domingo, 30 de agosto de 2020

UN EX AGENTE SECRETO EXPONE LA TÁCTICA QUE USA OCCIDENTE EN LAS DISPUTAS INTERNACIONALES

Sputnik, 29/08/2020

Jacques Baud

Sputnik habló con el ex agente secreto suizo Jacques Baud, quien explicó y demostró la táctica de noticias falsas que emplea Occidente para justificar a su favor los conflictos internacionales en Venezuela, Siria, Irak, Irán y el escándalo de la supuesta injerencia rusa durante las elecciones presidenciales de algunos países.

A través de su libro titulado Governing by fake news (Gobernar a través de noticias falsas) el exagente denunció que el uso de noticias falsas por Occidente no es más que una estrategia que contribuye a posesionar sus intereses en la geopolítica global.

Jacques Baud atribuye la responsabilidad no solo a los servicios de inteligencia y a los políticos, sino a toda la prensa francesa que en su opinión coopera irreflexivamente con los Gobiernos occidentales. Esta denuncia se puede evidenciar cuando "ocultaron algunos de los hechos" en el caso de Venezuela y apoyan a "compañías que violan el derecho internacional y el estado de derecho".

"No tengo nada en contra de que tengan de fuente a la oposición. Pero debe entenderse que esta información no se puede considerar completa porque también es necesario referirse a las fuentes del [oficialismo] otro lado", señaló.

El exagente considera que esta táctica también se pudo notar meses antes de las elecciones de 2017 en Francia justo después de que acusaran a Rusia de una supuesta injerencia en los comicios presidenciales de EEUU el año 2016. En ese entonces, se publicaron diversos artículos en los medios de comunicación internacionales con estas acusaciones e inclusive culparon a Sputnik y RT de publicar noticias falsas. Mientras que la razón real de que los votantes se inclinaran a elegir a Macron se debió a que su contrincante protagonizó un escándalo con su esposa, pero aun así se encargaron de formar la imagen de Rusia como si fuera el enemigo de las campañas electorales y la crisis de los chalecos amarillos.

Jacques Baud trabajó para la ONU y después para la OTAN y recuerda que durante años se ha encargado de estudiar la especulación de la denominada "amenaza soviética" y considera que esta no tiene nada que ver con lo que Occidente hace creer porque el origen está en la "distorsión de los hechos" que se manipulan para moldear la percepción del público que sigue los medios de comunicación y logran vender una línea política que ayuda a los Gobiernos y sus intereses geopolíticos.

¿Las guerras que provocaron las noticias falsas?

Países como Siria, Irán e Irak se han convertido y siguen siendo blanco de la desinformación. Según el exagente, las noticias falsas fabricadas por países europeos y EEUU tienen por objetivo realizar una operación militar o cambiar un régimen que está al mando de algún país que perjudica sus intereses.

"Muchos conflictos en el mundo se han desencadenado por las noticias falsas que cooperan con los intereses de un Gobierno y buscan poner a la opinión pública de su lado creando la imagen de un enemigo [que puede en muchos casos no existir]. El problema con estas noticias es que distorsionan nuestra visión de los problemas y buscan adormecer la voluntad del pueblo", señaló Baud.

Otro ejemplo de ello es la invasión estadounidense en Irak el 2003 que estuvo acompañada de impensables justificaciones no comprobadas vertidas por el secretario de Estado de Estados Unidos, Colin Powell, en la ONU.

Lo mismo pasó con el asesinato del general iraní Qasem Soleimani que fue ejecutado bajo el pretexto de que estaría preparando una operación contra cuatro Embajadas de EEUU en Oriente Medio. Sin embargo, Baud recuerda que cuatro días después, la versión del presidente estadounidense cambió y la base para el asesinato era supuestamente el "terrible pasado" del general

EL COVID19 APUNTILLA EL ESTADO DE LAS AUTONOMÍAS (Vídeo)

El Jacobino, 25/08/2020

[Por fin alguien desde la izquierda se atreve a decir lo evidente.]



sábado, 22 de agosto de 2020

NUEVA EDICIÓN DE LAS “REVOLUCIONES DE COLORES” EN BIELORRUSIA

Insurgente, 19/08/2020


El sistema imperialista del capitalismo global está en una crisis estructural que se está profundizando de manera continua desde la crisis financiera del año 2007. El sistema ha llegado a los límites de su expansión, enfrentándose con la escasez de recursos naturales y la falta de nuevos mercados que podrían alimentar su insaciable necesidad de acumulación de capital. La única manera de retrasar su colapso es destruir todas las barreras a la integración al sistema de los países que resisten la lógica neoliberal de acumulación infinita en un sistema finito.

Bielorrusia sostiene intensas relaciones de carácter político, económico y militar con Rusia, mantenidas desde su pasado común soviético. Y al igual que la Ucrania previa al golpe estado de 2014, promovido por los gobiernos de la Unión Europea y Estados Unidos, Bielorrusia ocupa una posición geoestratégica muy relevante en la región. Con frontera con Polonia, Letonia y Lituania, países que concentran la acumulación de tropas y armas con que la OTAN acosa a Rusia y con Ucrania al sur, su caída en manos de la OTAN permitiría adelantar las líneas de la amenaza de la organización político-militar sobre Rusia. Además, Bielorrusia supone el acceso por tierra al enclave ruso de Kaliningrado en el Báltico.

Sin duda existen poderosos intereses en el mundo capitalista occidental para desestabilizar Bielorrusia y someterla al vasallaje euro-norteamericano, como ya han hecho con sus países vecinos.

La región bielorrusa, desde sus orígenes en el siglo VI estuvo adscrita al Rus de Kiev, origen histórico de Rusia. La Bielorrusia de hoy cuenta con dos idiomas oficiales, el bielorruso, que habla un 19% de la población y el ruso, utilizado por un 72%.

Según datos de la ONU, Bielorrusia cuenta con un sistema sanitario muy eficiente, y una tasa de mortalidad infantil muy baja, sustancialmente mejor que la del Reino Unido. Su tasa de alfabetización es de un 99 % y su Índice de Gini (indicador de desigualdad) es uno de los más bajos de Europa, siendo por tanto, uno de los países más igualitarios del mundo.

La economía del país está controlada por el Estado y el 51,2 % de los bielorrusos trabajan para compañías completamente estatales; solo el 1,4 % son empleados por empresas completamente extranjeras. La tasa de desempleo es inferior al 1%. Dispone de un sector agropecuario y de maquinaria pesada (agraria y militar) fuerte, de donde proceden la mayoría de sus exportaciones, que se dirigen a Rusia, pero también a Alemania, Ucrania, Polonia y Lituania.

Bielorrusia es miembro de la Comunidad Económica Euroasiática y la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva que agrupa a Rusia y a varios países exsoviéticos. Esto no es obstáculo para que mantenga también relaciones políticas y económicas con la Unión Europea y discrepancias en algunos ámbitos con Rusia, donde una parte de su oligarquía presiona también para hacerse con el sector industrial estatal.

