Sputnik, 13/04/2015
El asesinato del periodista ucraniano Oles Buzina, conocido por sus críticas al presidente Petró Poroshenko, no es el primer homicidio con cariz político en Ucrania y se une a una serie de misteriosas muertes de opositores al actual Gobierno que no se han resuelto.
Buzina, también escritor y presentador de televisión, fue asesinado a tiros este jueves frente a su casa en Kiev por dos hombres enmascarados. Falleció a consecuencia de las heridas que recibió en la cabeza y el pecho.
Algunas ideas del periodista, ferviente opositor a la operación militar en el este de Ucrania, fueron consideradas como abiertamente provocativas o incluso antiucranianas. Buzina se llamaba a sí mismo ucraniano y ruso, apoyaba la federalización de Ucrania, así como el carácter bilingüe del país.
Actualmente, la policía analiza diferentes hipótesis sobre la causa de su asesinato, en primer lugar los posibles vínculos con su actividad social y política.
La muerte de Buzina se produce pocas horas después de que fuera abatido, también en Kiev, el exdiputado ucraniano Oleg Kaláshnikov del Partido opositor de las Regiones, gobernante durante la presidencia de Víktor Yanukovich. El Ministerio del Interior de Ucrania reconoció que ambos crímenes fueron cometidos "con igual sello".
Uno de los motivos que se barajan sobre el asesinato de Kaláshnikov es su postura política. Se informa que el exdiputado había recibido últimamente varias amenazas de muerte, en particular, por su llamada a celebrar el 70º aniversario de la victoria de la URSS en la Segunda Guerra Mundial.
Misteriosa serie de "suicidios"
Desde septiembre pasado varios opositores o políticos del Gobierno de Yanukóvich fallecieron en circunstancias aún no aclaradas. Tras unas investigaciones poco convincentes, las autoridades han calificado la mayoría de estos asesinatos como "suicidios".
El 14 de marzo de este año Serguéi Melnichúk, un fiscal de la ciudad de Odesa, supuestamente se arrojó por la ventana.
El exgobernador de la provincia de Zaporozhie, Alexánder Peklushenko, fue encontrado muerto en su casa el 12 de marzo. La investigación ha descrito su muerte como suicidio, aunque no se han descartado otras posibilidades.
Stanislav Mélnik, el exdiputado de la Rada Suprema por el Partido de las Regiones, fue encontrado sin vida en su casa el 9 de marzo. Se disparó, según las autoridades, sumándose así a la misteriosa cadena de suicidios entre los ex altos cargos políticos ucranianos.
Mijaíl Chechetov, el exjefe del fondo de propiedad de Ucrania, ex vice ministro de economía y uno de los líderes del Partido de las Regiones, murió el 28 de febrero. El político supuestamente saltó de la ventana de su apartamento ubicado en la planta 17.
El 25 de febrero el exalcalde de Melitópol Serguéi Válter también fue encontrado sin vida en su casa después de haberse ahorcado.
El día siguiente, el jefe adjunto de la policía de la misma ciudad Serguéi Bordiug murió supuestamente por un "ataque al corazón".
Alexéi Kolesnik, el exjefe del consejo regional de la ciudad de Járkov, se suicidó el 29 de enero, según los investigadores.
Pocos días antes, el 26 de enero, acabó con su vida Nikolái Sergienko, ex director general adjunto de la administración estatal de ferrocarril. Según la investigación, se disparó con una escopeta de caza.
El 27 de agosto del año pasado la ex jefa de fondo de propiedad estatal, Valentina Semeniuk-Samsonenko, fue encontrada muerta. Según la versión principal, se quitó la vida con un disparo en la cabeza. Sin embargo, como en los otros casos, la policía no descartó otras hipótesis.