Ayer caía acribillado a balazos el ucraniano Andriy Portnov en un distrito de clase media de Madrid cuando iba a llevar al colegio a sus hijos. Como el asesinado era ucraniano, los medios, antes de indagar quién era el finado, se aventuraron a responsabilizar del execrable crimen a Rusia y al "malvado" Putin. Y no solo eso: algún medio como El Periódico aseguró que las redes de propaganda del Kremlin (Sputnik, Tass, Ria Novosti, Telegram, VK, etc.) ya estaban trabajando para culpar a Ucrania. ¡Qué desfachatez la del Kremlin! Hay que recordar que El Periódico, es un diario para el que escribe uno de nuestros plumíferos más rusófobos, Marc Marginedas, quien ha afirmado públicamente que Rusia está detrás del terrorismo internacional (¿y la red Gladio y los muyahidines afganos dónde se quedan?) y que es un país "gobernado por monstruos" (sic).
Pero poco a poco se empieza a saber más datos de la vida del asesinado. Andriy Portnov, de 52 años, había nacido en la prorrusa República Popular de Lugansk, hasta hace poco Ucrania pero ahora parte de la Federación de Rusia. Además, Portnov había sido asesor del ex presidente ucraniano Yanukovich, el depuesto por el golpe de estado del Maidán de 2014. Tras este golpe, respaldado por la UE y EEUU, Portnov huyó a Rusia para escapar a la represión y luego se trasladó a Austria y, por alguna razón, decidió finalmente afincarse en Madrid. Al saberse esto los medios dieron un giro de 180º a su relato: el refugiado ucraniano y padre de familia asesinado a sangre fría por unos sicarios se convierte por arte de magia mediática en "un pez gordo de la represión del Maidán, afín a Rusia, opositor a Zelenski y sancionado por la UE y EEUU", como escribió el diario "progre" 20 minutos, intentando blanquear el asesinato. De ángel a diablo en menos de 24 horas. De todas formas, esta mañana si preguntabas a cualquiera qué había pasado ayer en Madrid te respondía que Putin había mandado matar a un opositor incómodo. Ya se sabe que la primera noticia que se da es la que perdura, aunque sea mentira.