Con su modelo de desarrollo keynesiano, apoyándose en el rol del Estado en la regulación de los mercados y de la economía, Bielorrusia es un desafío a la lógica neoliberal: se resiste bajar las defensas que inundarían su país con el capital y las mercancías extranjeras, que causarían desindustrialización, pobreza y pérdida de soberanía y eliminaría cualquier posibilidad de desarrollo independiente en el interés de las masas.

Sin embargo, sería ingenuo pensar que Bielorrusia es un país ideal. Es un país que no existe en el vacío, sino como parte del sistema de capitalismo global, lo que a su vez influye en la dinámica interna. Eso se refleja en la crisis que está deteriorando el nivel de la vida de los trabajadores, especialmente en el ámbito de la salud, la educación, la jubilación y el desempleo. Aunque las potencias imperialistas no pueden generar las protestas por si mismos, si que pueden apropiarse de ellas en el momento oportuno si aparece un vacío de liderazgo.

La historia de las revueltas llamadas «revoluciones de colores» nos enseña un claro patrón, tanto en actuación como en las consecuencias. El patrón incluye aprovecharse del descontento popular legitimo para provocar un cambio de régimen que conlleva una profunda transformación económica, legislativa y social. Para ello se cuenta con procesos prefabricados de catálisis, inducidos por movimientos de protesta creados a través de la injerencia de organizaciones asistenciales y ONGs desplegadas y financiadas por las agencias gubernamentales de los países de la OTAN y por grupos de poder del Capitalismo Global, como puede verse también en Hong Kong, en Bolivia o en Ucrania. La inserción de mercenarios actúa en los momentos álgidos de la desestabilización. La artillería de la máquina propagandística capitalista es un factor amplificador y legitimador primordial en estos procesos.

La consecuencia del éxito de estas “revoluciones de colores” ha sido siempre la subordinación política del país bajo la extorsión económica y la eliminación de los obstáculos al expolio, creando miseria, eliminando derechos democráticos y utilizando la represión para compensar su falta de legitimidad. Podemos ver dolorosos ejemplos en Georgia, Libia, Ucrania y Bolivia.

Hay un segmento social en Bielorrusia que controla una parte del sistema económico, ansía ampliar su poder y no tiene reparos en abrir el país a las potencias extranjeras para conseguirlo. Al igual que los nazis ucranianos del Euromaidan, los insurgentes bielorrusos portan desvergonzadamente los colores y las banderas del batallón Vlasov, el traidor que, junto al ucraniano Stepan Bandera, superó a los nazis en matanzas indiscriminadas de soviéticos en tiempos de la Gran Guerra Patria.

¿Qué más hace falta para que nos demos cuenta de que luchando al lado de las fuerzas de la globalización luchamos contra nuestros propios intereses, que debilitamos nuestra propia posición, que estamos cometiendo un suicidio político? ¿Cuántos ejemplos más hacen falta para darnos cuenta de que si no hemos conseguido el liderazgo sobre el movimiento de los trabajadores hasta ahora, el cerrar los ojos es permitir a nuestro enemigo engañarnos?

El interés de los trabajadores bielorrusos es preservar el empleo, preservar la industria, la tierra, el estado de bienestar e ir más allá de Lukashenko, construyendo poder de los trabajadores. Todo esto es lo que la oposición abiertamente dice que va a desmantelar y es justo por lo que las fuerzas que apoyan a la oposición abogan desde hace 40 años.

Nosotros, el Frente Antiimperialista Internacionalista, denunciamos la intervención, muy en particular de los EEUU, las instituciones de la Unión Europea y sus países miembros, en Bielorrusia y exigimos el cese inmediato de la injerencia extranjera en los asuntos internos del país.

Condenamos los procesos de sometimiento y pérdida de soberanía que sacrificarían los intereses del pueblo bielorruso a favor de los beneficios de la oligarquía imperialista.

Denunciamos en particular la actuación del Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell y exigimos su respeto a los asuntos internos de Bielorrusia. Aprovechamos para exigirle la condena sin paliativos de las flagrantes violaciones a los Derechos Humanos que tienen lugar en los EEUU y denuncie la represión militar con la que su gobierno trata de acallar la intensa contestación social con la que el pueblo norteamericano enfrenta la brutalidad policial impune y las matanzas supremacistas que perpetran de forma sostenida.

Llamamos a las fuerzas antiimperialistas y progresistas a defender la soberanía bielorrusa y a apoyar la defensa del pueblo bielorruso contra los ataques neoliberales.

Por una Bielorrusia libre de injerencias y extorsiones,

¡No pasaran! 


ESPECIALISTAS EXTRANJEROS SOBRE LA VACUNA RUSA SPUTNIK V: "ES QUIZÁS LA PLATAFORMA MÁS PROMETEDORA"

Sputnik, 21/08/2020


Mientras que ciertos medios y expertos occidentales recibieron el registro de la primera vacuna rusa contra el COVID-19 con una oleada de críticas, otros especialistas extranjeros elogiaron el logro de los científicos rusos y destacaron la ventajas de Sputnik V.

"Lo primero que debo decir a los científicos rusos y a los profesionales de la salud rusos es ¡bravo!", subrayó Polina Stepensky, presidenta del Departamento de Trasplante de Médula Ósea y de Inmunoterapia contra el Cáncer del hospital Hadassah de Israel.

La especialista, citada por The Jerusalem Post, "entiende perfectamente" y aprueba "absolutamente la tecnología y el enfoque científico" de los desarrolladores de la vacuna Sputnik V. Stepensky agregó que "han hecho un verdadero avance en la ciencia y en la medicina" y agradeció a los científicos rusos.

"Como médica y como científica, creo que han desarrollado una cosa realmente maravillosa", dijo la experta y señaló que ella misma estaría dispuesta a recibir una inyección de la vacuna. 

A su vez, el director del Instituto de enfermedades respiratorias de Guangzhou, Zhong Nanshan, dio una "alta valuación" a la vacuna contra COVID-19 desarrollada por el Centro Gamaleya y felicitó al país con motivo del registro estatal del fármaco. 

"La vacuna adenoviral rusa es segura y debería completar con éxito los ensayos clínicos", opinó el experto chino.

En EEUU, también suenan opiniones positivas sobre Sputnik V. 

"Por lo que he visto, es quizás la plataforma más prometedora", comentó Hildegund Ertl, profesor del Centro de vacunación e inmunoterapia del Instituto Wistar de Filadelfia, EEUU, en referencia al uso de adenovirus humano en la vacuna rusa.

Por su parte, Ian Jones, profesor de virología en la Universidad de Reading, el Reino Unido, observó que "hay suficientes datos generales sobre las vacunas basadas en adenovirus recombinantes para suponer que la propia vacuna será segura en las dosis habituales", dice BusinessLive.

"Una vez que se resuelva el problema de la eficacia, el costo será una cuestión importante. Y creo que en ambos casos, la vacuna rusa pasaría la prueba", comentó a Sputnik Ashwani Mahajan, cocoordinador de la organización política y cultural Swadeshi Jagran Manch en la India.

