lunes, 18 de enero de 2021

EL PERIODISMO QUE HACE Y PUBLICA LA CIA EN LA “PRENSA LIBRE”

Rubén Luengas

Cuba Información, 18/01/2021

¿Sigue suplantando la CIA al periodismo veraz con propaganda en los medios de comunicación?

En febrero de 1981, el entonces director de la CIA, William Casey, en reunión con el presidente Ronald Reagan, dijo algo escalofriante sobre la intervención de la CIA en actividades de propaganda: “Sabremos que nuestro programa de desinformación está completo, cuando sea falso todo lo que el público estadounidense cree saber”.

En una investigación publicada en la revista Rolling Stone en 1977, el famoso periodista Carl Bernstein reveló el funcionamiento de la propaganda de la CIA en los medios de información


Muchos de ustedes seguro han escuchado hablar o han leído sobre la Operación Cenzontle (Operation Mockingbird en inglés), que fue una extensa campaña secreta de la CIA con el objetivo de influir en los medios de comunicación masivos de Estados Unidos (EU) y del extranjero, cuyo inicio ocurrió a finales de los años cuarenta. El peculiar nombre de la operación es tomado de un ave con la especial capacidad de imitar los sonidos de otras aves para confundirlas. De esa manera, la CIA suplantaba globalmente al periodismo autodenominado independiente y veraz, por redes y estrategias de propaganda que siguen operando en estos tiempos de confusión en los que prevalece la llamada Posverdad, en referencia a la distorsión deliberada que se hace de la realidad.


Las labores de espionaje y propaganda, fines últimos de la operación, surgen a la par de las acciones de guerra económica y subversión contra estados estimados como hostiles o dudosos, junto con el apoyo de todo tipo a fracciones armadas antinacionalistas de cualquier tendencia, en cualquier lugar.

Se espiaba y se actuaba influyendo propagandísticamente por medio de la Operación Cenzontle contra todo aquel que se opusiera a los intereses considerados como estadounidenses o de sus aliados. Ello equivalía a insertar un sinnúmero de noticias de alguna forma pro-estadounidenses, reales o falsas (propaganda blanca o negra), con sus respectivos análisis tendenciosos encubiertos, a la vez de suprimir la presentación de informes contrarios a EU, sus aliados y clientes; mientras el público creía inocentemente recibir información confiable y verdadera.

El famoso periodista Carl Bernstein en una investigación publicada en la revista Rolling Stone en 1977, revela alguna parte de este funcionamiento, cuando da a conocer el caso de uno de los más importantes periodistas controlados a través de la Operación Cenzontle de la CIA, el republicano Joseph Alsop, cuyos artículos aparecen desde los años 50 al 70 en al menos 300 periódicos de EU. No obstante, la lista de comunicadores en la nómina de la CIA es de más de cuatrocientos. Como Alsop, muchos periodistas publicaban artículos que en realidad eran escritos directamente por la CIA.

A partir de 1949, Allen Dulles participaría de forma decisiva en la creación, desarrollo y dirección de la operación Cenzontle (Mockingbird), explicada ya como una unidad secreta de control de los medios de comunicación encabezada por Frank Wisner, quien posteriormente fue jefe de planes de los servicios secretos de EU en Europa Oriental, donde fue el enlace con la Gehlen Organisation, una célula de oficiales alemanes cuyo objetivo era la reconversión de antiguos agentes nazis a las redes de inteligencia, contraespionaje, sabotaje, terrorismo, infiltración, subversión y lucha anticomunista de los servicios secretos estadounidenses en Europa.

A través de Mockingbird alrededor de 25 agencias (AP, United Press y Reuters, entre otras) y centenares de periodistas de los principales medios de EEUU (ABC, NBC, CBS, The New York Times, The Washington Post, Time, Newsweek, etc.) fueron empleados para difundir noticias amañadas que la CIA les proporcionaba. La cúpula de esta macrocampaña de noticias manipuladas o falsas estaba integrada por Frank Wisner, Richard Helms (director de la CIA entre 1966 y 1973, condenado en 1977 por perjurio ante el Congreso de EEUU), Philip Graham (copropietario de The Washington Post) y el propio Allen Dulles. Una buena parte de las “noticias” difundidas vía agencias durante décadas por la prensa y los mass media del llamado “mundo libre” tienen su más que dudoso origen en la unidad Mockingbird de Dulles.

En 1953 Dulles sería nombrado director de la CIA durante la Administración presidencial de Eisenhower. Era el primer director civil de la Agencia desde su fundación en 1947 y ese mismo año dirigió la Operación Ajax, designación en clave del golpe de Estado en Irán que derrocó al primer ministro progresista Mosaddeq e impuso por la fuerza la dictadura del Sha con el concurso de la CIA y de comandos de fuerzas especiales estadounidenses. En 1954 Dulles dirigió un golpe militar en Guatemala, que derrocó al presidente Jacobo Árbenz, para defender los privilegios e intereses de los terratenientes y empresarios locales y de la multinacional estadounidense United Fruit Company con la que Dulles mantenía, fructíferas relaciones.

En febrero de 1981, el entonces director de la CIA, William Casey, en reunión con el presidente Ronald Reagan, dijo algo escalofriante sobre la intervención de la CIA en actividades de propaganda:

“Sabremos que nuestro programa de desinformación está completo, cuando sea falso todo lo que el público estadounidense cree saber”.

Con estos antecedentes, la pregunta es: ¿Sigue suplantando la CIA al periodismo veraz con distorsiones y propaganda en los medios de comunicación?