[Quien sea lector habitual de este modesto blog sabrá que el mito del inminente fin del petróleo es uno de los temas más recurrentes del mismo. Desde que traduje y colgué el artículo de F. William Engdahl "Confesiones de un ex creyente en la teoría del cénit de petróleo", no he parado de difundir material que apoya la tesis de este autor, a saber, que tras el tan cacareado fin del petróleo se ocultan los intereses de las grandes petroleras (especialmente de EE.UU y de sus compinches las monarquías feudales del Golfo Pérsico) que buscan así una justificación para especular con los precios del crudo. El siguiente artículo (que tiene ya unos años pero no deja de ser esclarecedor) es una entrevista al Secretario General de la OPEP, el libio Abdalla Salem El-Badri, en el que denuncia el chantaje de las multinacionales del petróleo a través del uso del mito del inminente fin del petróleo, fin del que nos llevan hablando cuarenta años los mass media. Además El-Badri aprovecha para dar un repaso al manipulador periodista de El País que intenta sin éxito demostrar que hay una gran escasez de petróleo y que la culpa de su alto precio lo tienen los países productores, países la mayoría en vías de desarrollo, y no las multinacionales y los gobiernos occidentales. Esto ayuda a uno a explicarse lo que occidente hizo con Libia y con su antiguo líder, Muamar El Gadafi.]
Abdalla Salem El-Badri, Secretario
General de la OPEP
El Congreso Mundial del Petróleo que se celebra esta semana en Madrid se ha convertido en un zoco en el que todos tratan de vender la misma mercancía averiada: que la culpa de la brutal subida del precio del oro negro es de otro. Abdalla Salem El-Badri, secretario general de la Organización de Países Exportadores del Petróleo (OPEP), rebate a los que, como algunos Gobiernos occidentales y varias multinacionales, culpan a la falta de producción. Para El-Badri, libio de 68 años, el precio coge impulso en el exceso de especulación financiera.
Pregunta. Se exige a la OPEP que ponga más petróleo en el mercado para atajar la escalada del precio.
Respuesta. Déjeme decir, lo primero, que no hay ningún problema de oferta. La subida se debe a la devaluación del dólar, las tensiones geopolíticas, la especulación... No hay escasez en el mercado. En realidad, todo esto es fácil de explicar: la crisis de las hipotecas basura el verano pasado en EE UU hizo mucho daño a los mercados bursátiles, y desde entonces la inversión financiera busca otros productos y las materias primas ahora son el principal atractivo para la especulación.
P. Las multinacionales han coincidido en lamentar que las restricciones de la OPEP dificultan el despegue de la inversión.
R. No es cierto que todos los países de la OPEP pongan restricciones. Hay muchos con las puertas abiertas a las compañías privadas. Y algunas de estas compañías privadas mantienen las puertas de sus países cerradas. En el 85% de las explotaciones marinas de EE UU no se puede entrar. Tampoco en el norte de Alaska. Hay que ser justo.
P. El consejero delegado de British Petroleum, Tony Hayward, dijo que el exceso de especulación es un "mito"
R. Puedo responder igual. La falta de oferta es un mito. La causa no está ahí. No es verdad.
P. ¿Qué puede hacer entonces la OPEP para enfriar el mercado?
R. Mantenemos el 40% de la producción mundial y estamos invirtiendo 160.000 millones de dólares en exploración y producción, tenemos 120 proyectos en marcha. BP, por ejemplo, podría invertir en intentar sacar más petróleo del Mar del Norte. Y tenemos capacidad de aumentar la oferta si es necesario. Pero déjeme poner esto claro. No hay nadie haciendo cola por petróleo, toda la demanda está satisfecha.
P. Arabia Saudí ha anunciado un aumento de su oferta en medio millón de barriles diarios ¿La OPEP podría tomar una decisión conjunta similar?
R. No creemos que haya escasez. Y Arabia Saudí lo que dijo es que aumentará su producción, si hay más demanda, pero no vamos a producir si no hay clientes.
P. Si todo se debe a la especulación, llegará un momento en que la burbuja estalle, ¿bajará entonces el barril de los cien dólares?
R. Si el mercado vuelve a comportase según la relación entre oferta y demanda, los precios bajarán. Si dejamos el mercado a los especuladores, un día se dice que el precio llega a 140 dólares, otro que subirá hasta los 200, y el mercado entra en pánico. Hay muchos que se están haciendo ricos con el mito de que falta petróleo.
P. ¿Es necesaria entonces una reforma de los mercados de contratos de futuros?
R. Lo que creo es que hay algo en el mercado que ha ido demasiado lejos. Hay que decir, paremos un momento, algo está mal, hay que volver a la normalidad. No estoy diciendo que se elimine a los especuladores del mercado. Lo que digo es, calma, no hay escasez, dejemos a la oferta y la demanda jugar, ése debe ser el juego del mercado.
P. En muchos países, como España, un aumento así del precio tiene efectos muy graves ¿No hay nada más que se pueda hacer?
R. Ustedes también son víctimas de esta situación. Les afecta la especulación, la devaluación del dólar... Para mí, la cuestión está en poner barreras a la especulación. La Agencia Internacional de la Energía dice que no hay ningún problema de oferta en el corto plazo, pero que habrá problemas a partir de 2012. Con este alto nivel de precios, no se puede decir que habrá tensión en el mercado después de 2012 porque no es verdad. Con este nivel de precio, si hay demanda, todo el mundo invertirá y habrá más oferta.
P. Las multinacionales oponen que el aumento de impuestos al petróleo en algunos países desincentiva esa inversión...
R. Las empresas tienen que olvidarse de que la idea de las siete hermanas [siete multinacionales con gran influencia en el precio internacional hasta los años setenta] vaya a resucitar. Las compañías estatales y las multinacionales privadas tienen que convivir. Ya no pueden ir a un país e imponer el precio que quieran y no pagar impuestos.
P. Es difícil pensar que la OPEP tenga interés en acabar con la subida de precios, a precios más altos, mayores ingresos...
R. Le tengo que corregir. Altos precios significan más ingresos para los Gobiernos de los países consumidores porque aumenta la parte que se va en impuestos. Y déjeme recordar que más del 85% de los ingresos que tenemos vuelve a los países consumidores, con ese dinero compramos productos textiles, alimentos, materias primas o productos industriales a Estados Unidos y Europa. No acumulamos más riqueza con esta situación, no es verdad.
P. El Congreso de EE UU quiere que se lleve a los tribunales a los países de la OPEP que no ajusten su producción a las necesidades del mercado ¿Qué le parece?
R. Quiero que, como primera potencia mundial, deje de hostigar a los países de la OPEP. Con el boicot a Libia, el boicot a Irán, el problema creado en Irak, hay cinco o seis millones de barriles diarios menos en el mercado. Debería intentar ayudar, no echar más gasolina al fuego.