El 11 de agosto, el Ministerio de Salud de Rusia anunció el registro de la primera vacuna contra el COVID-19 en el mundo. Fue diseñada por el Centro ruso de Epidemiología y Microbiología Gamaleya. El nombre comercial del fármaco es Sputnik V, por analogía con el primer satélite artificial lanzado a la órbita por la URSS en 1957.

Más de una veintena de países ya se han asegurado 1.000 millones de dosis de Sputnik V, según destacó el Fondo Ruso de Inversión Directa (RFPI, por sus siglas en ruso), entidad que financió el desarrollo de la vacuna.

El director del fondo, Kiril Dmítriev, comentó que Rusia acordó producir la vacuna en cinco países con capacidades para producir 500 millones de dosis al año.

miércoles, 19 de agosto de 2020

¿QUIÉN SE BENEFICIA DE LA EXPLOSIÓN DE BEIRUT?

Pepe Escobar

Rebelión, 15/08/2020

Fuentes: Information Clearing House

Traducido del inglés para Rebelión por J. M.



La narrativa de que la explosión de Beirut fue una consecuencia exclusiva de la negligencia y la corrupción del actual Gobierno libanés está ahora grabada en piedra, al menos en la esfera atlantista.

Y sin embargo, profundizando, encontramos que para diseñarla la negligencia y la corrupción pueden haber sido explotadas por completo a través del sabotaje.

Líbano es el principal territorio de John Le Carré. Una guarida multinacional de espías de todos los matices -agentes de la casa de Saud, operativos sionistas, armadores «rebeldes moderados», intelectuales de Hezbolá, «realeza» árabe perversa, autocalificados contrabandistas- en un contexto de desastre económico de amplio espectro que aflige a un miembro del “Eje de la resistencia”, un objetivo perenne de Israel junto a Siria e Irán.

Como si esto no fuera lo suficientemente volcánico, en la tragedia intervino el presidente Trump para enturbiar las ya contaminadas aguas del Mediterráneo oriental. Informado por «nuestros grandes generales”, Trump dijo el martes: «Según ellos, que sabrán más que yo, piensan que parece un ataque». Trump agregó «fue una bomba de algún tipo».

¿Estaba este caluroso comentario dejando que el gato saliera de la bolsa al revelar información clasificada? ¿O el presidente estaba lanzando otra frase non sequitur?

Finalmente Trump retiró sus comentarios después de que el Pentágono se negase a confirmar su afirmación sobre lo que habían dicho los «generales» y su secretario de defensa, Mark Esper, apoyase la explicación de explosión por accidente.

Es otra ilustración gráfica de la guerra que vuelve sobre sí misma. Trump: ataque. Pentágono: accidente. «No creo que nadie pueda decirlo ahora», dijo Trump el miércoles. «Lo he oído en ambos sentidos».

Aún así vale la pena señalar un informe de la Agencia de Noticias Mehr de Irán de que cuatro aviones de reconocimiento de la Armada de los Estados Unidos fueron avistados cerca de Beirut en el momento de las explosiones. ¿Está la inteligencia estadounidense al tanto de lo que realmente sucedió en todo el espectro de posibilidades?

Ese nitrato de amonio

La seguridad en el puerto de Beirut, el principal centro económico de la nación, debería considerarse una prioridad absoluta. Pero para adaptar una frase de la película Chinatown de Roman Polanski: “Olvídalo, Jake. Es Beirut”.

Las ya icónicas 2.750 toneladas de nitrato de amonio llegaron a Beirut en septiembre de 2013 a bordo del Rhosus, un barco con bandera moldava que navegaba desde Batumi, en Georgia, a Mozambique. Rhosus terminó siendo confiscado por el Control del Estado del Puerto de Beirut.

Posteriormente el barco fue abandonado de facto por su propietario, el turbio empresario Igor Grechushkin, nacido en Rusia y residente en Chipre, quien sospechosamente “perdió interés” en su carga relativamente preciada, sin siquiera intentar venderlo, al estilo de dumping, para pagar sus deudas.

Grechushkin nunca pagó a su tripulación, que apenas sobrevivió durante varios meses antes de ser repatriada por motivos humanitarios. El gobierno chipriota confirmó que el Líbano no había pedido a Interpol que lo arrestara. Toda la operación parece una tapadera: los verdaderos receptores del nitrato de amonio posiblemente fueran «rebeldes moderados» en Siria que lo utilizan para fabricar artefactos explosivos improvisados ​​y equipar camiones suicidas como el que demolió el hospital Al Kindi en Alepo.

Las 2.750 toneladas, empacadas en sacos de 1 tonelada y etiquetados como “Nitroprill HD”, fueron trasladadas al hangar 12 junto al muelle. Lo que siguió fue un caso asombroso de negligencia serial.

De 2014 a 2017 las cartas de los funcionarios de aduanas, una serie de ellas, así como las opciones propuestas para deshacerse de la carga peligrosa, exportarla o venderla, simplemente se ignoraron. Cada vez que intentaban obtener una decisión legal para deshacerse del cargamento, no obtenían respuesta del poder judicial libanés.

Cuando el primer ministro libanés Hassan Diab proclama ahora que «Los responsables pagarán el precio», el contexto es absolutamente esencial.

Ni el Primer Ministro ni el presidente ni ninguno de los ministros del gabinete sabían que el nitrato de amonio estaba almacenado en el hangar 12, confirma el exdiplomático iraní Amir Mousavi, director del Centro de Estudios Estratégicos y Relaciones Internacionales en Teherán. Estamos hablando de un enorme explosivo ubicado en medio de la ciudad.

La burocracia del puerto de Beirut y las mafias que están realmente a cargo están estrechamente vinculadas, entre otras, a la facción al-Mostaqbal, liderada por el ex Primer Ministro Saad al-Hariri, él mismo totalmente respaldado por la Casa de Saud.

El inmensamente corrupto Hariri fue destituido del poder en octubre de 2019 en medio de serias protestas. Sus compinches “desaparecieron” al menos con 20.000 millones de dólares de la tesorería del Líbano, lo que agravó seriamente la crisis monetaria del país.

No es de extrañar que el Gobierno actual, donde tenemos al Primer Ministro Diab respaldado por Hezbolá, no haya sido informado sobre el nitrato de amonio.

El nitrato de amonio es bastante estable, lo que lo convierte en uno de los explosivos más seguros utilizados en la minería. Normalmente el fuego no lo activa. Se vuelve altamente explosivo solo si está contaminado, por ejemplo, con aceite o se calienta hasta un punto en el que sufre cambios químicos que producen una especie de capullo impermeable a su alrededor en el que el oxígeno puede acumularse hasta un nivel peligroso en el que una ignición puede causar una explosión.

¿Por qué, después de dormir en el hangar 12 durante siete años, de repente, este material sintió ganas de explotar?

Hasta ahora la principal explicación directa al respecto, del experto en Medio Oriente Elijah Magnier, apunta a que la tragedia fue «provocada» -literalmente- por un herrero despistado con un soplete que opera bastante cerca del nitrato de amonio no monitoreado. Sin la garantía debida, una vez más, la negligencia y corrupción, como parte de un «error» intencional que anticipa la posibilidad de una explosión futura.

