el gobierno iba a usar armas químicas asegurando el impulso necesario para saltar sobre los obstáculos colocados en el camino de Occidente a través del Consejo de Seguridad de la ONU por parte de Rusia y China. La respuesta es simple, el gobierno sirio no se está planteando el uso de armas químicas. La OTAN y sus aliados terroristas sí que lo están.
Esto, junto con la reciente puesta en marcha de planeadas de antemano "deserciones" en busca de una estampida psicológica al poder del gobierno sirio, y si es necesario, crear un pretexto para hacerlo militarmente.