Este escenario, sin embargo, no explica la explosión inicial de «fuegos artificiales». Y ciertamente no explica lo que nadie, al menos en Occidente, está hablando: los incendios deliberados provocados en un mercado iraní en Ajam en los Emiratos Árabes Unidos  y también en una serie de almacenes de productos agrícolas en Najaf, Irak, inmediatamente después de la tragedia de Beirut.

La ruta del dinero

Líbano, que cuenta con activos y propiedades inmobiliarias por valor de billones de dólares, es un melocotón jugoso para los buitres financieros globales. Adquirir estos activos a precios mínimos, en medio de la Nueva Gran Depresión, es simplemente irresistible. Paralelamente, el buitre del FMI se embarcaría en un modo de represión total y finalmente “perdonaría” algunas de las deudas de Beirut siempre que se imponga una dura variación del “ajuste estructural”.

Quienes se benefician, en este caso, son los intereses geopolíticos y geoeconómicos de Estados Unidos, Arabia Saudita y Francia. No es casualidad que el presidente Macron, un obediente servidor de los Rothschild, llegara a Beirut el jueves para prometer el «apoyo» neocolonial de París además de imponer, como un virrey, un conjunto integral de «reformas». Un diálogo al estilo Monty Python, con un marcado acento francés, podría haber seguido estas líneas: «Queremos comprar tu puerto». «No está a la venta». «Oh, qué lástima, acaba de ocurrir un accidente».

Hace ya un mes, el FMI estaba «advirtiendo» de que la «implosión» de Líbano se estaba «acelerando». El Primer Ministro Diab tuvo que aceptar la proverbial «oferta que no puede rechazar» y así «desbloquear miles de millones de dólares en fondos de donantes». ¿Por qué? La carrera ininterrumpida de la moneda libanesa, desde hace más de un año, fue solo una advertencia relativamente educada.

Esto está sucediendo en medio de una masiva apropiación global de activos caracterizada en el contexto más amplio por una caída del PIB estadounidense de casi un 40 %, una serie de quiebras, un puñado de multimillonarios que acumulan ganancias increíbles y megabancos demasiado grandes para quebrar debidamente rescatados con un tsunami de dinero gratis.

Dag Detter, un financista sueco, y Nasser Saidi, exministro libanés y vicegobernador del banco central,  sugieren  que los activos de la nación se coloquen en un fondo de riqueza nacional. Los activos jugosos incluyen Electricité du Liban (EDL), servicios de agua, aeropuertos, la aerolínea MEA, la compañía de telecomunicaciones OGERO, el Casino du Liban.

EDL, por ejemplo, es responsable del 30 % del déficit presupuestario de Beirut.

Eso no es suficiente para el FMI y los megabancos occidentales, quieren engullir todo, además de una gran cantidad de bienes raíces.

“El valor económico de los bienes raíces públicos puede ser al menos tanto como el PIB y a menudo varias veces el valor de la parte operativa de cualquier cartera”, dicen Detter y Saidi.

¿Quién siente las ondas de choque?

Una vez más Israel es el elefante proverbial en una habitación que ahora los medios corporativos occidentales describen ampliamente como  el «Chernobyl del Líbano».

Un escenario como la catástrofe de Beirut se ha vinculado a los planes israelíes desde febrero de 2016.

Israel admitió que el hangar 12 no era una unidad de almacenamiento de armas de Hezbolá. Sin embargo, de manera crucial, el mismo día de la explosión de Beirut, y luego de una serie de explosiones sospechosas en Irán y alta tensión en la frontera entre Siria e Israel, el Primer Ministro Netanyahu tuiteó en tiempo presente: “Golpeamos una célula y ahora golpeamos a los emisores. Haremos lo que sea necesario para defendernos. Sugiero a todos ellos, incluido Hezbolá, que consideren esto».

Eso se relaciona con la intención, proclamada abiertamente a finales de la semana pasada, de bombardear la infraestructura libanesa si Hezbolá daña a los soldados del ejército israelí o a civiles israelíes.

El titular “Las ondas de choque de Beirut serán sentidas por Hezbolá durante mucho tiempo”, confirma que lo único que importa para Tel Aviv es sacar provecho de la tragedia para demonizar a Hezbolá y, por asociación, a Irán. Eso se relaciona con el Congreso de Estados Unidos «Contrarrestar a Hezbolá en la Ley Militar del Líbano de 2019» {S.1886}, que prácticamente ordena a Beirut que expulse a Hezbolá del Líbano.

Y sin embargo Israel ha sido extrañamente sometido.

Enlodando las aguas aún más, la inteligencia saudita, que tiene acceso al Mossad y demoniza a Hezbolá mucho más que a Israel, interviene. Todas las operaciones de inteligencia con las que hablé se niegan a dejar constancia, considerando la extrema sensibilidad del tema.

Aún así, debe enfatizarse que una fuente de inteligencia saudita cuyo valor comercial son los frecuentes intercambios de información con el Mossad, afirma que el objetivo original eran misiles de Hezbolá almacenados en el puerto de Beirut. Su historia es que el Primer Ministro Netanyahu estaba a punto de atribuirse el mérito del ataque, siguiendo su Twiter. Pero entonces el Mossad se dio cuenta de que la operación fue un terrible error y se convirtió en una gran catástrofe.

El problema comienza con el hecho de que este no era un depósito de armas de Hezbolá, como incluso admitió Israel. Cuando explotan los depósitos de armas hay una explosión primaria seguida de varias explosiones más pequeñas, algo que podría durar días. Eso no es lo que pasó en Beirut. La explosión inicial fue seguida por una segunda explosión masiva, casi con certeza una explosión química importante, y luego se hizo el silencio.

Thierry Meyssan, muy cercano a la inteligencia siria, adelanta la posibilidad de que el «ataque» se llevase a cabo con un arma desconocida, un misil -y no una bomba nuclear- probado en Siria en enero de 2020. (La prueba se muestra en un video adjunto) Ni Siria ni Irán hicieron referencia alguna a esta arma desconocida y no obtuve ninguna confirmación sobre su existencia.

Suponiendo que el puerto de Beirut fuese alcanzado por un «arma desconocida», el presidente Trump puede haber dicho la verdad, fue un «ataque». Y eso explicaría por qué Netanyahu, al contemplar la devastación en Beirut, decidió que Israel tendría que mantener un perfil muy bajo.

Observa el movimiento de ese camello

A primera vista la explosión de Beirut podría verse como un golpe mortal contra la Iniciativa de la Franja y la Ruta, teniendo en cuenta que China considera que la conectividad entre Irán, Irak, Siria y Líbano es la piedra angular del corredor de la Franja y la Ruta del sudoeste de Asia.

Sin embargo eso puede ser contraproducente. China e Irán ya se están posicionando como los inversores a los que acudir después de la explosión, en marcado contraste con los sicarios del FMI, y como aconsejó el secretario general de Hezbolá, Nasralá, hace solo unas semanas.

Siria e Irán están a la vanguardia en el suministro de ayuda al Líbano. Teherán enviará un hospital de emergencia, paquetes de alimentos, medicamentos y equipo médico. Siria abrió sus fronteras con el Líbano, envió equipos médicos y está recibiendo pacientes de los hospitales de Beirut.

Siempre es importante tener en cuenta que el “ataque” (Trump) en el puerto de Beirut destruyó el principal silo de granos del Líbano, además de producir la destrucción total del puerto, el salvavidas comercial clave de la nación.

Eso encajaría en una estrategia para matar de hambre al Líbano. El mismo día en que el Líbano se volvió dependiente en gran medida de Siria para la alimentación, ya que ahora solo tiene el suministro de trigo para un mes, Estados Unidos atacó los silos en Siria.

Siria es un gran exportador de trigo orgánico. Y es por eso que Estados Unidos ataca rutinariamente los silos sirios y quema sus cultivos, intentando también matar de hambre a ese país y obligar a Damasco, que ya está bajo duras sanciones, a gastar fondos que tanto necesita para comprar alimentos.

En marcado contraste con los intereses del eje Estados Unidos / Francia / Arabia Saudita, el Plan A para el Líbano sería abandonar progresivamente el dominio de Estados Unidos y Francia y dirigirse directamente a la Franja y la Ruta, así como a la Organización de Cooperación de Shanghai. Ve al este, al estilo euroasiático. El puerto e incluso una gran parte de la ciudad devastada, a medio plazo, pueden ser reconstruidos rápida y profesionalmente con inversiones chinas. Los chinos son especialistas en la construcción y gestión de puertos.

Este escenario abiertamente optimista implicaría una purga de los corruptos y ricos canallas de armas / drogas / bienes raíces de la plutocracia del Líbano, que en cualquier caso se escabullen a sus elegantes apartamentos en París a la primera señal de problemas.

Unir eso con el muy exitoso sistema de bienestar social de Hezbolá, que vi por mí mismo en el trabajo el año pasado, que tiene una oportunidad de ganar la confianza de las clases medias empobrecidas y, por lo tanto, convertirse en el núcleo de la reconstrucción.

Será una lucha de Sísifo. Pero comparemos esta situación con el imperio del caos, que necesita el caos en todas partes, especialmente en Eurasia, para cubrir el caos de Mad Max dentro de los EE.UU.

Una vez más me vienen a la mente los notorios 7 países del general Wesley Clark  en 5 años, y el Líbano sigue siendo uno de esos 7 países. Es posible que la lira libanesa se haya derrumbado, la mayoría de los libaneses pueden estar completamente arruinados y ahora Beirut está semidevastada. Ésa puede ser la gota que derramó el vaso del camello, liberar al camello para que tenga la libertad de volver finalmente sobre sus pasos de regreso a Asia por las nuevas rutas de la seda.

Pepe Escobar es corresponsal general de Asia Times. Su último libro es 2030. Síguelo en Facebook.

Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen únicamente al autor y no reflejan necesariamente las opiniones de Information Clearing House.

Fuente: http://www.informationclearinghouse.info/55439.htm

viernes, 14 de agosto de 2020

OCCIDENTE TOMA LA VACUNA SPUTNIK V COMO UNA "BOFETADA A SU PRESTIGIO" Y PASA A ATACAR A RUSIA

Víctor Ternovsky

Sputnik, 14/08/2020



Un golpe definitivo lo constituye la web rusa www.sputnikvaccine.com, donde en siete idiomas, incluido el español, se ofrece toda la información concerniente a la vacuna, fruto de años de investigaciones del Centro de Epidemiología y Microbiología Gamaleya.

Este útlimo hecho también tiene su confirmación en la mencionada página, algo que invalida las acusaciones lanzadas por varios países occidentales de que la Sputnik V es producto de haberles "robado" los datos necesarios para su creación.

Así lo subrayó en una rueda de prensa en Moscú Kiril Dmítriev, director general del Fondo Ruso de Inversión Directa, que financió la aparición del esperado fármaco.

"Las investigaciones que permitieron crear la vacuna se remontan a hace seis años, algo que puede encontrarse en la web. Constatamos que algunas grandes empresas farmacéuticas y algunos políticos están atacando Rusia, sin ni siquiera querer conocer qué hacemos en la lucha contra el coronavirus. No nos sorprendería si nos acusan de haber robado esta vacuna a extraterrestres o algo por estilo. Estamos acostumbrados a ello y seguimos adelante, porque nuestro objetivo es salvar a nuestra gente, así como las vidas humanas alrededor del mundo. No obligamos a nadie a usar nuestra vacuna. Si hay países interesados en nuestra oferta, estamos felices. Si hay quienes prefieren esperar hasta que aparezcan vacunas alternativas, no tenemos nada en contra", apuntó.

Para el Dr. Augusto Zamora, profesor de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid, hay "una suma de motivos que estaría en el fondo de la campaña para desacreditar la vacuna rusa".

Señaló que la Sputnik V "afectaría gravemente" a "las multinacionales estadounidenses y europeas" del sector salud en sus aspiraciones de enriquecerse con la venta de sus soluciones contra el COVID-19.

La vacuna rusa es, además, una "bofetada al prestigio" de "las más grandes potencias científico-técnicas en el campo de la medicina" como son "EEUU o Gran Bretaña", agregó.

"Está claro que el país que ponga a disposición de la humanidad la primera vacuna se llevará el mayor de los méritos y reconocimientos. De allí toda la batería que han puesto en marcha con el objetivo de dinamitar de raíz la credibilidad de la vacuna rusa", subrayó Augusto Zamora.

Un análisis en el que coincidió Rafael Campo, politólogo de la Universidad Nacional de Colombia, quien enfatizó, particularmente, que los intentos de la prensa dominante de desprestigiar a la Sputnik V acaba siendo inútil, dado que hay cada vez más gente que "no está comiendo mucho el cuento de las noticias oficiales".

miércoles, 12 de agosto de 2020

ELON MUSK Y LA NORMALIZACIÓN DEL ECOFASCISMO

Juan Bordera 

ctxt4/08/2020

[Certero retrato de este privilegiado oportunista, si bien no comparto del todo el discurso neomalthusiano del autor (el del inminente fin de los recursos del planeta), que precisamente nutre a personajes como Elon Musk.]


El multimillonario sudafricano justifica los golpes de Estado para controlar recursos naturales como el litio en Bolivia. Y, sin embargo, mantiene su imagen de hombre clave para la transición ecológica.

Elon Musk, el magnate de Tesla, SpaceX o Paypal, soltó hace unos días una verdadera bomba en Twitter, donde cuenta con más de 37 millones de seguidores: “Daremos un golpe de Estado a quien queramos, asúmelo”, le espetó a un internauta desconocido en un tuit que, cosa muy rara en él, ha borrado. El intercambio de pareceres era referente al derrocamiento de Evo Morales en Bolivia hace menos de un año. El país con mayores reservas de litio del mundo. En ese periodo de tiempo, las acciones de Tesla, una compañía que depende del llamado oro blanco para la producción de baterías, han subido alrededor de un 500%. Musk posee cerca del 20% del capital. Una frase que viene de maravilla para explicar este complejo tema con ramificaciones económicas y geopolíticas, la dijo él mismo, el flamante séptimo hombre más rico del planeta: “Está bien poner todos los huevos en una canasta, siempre y cuando uno controle lo que pasa con esa canasta”. Antes de borrar el tuit, aclaró que Tesla consigue el litio en Australia, aunque allí las reservas son mucho más exiguas. 

Parece una tontería, ¿no? No es para tanto. ¿Quién no ha explotado alguna vez en redes sociales? A él ya le ha pasado varias veces. Como cuando dijo en marzo que temer al coronavirus era una tontería, o cuando desafió al cierre de su planta en California y pidió que si arrestaban a alguien, que fuera sólo a él. El empresario sudafricano tan afincado en Sillicon Valley que casi podría creerse que lo preside tiene serios problemas para contenerse. En septiembre de 2018 tuvo que abandonar la presidencia de Tesla durante tres años y pagar una multa millonaria (35 millones de euros) debido a una investigación abierta por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) tras unos tuits de principios de agosto en los que anunció que estaba planteándose que la empresa dejará de cotizar en bolsa. El organismo regulador consideró esos mensajes como un fraude para los inversores.

Quizá Musk pretende aparentar fortaleza para disfrazar sus debilidades. Y por eso, es un símbolo tan perfecto de este capitalismo agonizante, es el producto lógico de un sistema diseñado para poner los beneficios económicos en primer lugar y que se basa en la apariencia de éxito. 

El millonario tiene también un carácter explosivo, que le ha hecho formar parte de la cultura pop. Apareció en Big Bang Theory, ha sido dibujado para South Park y los Simpsons, y hasta hizo un cameo en la película Iron Man.

No se puede negar que es un genio. Lo que no está tan claro es de qué tipo. Proveniente de una familia privilegiada en la época del apartheid, el debate sobre si es un superhéroe de nuestros tiempos o, más bien, el malo de la película crece en intensidad a cada tuit polémico que publica y a cada propuesta descabellada que sale de su cabeza. Uno de esos momentos que más le acercan a la posición de villano loco es cuando propuso bombardear nuclearmente los polos de Marte para hacer su clima más habitable. Como para fiarse de un tipo con esas ideas para llevar adelante los proyectos de neurociencia que pretende su empresa Neuralink. ¿Superhéroe o supervillano? Él mismo quizá te pueda ayudar a decidirlo.  

Que uno de los diez hombres más ricos del planeta, modelo para muchos que se llaman emprendedores, y supuesta clave en la transición energética –a acometer sí o sí en un planeta de recursos cada vez más finitos– diga claramente que apoya que se organicen golpes de Estado para apoderarse de recursos de países como Bolivia, no debería ser pasado por alto. ¿Qué es el ecofascismo, Elon Musk? El ecofascismo eres tú. 

Pero no, él es el idolatrado hombre que nos llevará a Marte después de salvar la tierra en coche eléctrico cero emisiones. Seguro que habrá sido una broma, argumentan algunos de sus seguidores. En el caso de que así fuera, algo poco creíble, sería la broma de más mal gusto posible si tenemos en cuenta el historial de golpes de Estado financiados por EE.UU. en su patio trasero, América Latina. Y si además pensamos que el autor del chiste fue incluso asesor de Donald Trump y se codea con los halcones, cuervos, y buitres de la política mundial, poca broma. En su defensa podemos argumentar que al menos dejó de colaborar con el presidente norteamericano cuando Trump abandonó el acuerdo de París en 2017. Pero esa no es defensa suficiente.

Y no puede olvidarse que, bajo la presidencia ‘interina’ de Jeaninne Áñez –la misma que recomendó rezar y ayunar para vencer a la pandemia–,  Bolivia ha vuelto a abrir la puerta a empresas estadounidenses, vetadas por el gobierno de Evo Morales, quien antes de ser destituido y exiliado, tras una acusación de fraude electoral, que cada vez está más claro que no existió, negociaba con empresas alemanas y chinas la explotación del litio del país para que parte de los beneficios redundaran en el pueblo boliviano.

Además, hay otro factor que daría para un análisis más pormenorizado, el tema ya mencionado de la cotización de las acciones. ¿Es Tesla una de las mayores burbujas de la historia? La compañía no ha conseguido beneficios anuales desde su fundación pero acaba de sobrepasar a Toyota como la empresa con más valor de mercado del sector automovilístico. Aquí tampoco podía faltar un tuit de su dueño: en mayo señaló que le parecía que el precio de sus acciones era muy alto –en ese momento estaban en 780 dólares– y cayeron más de un 10% en un solo día. Dos meses después han estado por encima de los 1.700. Y si hay algo que da valor a la compañía son sus baterías, las mejores del mercado, las que más autonomía dan. Su principal activo, más allá de marketing o expectativas. Y las baterías están hechas con litio.

Gráfico de cotización de Tesla.

El tema del oro blanco boliviano es muy complejo. Se parece al caso del poco rentable petróleo extra pesado de Venezuela. Bolivia tiene una gran cantidad de reservas de litio, de momento las mayores conocidas, pero las condiciones atmosféricas de Bolivia –llueve más que en Chile o Argentina–  y la cantidad de magnesio que hay que depurar hacen menos provechoso el recurso que el que hay en otros lugares. No obstante, al litio le llamaron oro blanco por algo. Y como ocurrió con el negro, allí donde encontraron petróleo, u otros recursos clave, como el gas o el uranio, llegaron los problemas, o peor, las “guerras por la paz”. Salvo que seas una de las potencias que las ocasiona, claro. Que Bolivia y Venezuela se parezcan también en los frecuentes intentos por desestabilizar sus gobiernos no es casualidad tampoco. Por muchos defectos que Evo y Maduro tengan. Aunque no es posible explicar el interés en un cambio de gobierno sólo por el litio; en Bolivia hay otros recursos como gas natural o petróleo. En última instancia se trata de controlar bienes y lugares estratégicos para evitar que caigan en manos equivocadas por si la eficiencia de la extracción aumenta o el mercado evoluciona.

El capitalismo está entrando en una fase de cambios que puede ir hacia posiciones ecofascistas como la que abandera el accionista mayoritario de Tesla. Decía Walter Benjamin: “Nada ha corrompido tanto a los obreros alemanes como la opinión de que están nadando con la corriente. El desarrollo técnico era para ellos la pendiente de la corriente a favor de la cual pensaron que nadaban”. El ecofascismo simplemente es la respuesta del capitalismo al problema de la escasez. Su única mutación posible en un mundo de recursos cada vez más escasos si seguimos abrazando el mito del progreso y la religión del eterno crecimiento. Una religión que exigirá también crecientes sacrificios. Progresar en la dirección equivocada –hacia Marte, por ejemplo, cuando tu planeta lo que necesita es que se reduzca la huella ecológica– es mucho peor que quedarse quieto y cuidar del suelo que pisas y te alimenta.


LA NOTA QUE SE PROHIBIÓ: LA VACUNA SPUTNIK COMO UNA ASOCIACIÓN MUNDIAL PARA SALVAR VIDAS

Sputnik, 11/08/2020

[Nuestros periodistas progres de postín (con la Sexta a la cabeza) ya están satanizando la vacuna rusa sin ni siquiera conocerla. Parece justo y razonable oír a la otra parte antes de descalificarla, aunque lo cierto es que los medios occidentales no han querido publicar el siguiente artículo. Se conoce que les ha escocido mucho que sea Rusia el primer país en lanzar una vacuna contra el COVID-19. En fin, el racismo antirruso de siempre.] 

 

Nikolay Gamaleya, epidemiólogo sovietico pionero en el uso de vacunas.

Este artículo de opinión, que cuenta la historia detrás de la creación de la vacuna rusa contra el COVID-19 y pone de relieve la voluntad de Rusia de cooperar con la comunidad internacional, ha sido rechazado por los principales medios de comunicación occidentales. Por lo tanto, decidimos publicarlo sin modificaciones con el objetivo de compartir nuestros puntos de vista con un público internacional y levantar el bloqueo impuesto a la información positiva sobre la vacuna rusa contra el COVID-19. Creemos que esta información es crucial para el esfuerzo internacional de luchar contra el mayor desafío mundial y nos gustaría que los lectores decidieran por sí mismos por qué este artículo de opinión ha sido rechazado. Este material puede ser republicado por cualquier medio de comunicación, en caso de que les resulte útil presentar a sus lectores la historia y algunos hechos sobre la primera vacuna contra el COVID-19 registrada en el mundo. El Fondo de Inversión Directa de Rusia (RFPI, por sus siglas en ruso) ha, además, lanzado el sitio web https://sputnikvaccine.com/esp/ para proporcionar información precisa y actualizada sobre la vacuna.

El éxito de Rusia en el desarrollo de una vacuna contra el COVID-19 está enraizado en la historia 

El momento Sputnik ha ocurrido. La vacuna rusa Sputnik V ha sido lanzada, convirtiéndose en la primera vacuna contra el COVID-19 registrada en el mundo y evocando recuerdos del impactante lanzamiento del satélite soviético en 1957 que abrió el espacio a la exploración humana. Esta nueva era no solo condujo a una competencia, sino también a muchos esfuerzos colaborativos, incluida la misión conjunta Apolo-Soyuz de Estados Unidos y la Unión Soviética.

La vacuna contra el COVID-19 es la prioridad número uno del mundo y muchos países, organizaciones y compañías afirman que están cerca de desarrollarla. A finales de este año, algunos otros países podrían tener sus propias vacunas. Es importante que las barreras políticas no impidan que las mejores tecnologías disponibles se utilicen en beneficio de todas las personas frente al desafío más grave que ha enfrentado la humanidad en décadas.

Lamentablemente, en lugar de examinar la ciencia que existe detrás de la plataforma de vacunas basadas en vectores adenovirales que Rusia ha desarrollado, algunos políticos y medios de comunicación internacionales optaron por centrarse en la política y en los intentos de socavar la credibilidad de la vacuna rusa. Creemos que ese enfoque es contraproducente y pedimos un cese del fuego político para las vacunas ante la pandemia de COVID-19.

No es ampliamente conocido en todo el mundo que Rusia ha sido uno de los líderes mundiales en la investigación de vacunas durante siglos. La emperatriz rusa Catalina la Grande dio el ejemplo en 1768 cuando recibió la primera vacuna contra la viruela del país, 30 años antes de que se realizará la primera vacunación en Estados Unidos. 

En 1892, el científico ruso Dmitri Ivanovski observó un efecto inusual mientras estudiaba unas hojas de tabaco infectadas con enfermedad de mosaico. Las hojas siguieron siendo infecciosas incluso después de que el científico filtrara las bacterias. Aunque todavía faltaba casi medio siglo para que el primer virus pudiera verse a través de un microscopio, la investigación de Ivanovski dio a luz a una nueva ciencia llamada virología.

Desde el descubrimiento de Ivanovski, Rusia ha sido uno de los líderes mundiales en virología e investigación de vacunas, dando decenas de científicos talentosos como el investigador Nikolái Gamaleya que estudió en el laboratorio del biólogo francés Louis Pasteur en París y abrió la segunda estación de vacunación contra la rabia del mundo en Rusia en 1886.

La Unión Soviética siguió apoyando la investigación de virus y vacunas. Todas las personas nacidas después de la Segunda Guerra Mundial recibieron vacunas obligatorias contra la poliomielitis, la tuberculosis y la difteria. En un raro ejemplo de cooperación en la época de la Guerra Fría, tres destacados virólogos soviéticos viajaron a Estados Unidos en 1955 para ofrecer oportunidades de pruebas en la Unión Soviética para una vacuna estadounidense contra la poliomielitis, una enfermedad mortal que se cobró millones de vidas. Si fuimos capaces de cooperar entonces, podemos y debemos hacerlo de nuevo ahora. 

Décadas de esfuerzos por parte de los científicos rusos y soviéticos condujeron a la creación de una excelente infraestructura de investigación, como el Centro Nacional de Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaleya. Esta infraestructura va desde una de las más ricas bibliotecas de virus del mundo, creada con una técnica de preservación única, hasta centros de cría de animales experimentales. Estamos orgullosos de este legado, que nos permitió crear la primera vacuna contra el COVID-19 aprobada en el mundo. Ya hemos recibido solicitudes internacionales para 1.000 millones de dosis de nuestra vacuna y hemos llegado a acuerdos internacionales para producir 500 millones de dosis anuales con la intención de aumentarla.

El verdadero secreto

Actualmente, muchos medios de comunicación y políticos occidentales cuestionan la rapidez de la creación de la vacuna contra el COVID-19 en Rusia, dudando de su eficacia y autenticidad. El secreto detrás de esta velocidad es la experiencia de Rusia en la investigación de vacunas. Desde los años 1980, el Centro Gamaleya ha encabezado el esfuerzo por desarrollar una plataforma tecnológica que utiliza los adenovirus, que se encuentran en las adenoides humanas y que normalmente transmiten el resfriado común, como vectores o vehículos, que pueden engendrar un material genético de otro virus en una célula. Se extrae el gen del adenovirus, que causa la infección, y se inserta un gen con el código de una proteína de otro virus. Este elemento insertado es pequeño, no es una parte peligrosa de un virus y es seguro para el cuerpo, pero aún así ayuda al sistema inmunológico a reaccionar y producir anticuerpos que nos protegen de la infección.

La plataforma tecnológica de vectores basados en adenovirus facilita y acelera la creación de nuevas vacunas mediante la modificación del vector portador inicial con material genético de nuevos virus emergentes. Tales vacunas provocan una fuerte respuesta del cuerpo humano para desarrollar inmunidad, mientras que el proceso general de modificación de vectores y fabricación de la etapa piloto toma solo unos pocos meses.

Los adenovirus humanos se consideran unos de los más fáciles de diseñar de esta manera y por lo tanto se han vuelto muy populares como vectores. Desde que empezó la pandemia de COVID-19, todo lo que los investigadores rusos tuvieron que hacer fue extraer un gen codificador de la espiga del nuevo coronavirus e implantarlo en un vector familiar de adenovirus para entregarlo en una célula humana. Decidieron utilizar esta tecnología ya probada y disponible en lugar de ir a un territorio inexplorado.

Los estudios más recientes indican, además, que se necesitan dos inyecciones de la vacuna para crear una inmunidad duradera. Desde 2015, los investigadores rusos han estado trabajando en un enfoque de dos vectores, de ahí la idea de utilizar dos tipos de vectores adenovirales, Ad5 y Ad26, en la vacuna contra el COVID-19. De esta manera, engañan al cuerpo, que ha desarrollado inmunidad contra el primer tipo de vector, y potencian el efecto de la vacuna con la segunda inyección al utilizar un vector diferente. Es como dos trenes tratando de entregar una importante carga a una fortaleza de un cuerpo humano que necesita la entrega para empezar a producir anticuerpos. Necesitas el segundo tren para asegurarte de que el cargamento llegue a su destino. El segundo tren debe ser diferente del primero, que ya ha sido atacado por el sistema inmunológico del cuerpo y ya le es familiar. Así que, mientras que otros fabricantes de vacunas solo tienen un tren, nosotros tenemos dos. 

El método de dos vectores

El Centro Gamaleya usó vectores adenovirales para desarrollar vacunas contra la influenza y contra el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS). Ambas vacunas se encuentran actualmente en etapas avanzadas de ensayos clínicos. Estos logros demuestran que los laboratorios rusos no han perdido tiempo en las últimas décadas, mientras que la industria farmacéutica internacional a menudo ha subestimado la importancia de la investigación de nuevas vacunas ante la ausencia de amenazas para la salud mundial antes de la pandemia de COVID-19.

Otros países siguen nuestros pasos al desarrollar vacunas basadas en vectores adenovirales. La Universidad de Oxford está usando un adenovirus de un mono que nunca se ha usado antes en una vacuna aprobada, a diferencia de los adenovirus humanos. La compañía estadounidense Johnson & Johnson está usando el adenovirus Ad26 y la china CanSino, el adenovirus Ad5, los mismos vectores que el Centro Gamaleya está usando, pero ellos todavía no dominan el método de dos vectores. Ambas compañías ya han recibido grandes pedidos de vacunas de sus Gobiernos.

El uso de dos vectores es una tecnología única, desarrollada por los científicos del Centro Gamaleya, que diferencia a la vacuna rusa de otras basadas en vectores adenovirales que se están desarrollando alrededor del mundo. Las vacunas basadas en vectores adenovirales también tienen claras ventajas sobre otras tecnologías como las vacunas de ARNm.

Las posibles vacunas de ARNm, que están siendo sometidas a ensayos clínicos en Estados Unidos y otros países, no utilizan vectores para su administración, sino que se basan en una molécula de ARN con el código de la proteína de coronavirus envuelto en una membrana lipídica. Esta tecnología es prometedora, pero sus efectos secundarios, especialmente su impacto en la fertilidad, todavía no se han estudiado a fondo. Ninguna vacuna de ARNm ha recibido todavía una aprobación regulatoria en el mundo. Creemos que, en la carrera mundial de vacunas para combatir el coronavirus, las vacunas basadas en vectores adenovirales serán las ganadoras, pero incluso en esta categoría la vacuna de Gamaleya lleva la delantera.

Enfrentando el escepticismo

La vacuna rusa ya está lista y registrada. Las dos primeras fases de los ensayos clínicos han terminado y sus resultados se publicarán este mes de acuerdo con los requisitos internacionales. Estos documentos proporcionarán información detallada sobre la vacuna, incluyendo los niveles exactos de anticuerpos, tal y como se muestra en varias pruebas de terceros, así como en la prueba patentada de Gamaleya, que identifica los anticuerpos más eficaces que atacan la espiga del coronavirus. También mostrarán que todos los participantes de los ensayos clínicos desarrollaron un 100% de inmunidad al COVID-19. Los estudios en hámsteres dorados, animales que normalmente mueren a causa del COVID-19, mostraron un 100% de protección y una ausencia de daño pulmonar después de recibir una dosis letal de la infección. Tras el registro, llevaremos a cabo ensayos clínicos internacionales en otros tres países. Se espera que la producción masiva de la vacuna comience en septiembre y ya vemos un fuerte interés mundial en la vacuna.

El escepticismo entre los medios de comunicación y los políticos internacionales ha surgido justo cuando Rusia anunció sus planes para la producción masiva de la vacuna contra el COVID-19. Cuando hablé con los medios de comunicación occidentales, muchos se negaron a incluir en sus historias datos clave sobre la investigación de la vacuna rusa contra el COVID-19. Consideramos este escepticismo como un intento de socavar nuestros esfuerzos para desarrollar una vacuna que funcione, que detenga la pandemia y ayude a reabrir la economía mundial.

No es la primera vez que Rusia se enfrenta a la desconfianza internacional sobre su liderazgo en la ciencia cuando la política se interpone en el camino de los avances científicos y pone en peligro la salud pública. Durante el brote de poliomielitis en Japón en los años 50, las madres japonesas, cuyos hijos morían de polio, salieron a manifestarse contra su propio Gobierno que había prohibido las importaciones de la vacuna soviética contra la poliomielitis por razones políticas. Las manifestantes lograron su objetivo y la prohibición se levantó salvando las vidas de más de 20 millones de niños japoneses.

Actualmente, la política nuevamente se interpone en el camino de la tecnología rusa que puede salvar vidas en todo el mundo. Rusia está abierta a la cooperación internacional en la lucha contra esta y futuras pandemias. En palabras de un miembro de la delegación soviética en la conferencia internacional sobre las vacunas contra la poliomielitis celebrada en Washington en 1960, quien en respuesta a las preguntas del público sobre la seguridad de la vacuna dijo que en Rusia "amamos a nuestros hijos y nos preocupamos por su bienestar tanto como la gente de Estados Unidos, o de cualquier otra parte del mundo, se preocupa por sus hijos". Tras estas palabras, la delegación soviética recibió una ovación de pie de la audiencia y el trabajo conjunto sobre las vacunas continuó. El bienestar y la prosperidad de las generaciones futuras es en lo que tenemos que pensar ahora. Todos los países del mundo deben dejar atrás la política y centrarse en encontrar las mejores soluciones y tecnologías para proteger vidas y reanudar la actividad económica. Nuestra fundación ya ha asegurado asociaciones de fabricación en cinco países para producir conjuntamente la vacuna rusa. Tal vez en algún momento, gracias a esta asociación en la lucha contra el COVID-19, podamos también revisar y abandonar las restricciones por motivos políticos en las relaciones internacionales, que se han vuelto obsoletas y representan un obstáculo a los esfuerzos coordinados para hacer frente a los desafíos mundiales.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y Kiril Dmítriev, director ejecutivo del Fondo de Inversión Directa de Rusia (RFPI, por sus siglas en ruso), durante una reunión en junio de 2020


Kiril Dmítriev es el director ejecutivo del Fondo de Inversión Directa de Rusia (RFPI, por sus siglas en ruso), un fondo soberano de inversión que gestiona 50.000 millones de dólares.